، 🍭 : Capítulo 22.

5.2K 519 6
                                    

El viernes llegó más rápido de lo pensado, los días habían pasado volando para ambos chicos, desde que se encontraron en aquella plaza no se volvieron a hablar ni a verse. Era como si en un solo parpadeo el viernes en la tarde ya había llegado.

Jimin estaba demasiado nervioso, tan nervioso que sus manos temblaban o que iba a tener un ataque de pánico en cualquier momento. Nunca se había sentido de esa manera por tener una cita, ¿la cena con Jungkook se podría considerar cita? O sea, iban a cenar, en su departamento, solos y seguramente hablar de lo que tengan que hablar.

A la mañana se dedicó a hacer las compras para la cena, quería cocinar él y no pedir algo por delivery, realmente quería impresionar a su mayor y demostrarle que cambió. Lo extrañaba muchísimo y no quería tenerlo lejos otra vez.

Por otro lado Jungkook estaba firmando unos papeles que su secretario le dejó hace unos 15 minutos, hace una media hora había tenido una reunión que terminó en una discusión al no ponerse de acuerdo en las dos horas que duró la junta. Su cabeza dolía tanto que pensaba que en cualquier momento iba a estallar, había tomado una pastilla para el dolor pero este todavía no se esfumaba.

Una vez terminó con lo suyo se dedicó a guardar todas sus cosas para poder irse de una vez a su departamento y darse una larga ducha.

Hoy vería nuevamente a Jimin.

✧✦✧

Eran las 19:02 y Jimin estaba saliendo de ducharse, ya había terminado de hacer la cena y solo tendría que calentarla cuando su Hyung llegara. Terminó de secar su cabello y procedió a vestirse, decidió usar algo casual pero a la vez formal, maquilló levemente su rostro y aplicó perfume en su cuello y muñecas.

Las 19:55 marcaban en su celular, miraba la puerta cada dos segundos nervioso y sus dedos tamborileaban sobre la cerámica de la isla de su cocina. Respiró hondo y una vez sacó todo el aire que estaba conteniendo el timbre de su departamento resonó por la sala, prácticamente corrió hasta la puerta y cuando su mano estaba sobre el picaporte volvió a respirar para tratar de tranquilizarse.

Abrió la puerta y su corazón empezó a latir con rapidez al ver al mayor nuevamente, este vestía simplemente con un pantalón negro y una camisa blanca, algo muy básico pero en él quedaba jodidamente bien, en sus manos había un botella de vino y una caja de bombones.

—Hola Jim —saludó el mayor entrando a la casa una vez el menor se hizo a un lado—. Traje esto, espero que no te moleste. No quería venir con las manos vacías.

—No molesta, Hyung —sonrió cerrando la puerta detrás de él. Tomó la botella entre sus manos y caminó hasta la cocina con Jeon detrás de él.

—¿Cómo has estado, Jimin? —preguntó sentándose en la isla—. Aparte de extrañarme.

Las mejillas de Park se pusieron rojas al instante de recordar ese momento, ¿por qué tenía que hacer las cosas sin pensar?

—Pues bien, volví a Lollipop y me está yendo mejor que antes —respondió tratando de descorchar el vino—. ¿Y tú?

—¿Volviste a Lollipop? —Jimin asintió.

—¿No sabías?

—Mmh, no. Desinstalé la aplicación cuando... nos distanciamos —murmuró y Park apretó los labios—. Yo estoy bien... Sigo yendo a terapia y mi psicóloga me dijo que no tengo que seguir tomando antidepresivos. Mejoré mucho en estos años.

—Me alegro por ti —en la isla dejó la botella de vino más dos copas—. Yo también empecé terapia... Empecé el año pasado y me va bien.

—Eso es bueno, Jim.

—Sí, necesitaba ir... —dice sirviendo el vino en ambas copas—. Y... ¿cómo está Lisa?

—Bien, ayer hablé con ella. Me dijo que dentro de poco volvería a Seúl y que abriría una escuela de danza junto con otro chico... Siempre le gustó el baile y que ahora puede abrir su propia escuela me pone feliz.

La charla siguió, se sentían cómodos y el ambiente no era incómodo, cenaron sin dejar de hablar de todo lo que hicieron en esos tres años que no se vieron. Luego de cenar pasaron al postre que consistía en los bombones que trajo Jungkook y unas fresas con crema que preparó Jimin. Una leve música se lograba escuchar mientras hablaban y las luces se fueron apagando hasta dejar solamente la luz tenue de la sala para estar más cómodos.

Jimin se sentía ansioso tenía ganas de preguntarle a Jungkook que pasaría con ellos, si todavía existía una oportunidad para estar juntos. Su lengua picaba por preguntar, sus manos se aferraron a la tela de su pantalón, pero tenía miedo de arruinarlo otra vez o tal vez Jeon pensaba que lo invitó de manera amistosa.

Mordió su labio inferior y volteó para ver mejor a Jeon, quien se encontraba contándole sus desastrosas experiencias con sus secretarios. Respiró hondo.

—Hyung... —Jungkook paró de hablar y observó a Jimin—. ¿Qué... Qué va a pasar con nosotros? Quiero decir... ¿podemos estar juntos algún día?

Jungkook se quedó callado por varios segundos pensando en una respuesta —¿Tú quieres intentarlo? Tú... ¿todavía me quieres?

—Sí... ¿Tú me quieres?

—Sí... Si quieres podemos intentarlo — murmuró—. Podemos intentarlo pero vamos lento, ¿bien? Nosotros no empezamos muy bien y es mejor tomarlo con calma, ¿quieres?

—¿Y si no funciona? —susurró con tristeza.

—Si no funciona no podemos forzarlo entonces, Jim. Viviremos con los momentos que pasamos juntos.

Jimin suspiró y levantó la vista al sentir la cálida mano de Jeon acariciar su mejilla con dulzura, este le sonrió con cariño.

—Yo quiero que funcione, Hyung, quiero estar contigo —confesó tomando la mano que acariciaba su mejilla sin apartarla—. Te extrañé mucho...

—Yo también te extrañé, Minnie, y también quiero estar contigo pero todo a su tiempo, ¿bien? —dijo—. No pongas esa cara, me gusta más cuando sonríes. Eres hermoso, Jimin.

—Lo sé —sonrió con burla.

—Ay, ya empezaste —dice alejando su mano. Jimin rió.

—No, no, no —ríe tomando nuevamente su mano—. Lo siento, sigue.

Y así siguieron por casi tres horas más, hablando y mimándose, habían extrañado tanto el contacto ajeno que ya se olvidaron como se sentían sus caricias. Lamentablemente la hora de despedirse llegó, Park no quería que Jungkook se fuera, quería pasar la noche con él dejando lo sexual de lado pero habían acordado ir lento.

Una vez en la puerta Jimin no resistió más y abrazó al mayor, envolvió sus brazos en su cuello y enterró su rostro en su hombro sintiendo las manos del mayor en su cintura apresándolo contra su cuerpo. Estar abrazados de esa forma se sentía tan bien, tan seguro, tan correcto.

Jimin se separó del hombro del mayor y se observaron fijamente por varios segundos, el castaño empezó a acercarse a los labios de Jeon, estaba a pocos centímetros de distancia pero suspiro y se apartó.

—Lo siento, no debí hacer eso —se disculpó sintiéndose avergonzado y como un tonto.

Acordaron ir lento, ¿por qué estuvo a nada de arruinarlo?

Jungkook sonrió y tomó ambas mejillas de Jimin y dejó un beso en su frente y otro en la comisura de sus labios.

—No te preocupes, Jim. ¿Me das tu número? Así podemos seguir en contacto.

Jimin asintió —Claro, Hyung...

Luego de pocos minutos, Jeon se fue dejando otro beso en su nariz. Cuando Jimin se quedó solo sonrió como un estúpido enamorado. Tenía fe en que todo saldría bien esta vez.

lollipop › kookminWhere stories live. Discover now