𝟓. 𝐏𝐄𝐑𝐒𝐈𝐒𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀

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Capítulo 5

La gran mano de Valko se posó alrededor del  femenino cuerpo de Lena mientras ella intentaba arrebatarle un beso al príncipe con desesperación. Él ladeó su rostro, claramente no estaba dispuesto a darle el pase a sus labios tan fácil. Lena intentó algo mejor para apaciguar la dureza de Valko y comenzó a besar su cuello, guiando las manos de él hasta su trasero e invitándolo a tocarla descaradamente. Valko la apretó fuertemente y luego la miró maliciosamente. A ella le gustó.

El príncipe rápidamente la sujetó por sus caderas y la montó sobre la mesa, mientras ella buscaba ansiosamente tocarlo entre las piernas para incitarlo. Pero Valko no era tonto y supo frenar las manos de ella, agarrándolas fuertemente como si quisiera someterla. Ella insistía en encontrar los labios de él y adueñarse de ellos, pero una vez más Valko jugaba con sus intenciones y ella creía que era la forma en la que a él le gustaba, así que se zafó de su amarre y bajó su vestido, dejando sus pechos expuestos a su vista. Valko los observó y agarró uno de ellos entre sus grandes manos. Ella cerró los ojos, dejando ver cuánto le gustaba el movimiento de las manos del Worwick. Sentir sus manos palpar sus pechos fue muy placentero para la mujer.

Un gruñido corto salió de los labios de Lena, la que una vez más deseaba alcanzarlo. Él llevó su mano hasta su cuello y amagó acercarse a la mujer, como si quisiera besarla, logrando incitarla más llenandola de un fuerte deseo por él. Pero justo cuando esto sucedió, Valko la empujó hacia atrás y se retiró de delante de ella, diciendo:

—Tápate.

Ella lo miró confundida. —¿Qué? Pero Valko, pensé que…

—No te tomaré Lena, no te regales de esa forma. Si piensas que desnudándote delante de mí lograrás que te haga mi mujer, estás equivocada. Aunque tal vez podrías ser mi puta.

Lena acomodó su vestido mientras se acercaba a Valko enojada y le dio una fuerte bofetada que de hecho a él no le gustó mucho. Él no soportaba que le tocaran, pero no hizo nada al respecto contra ella y solo se limitó sonreír con altanería y luego dijo:

—Disculpa mi sinceridad, tal vez he tenido un día de mierda.

—¡Jamás habías sido tan grosero, Valko Worwick!

—Jamás te me habías regalado tan rápido, Lena Greentower, o bueno sí ya lo habías hecho, pero está bien, te entiendo. Hemos estado muchos años distanciados y entiendo tu necesidad, pero ya sabes dónde están mi corazón y mis deseos, eso jamás cambiará.

—¿Ella? ¿Aún es ella? —preguntó Lena molesta.

—Siempre será ella, lo sabes.

Lena se disponía a salir de la habitación de Valko sin decir más nada sintiéndose humillada por el desprecio del príncipe, pero este la detuvo al llamarla por su nombre, diciendo —Lena.  —ella lo miró—. Mañana quiero que te pongas muy hermosa. Iremos a caballo hasta Extronia y recorreremos el pueblo. Necesito hacer algunas cosas.

—¿De verdad?

—Sí, quiero que me acompañes.

Aquel pedido ablandó el corazón enojado de Lena, quien no se resignaba a perder a Valko. Ella quería tenerlo y hacerlo suyo, pero él era muy difícil de doblegar y ella solo pudo decir que sí, dejando de lado humillación a la que fue sometida minutos antes por boca de él. —Está bien, iremos mañana.

—Bien, retírate. Estoy ocupado.

Lena salió de la habitación de Valko, dejando al peliblanco en la soledad de sus aposentos.

Lena salió de la habitación de Valko, dejando al peliblanco en la soledad de sus aposentos

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𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎: 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 & 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄Where stories live. Discover now