3. ¡No quiero un esposo!

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【Glass】

Mi madre está radiante desde que recibió la respuesta a una carta que escribió hace dos meses. Lo que podría parecer un asunto trivial se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza. Se trata de la respuesta de una familia específica que nos ha invitado a una cena familiar este fin de semana, con el propósito de discutir la posibilidad de un matrimonio arreglado entre el sub-Alfa de su familia y un Omega de la nuestra.

Ese desgraciado soy yo, por cierto.

—Deja de mirarme con esa expresión tan irritante, Glassian —ordena mi madre, recobrando la calma después de finalizar una conversación telefónica con una de sus chismosas amigas—. El sub-Alfa Etherion es un partido de gran valía para ti y un impulsor significativo para nuestra pequeña aunque prometedora familia. Posee una playa privada en el extremo este de la isla, varios negocios pesqueros y extensas tierras con papayas, maíz y café. ¿Comprendes la importancia de todo esto?

—¡No quiero un maldito esposo!

—Cariño, ¿tienes idea de lo provechoso que resulta llevar a cabo esto por nosotros? —Su tono puede sonar dulce, pero en realidad sé que busca algo más que mi felicidad o encontrar pareja. Comprendo cuál es mi papel en esta familia, aunque no cederé tan fácilmente—. Eres el único que persiste en ignorar a los pretendientes, incluso llegando al extremo de burlarte de algunos de ellos con el fin de empañar la reputación de sus familias cuando nuestros caminos se cruzan.

Pongo los ojos en blanco y miro en dirección a la ventana con las cortinas abiertas, mostrando un suave color anaranjado que señaliza la tarde en la isla. 

—Si hubiéramos aceptado la idea de papá de mudarnos a la ciudad cuando aún estaba con nosotros... —murmuro, pero de repente me detengo en seco. Hablar de él es doloroso, incluso después de haber transcurrido más de quince años desde su trágica desaparición en el mar, junto a los cuerpos de otros diez hombres que nunca fueron encontrados—. No importa ahora...

—Glass... —Mamá me mira con un destello de lástima, consciente de mis opiniones al respecto. También sé que no puede desafiar la voluntad de los ancianos de la isla, y está actuando de acuerdo con nuestras leyes insulares para asegurar que mi futuro no se vea completamente oscurecido—. Eres el último de mis hijos solteros, cariño, y conozco tus sueños desde que eras un niño aventurero... pero nosotros no pertenecemos a esa tierra de bárbaros y saqueadores.

Vivimos en una isla llamada Hayu, que se encuentra a treinta minutos en barca de la isla de Yeyu. Como islas vecinas, están conectadas por arrecifes de coral que forman varios caminos a lo largo de kilómetros. Las normas, ocupaciones, mentalidad y tradiciones son prácticamente idénticas en ambas. Esto significa que los consejos de ancianos Omega son los encargados de establecer nuestras leyes, y los adultos se aseguran de que los niños las aprendan desde temprana edad, como un mantra... o, dependiendo de cómo se vea, como una secta.

Los Omegas solteros no pueden abandonar la única ciudad amurallada que existe en la isla. Esta ciudad se encuentra en el centro de la isla y está rodeada por murallas de más de quince metros de altura, tan resistentes como el diamante, lo que hace que escalarlas sea imposible. La única forma de salir de la ciudad es a través de tres vías: acompañado de tu padre o familia, con un permiso de trabajo (pero solo si tienes pareja), o en un ataúd. La entrada a la isla está prohibida para todos excepto para los Omegas.

En Hayu, los Betas viven principalmente en las zonas periféricas de la isla, donde se dedican principalmente a la pesca, al turismo y a los deportes acuáticos. Aunque nunca he tenido la oportunidad de conocer a un Beta en un contexto más "cercano", tanto mi madre como mis hermanos aseguran que son individuos algo peculiares que solo muestran amabilidad si tienes dinero para pagar por sus servicios o productos. En cuanto a los sub-Alfas, que son un grupo bastante pequeño y restringido, mi hermana mayor me ha contado que aquellos que nacen en una familia son considerados afortunados y altamente deseados, mientras que los que se encuentran en estado salvaje son cazados para ser vendidos en subastas.

𝕰𝚕 𝓢𝚎𝚗𝚝𝚒𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘 𝕰𝚚𝚞𝚒𝚟𝚘𝚌𝚊𝚍𝚘Where stories live. Discover now