، 🍭 : Capítulo 14.

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Jungkook salió de la empresa varias horas antes debido a su estado, desde que vio la transmisión de Jimin no paró de llorar en el hombro de Yoongi. Este le había pedido que vuelva a su casa para tratar de calmarse y luego hablar bien las cosas con el pelirosa.

Se había tomado un taxi ya que no tenía ganas de conducir y menos si sus ojos se nublaban con sus lágrimas, podría causar un feo accidente y no quería eso. Al llegar a su departamento, que afortunadamente estaba vacío ya que Lisa se fue con unas amigas, caminó hasta su habitación observando como en una esquina estaba el equipaje sin guardar de la chica, suspirando empezó a deshacerse de su ropa y fue hasta el baño para darse una ducha caliente.

Apoyó ambas manos en los azulejos y dejó que el agua moje por completo su trabajado cuerpo, con pesadez empezó a esparcir shampoo por todo su cabello hasta hacer jabón. No tardó más de 15 minutos en terminar su ducha, al volver a la habitación con una bata cubriendo su desnudez se quedó observando la gran cama que se encontraba en el medio de la habitación, cama donde hizo suyo a Jimin cuantas veces se le dio la gana y las veces que despertó a su lado abrazándolo por la cintura.

—Joder... —murmuró sentándose en su cama a la vez que tapaba su cara con las manos—. ¿Por qué mierda nunca hago nada bien?

Sin ánimos de nada secó su cuerpo y se colocó su pijama, eran apenas las cuatro de la tarde pero no iba a salir de su departamento por el momento e iría mañana a hablar con el pelirosa. En todo el día solo comió un par de galletas y una tasa de té en su habitación, se tapó con las mantas y cerró sus ojos dispuesto a dormir hasta el día siguiente, mañana no iría a la empresa así que podía dormir todo lo que quisiera.

Una chica pelinegra entró al departamento horas después con una bella sonrisa y una bolsa de comida en su mano derecha, se despojó de sus tacones negros y caminó hasta la cocina dejando la bolsa sobre la mesada, se dio media vuelta para ir hasta la habitación compartida con su esposo, frunciendo el ceño al ver todo apagado.

—¿Kook? —preguntó encendiendo la luz de la habitación, frunció el entrecejo al verlo acostado boca abajo en la cama tapado hasta la cabeza y en la mesita de noche un paquete de galletas vacío y una taza sin nada—. Traje la cena, ¿cenamos juntos?

—Mmh, no me siento bien, Lis. Cena tú sola —murmuró con el ojo entreabierto.

La chica se acercó a la cama y se sentó en el borde colocando sus nudillos en la frente de su esposo —No tienes fiebre, ¿no quieres que te haga un té o algo?

—No, Lis. Ve a cenar, no te preocupes por mí...

La chica soltó un pequeño suspiro y tomó las cosas de la mesita de luz para salir de la habitación apagando la luz en el proceso, colocó la comida en el microondas y luego se sentó a cenar sola en la gran mesa del living. Se sentía desanimada, hace meses que no veía a su esposo y quería pasar tiempo con él.

El matrimonio de Jungkook y Lisa fue arreglado como casi todos los matrimonios de personas que pertenecen a ese ámbito para juntar ambas empresas familiares, se casaron cuando él tenía 19 años y ella 18. Al principio ambos si se amaban, Jungkook estaba muy enamorado de Lisa, pero ese amor empezó a desaparecer y la única que sentía amor era la chica.

El pelinegro muchas veces quiso romper el matrimonio pero no podía, sus padres no lo dejan. Jungkook no quería estar casado con alguien que no quería más, pero lamentablemente tuvo que fingir que todavía amaba a Lisa como ella lo amaba a él.

La tailandesa lavó todas las cosas que usó y luego fue hasta el baño para lavar sus dientes, a los pocos minutos volvió a la habitación sin encender la luz para no molestar a su esposo, se colocó el pijama y tapó su cuerpo con las mantas dispuesta a dormir.

✧✦✧

Jungkook despertó con un horrible dolor de cabeza y con los ojos hinchados, se sentó en la vacía cama y observó a su alrededor, Lisa no estaba y su equipaje ya había sido guardado. Suspirando se levantó de su cama y caminó hasta el baño para higienizarse, caminó por el departamento sin rastros de su esposa encontrando una pequeña nota en la mesada junto con las llaves de su auto.

"Salí por unas horas, te vi cansado y preferí no molestarte, Yoongi trajo tu auto hoy a la mañana. Volveré a la hora de la cena.

Lisa."

Pasó una mano por su despeinado cabello y se hizo un desayuno ligero, luego se fue hasta su habitación vistiéndose con un pantalón azul con algunas roturas y una sudadera negra con unas converse blancas, tomó su celular guardándolo en el bolsillo del pantalón y las llaves de su auto. Tardó unos 20 minutos en llegar a la casa de Jimin, dudando unos cinco minutos en si tocar la puerta o irse, finalmente hizo la primera opción.

La puerta se abrió dejando ver a un Jimin con ropa causal, este suspiró al ver a su jefe —¿Qué haces aquí?

—Quería hablar contigo —murmura nervioso—. Tenemos que aclarar algunas cosas...

—Creo que está todo claro con lo que vi ayer —dice en un tono indiferente.

—Jim, por favor...

Este suelta un suspiro cansado y se hace a un lado —Que sea rápido.

Jungkook entró al departamento observando que en la mesa habían unas bolsas de compras de supermercado, Jimin se colocó frente a él con los brazos cruzados esperando a que el mayor empiece a hablar.

—Lo siento... por todo —empezó a hablar después de unos segundos de silencio—. Es verdad que Lisa es mi esposa, nuestros padres nos obligaron a casarnos por el "bien" de las dos empresas, al principio si la amé... pero ese amor se fue yendo con el tiempo...

—¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Si estabas casado con ella por qué no llevabas tu anillo? —preguntó tosco y después observo la mano del mayor—. Ah, ¿ahora sí lo llevas, no? ¿Viniste hasta aquí solamente para burlarte de mí?

—No, n-no, Jimin...

—¿Sabes qué? Vete de mi casa. ¡Vete! —gritó.

—Jimin, escúchame, ¿quieres? —intentó acercarse pero lo único que logró fue un leve empujón.

—¡No! ¡Eres un hijo de puta! ¡Tú solo me querías para un rato! —gritó empujando nuevamente al mayor, la cólera se esparcía por todo su cuerpo pero a la vez tenía ganas de llorar.

—¡Basta ya! —Jungkook tomó las muñecas de Jimin para que deje de golpearlo y empujarlo—. ¡Escúchame por un momento! Yo no te quería para un rato, tú me gustas, ¿oíste? Yoongi... él me decía que corte todo contacto contigo porque estoy casado con Lisa y que algo como esto podría pasar, pero no le hice caso porque me gustas. Joder, me encantas, Jimin, me gustas mucho.

—¡Eres un maldito mentiroso! —gritó con los ojos llenos de lágrimas tratando de zafarse del agarre del mayor—. ¡Ese estúpido perfume no era para tu madre, era para Lisa! ¡Ya no te creo nada! Me ilusionaste, me engañaste, me humillaste... Te odio, ¡te odio!

Jungkook liberó las muñecas de Jimin y antes de que este lo golpeara otra vez lo abrazó rápidamente, el pelirosa luchaba por liberarse pero finamente se dejó envolver en aquellos brazos mientras lloraba en su pecho.

—Te odio...

—No lo haces.

—Y-Ya no quiero nada contigo...

—No mientas —lo separó de su pecho y secó sus lágrimas, o intentó, ya que Jimin se alejó bruscamente de su agarre—. Sé perfectamente que me estás mintiendo, Jimin, te conozco bien.

—Quiero que te vayas, ¡ahora! —gritó apuntado la puerta de su departamento.

—Muy bien...

Cuando la puerta se cerró Jimin se lanzó a su sillón y se permitió llorar hasta que sus ojos se hincharon y se volvieron rojos. Tomó su celular y le mandó un mensaje a su mejor amigo, solo quería estar con él.

lollipop › kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora