17. Una noche inolvidable

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🐼: Fictional - Khloe Rose

— Lo siento, pero mi cuerpo se niega a procesar esa información; por más que la repitas.

Teníamos a Robin encerrada en el dormitorio, sentada sobre la silla del escritorio. Phoebe dejaba salir todas sus inquietudes y yo, mordía el interior de mi mejilla pensando en una rápida solución y esperando que el pelirrojo no se enterase.

— ¡¿Siquiera me estás escuchando?!

— ¿Eh? —levantó la mirada de su dibujo en proceso en la tableta.

La morena suspiró, frustrada y con ganas de caerle a coñazos a su amiga. Siempre existe un motivo para este tipo de comportamiento y, la verdad es que no deberíamos estar enojadas o "darle una lección de vida" a la pelirrosa sabiendo que en definitiva no ha hecho nada malo. En nuestro interior, sabíamos que este día llegaría. Pensé que Max actuaría con rapidez. ¿Se habrá dado por vencido?

— Pudiste decirnos.

— Fue una simple cita. ¿Sabes? No está prohibido, soy una mujer adulta.

— ¿Con Sebastian? ¿En serio?

— ¿Qué? —replicó, con tono amenazante— Que yo sepa, no está casado o en una relación. Es un hombre libre al igual que yo. Apenas Pheebs se enteró de la cita, irrumpió en nuestro dormitorio para realizar un debido interrogatorio.

Eso fue hace una hora.

Robin se dispuso a terminar su dibujo en otro momento levantándose y pasando a nuestro lado para entrar al baño.

— Pensé que serían más comprensivas con respecto a este tema.

Intercambiamos miradas y pasé una mano por mi cabello. Cerró la puerta y me dirigí hacia la morena.

— Yo me encargo a partir de ahora ¿bien? Recuerda lo que hablamos ese día.

— Lo sé, lo sé —rascó su entrecejo—. Reaccioné un poco airada.

— Mucho, diría yo.

— Agh, no sé qué me está pasando.

Caminó hasta la esquina de mi cama donde se sentó inclinando su cuerpo hacia adelante y apoyó los codos sobre sus muslos escondiendo el rostro en sus manos. La he notado un poco diferente estos últimos días. Su personalidad es bastante deslumbrante y ahora está apagada. Como si algo estuviera afectando su felicidad. Lo reconozco, tengo experiencia.

— Tienes mucho en tu cabeza ¿cierto?

— La universidad, el trabajo...

— Phoebe —me senté en el espacio a su lado—, estoy hablando sobre ti misma —bajó sus manos y me miró.

— ¿A qué te refieres?

Robin salió del baño e intercambió miradas conmigo comprendiendo la situación. no se acercó del todo, se cruzó de brazos recostándose del muro.

— No está pasando nada.

— Mentira —giró la cabeza para verla—, siempre tienes tus uñas impecables y ahora están sin pintar y arreglar quitando el hecho de que te las estás comiendo.

— ¿C-Cómo lo notaste?

— Pheebs, tienes dos opciones.

Es increíble el funcionamiento del entorno, el funcionamiento de las personas. Phoebe aparenta manejarse bajo control, pero hay momentos en donde hasta la flor más hermosa, llega a marchitarse. Ella es como esas típicas chicas que las ves caminando por la calle y que inspiran serenidad y control cuando es todo lo contrario. Simplemente han soportado tanto rozando su punto de quiebre.

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