𝟒𝟒. 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎

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Capítulo 44

NORTHLANDY (CASTILLO WORWICK)

—Buenas noches, ¿Cómo se encuentra mi hermosa esposa? —preguntó el príncipe Valerio acercándose a Asenya que estaba de espaldas a él mientras la envolvía entre sus brazos y plantaba un cálido beso en su mejilla.

—Bien. —Asenya se giró con una amplia sonrisa en sus labios, encontrándose con el rostro de Valerio, plasmando un beso en sus labios—. Estaba a punto de irme a la cama, pensé que no vendrías.

—Disculpa por la tardanza, estaba solucionando algunas cosas y colocando otras en orden —habló él desatando y retirando el camisón de su traje militar.

—¿Sucede algo? —preguntó ella extrañada, observando a Valerio retirarse el resto de su traje frente a ella.

—Justo eso te iba a comentar, Timothy me envió un comunicado.

Asenya frunció el ceño. —¿Qué te dijo?

—Quiere que vayamos a Xistrinia; específicamente dijo que quiere que todos vayamos.

—¿Y por qué?

—No me profundizó mucho sus razones, pero dijo que necesitaba nuestra compañía y ayuda en el palacio por un asunto delicado que nos contaría en profundidad cuando llegáramos —dijo Valerio colocándose unos pantalones de tela para entrar en la cama—. Dejó muy en claro que tu presencia y la de Esenya eran muy fundamentales en el palacio Wiczex.

—Qué extraño, ¿no crees?

—Pues sí, pero ya sabes cómo es Timothy. Seguramente ese niño nació igualito a su padre, además es tu hijo, tú lo tuviste, no yo, no tengo la culpa de que saliera misterioso —dijo Valerio tratando de esconder una risa de burla en su rostro mientras miraba a Asenya.

—¡Valerio! —exclamó Asenya sonriendo por las ocurrencias de su esposo, que a pesar de los años su humor no cambiaba.

—¡Bueno, ya está bien! Creo que el asunto debe ser serio.

—Está bien, para mí no hay ningún problema en ir. Mañana le diré a Esenya y a Hermanni que se preparen para partir y me llevaré a Brida.

—Claro, para mí no hay problema. ¿Pero ella se encuentra bien para ir? ¿Cómo ha seguido? —preguntó Valerio, entrando en la cama junto con su esposa.

—Ella se encuentra mejor, gracias a los dioses lo que sucedió en el patio de armas no pasó a mayores.

—Sabes, hay algo que me tiene muy inquieto sobre esto.

—¿Qué?

—¿Tú de verdad no sabes si Brida tuvo hijos o nietos?

—Bueno, ella dijo que no y las veces que se ha tocado el tema siempre me dice lo mismo, aparte siento que no le gusta mucho hablar sobre eso.

—Entonces creo que esa sería la razón por la cual hace lo que hace.

—¿A qué te refieres?

—Bueno, desde que nos vinimos a vivir aquí a Northlandy y ella llegó pidiendo el puesto de cuidadora de nuestros hijos y desde que los tuvo en sus brazos, siempre he notado una devoción un tanto peculiar por ellos. ¿Tú no? —Valerio miró a su esposa.

La duda comenzó a invadir a Asenya en ese momento y su mente no tardó en analizar las palabras de Valerio. —Ahora que lo dices, sí, ¿desde cuándo llevas pensado esto?

—Desde siempre mujer, solo que tomando en cuenta que ella jamás tuvo hijos, entiendo que de pronto los quiso y no pudo y ahora ve en nuestros hijos los hijos o los nietos que no logró tener.

𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎: 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 & 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora