Aviones de Papel

🐼: ¿A dónde vamos? - Morat

"Que siendo un extraño te dije: te amo. Te he estado buscando por más de
mil años y tú respondiste: ¿a dónde vamos? (...) Y aunque la historia
no estaba prevista, somos la prueba de que existe el amor
a primera vista."

Morat

Un año y siete meses después

— Papá, voy a salir. Regreso más tarde.

Bajó el periódico para mirarme. Sonrió tenuemente y asintió. Sigue estando igual, solo cambió de gafas porque se sentó en las otras y terminaron completamente rotas. Continúa usando el anillo de bodas.

— ¿Me prestas el auto?

— Por supuesto. Atrapa —me lanzó las llaves con el llavero de Minion que le obligué a comprar—. Escribe cualquier cosa.

— ¡Lo haré!

— ¿Puedes comprar mis medicamentos antes de regresar?

— Claro —me puse la bufanda—. ¿La receta dónde está?

— En la guantera.

Apenas obtuve mi título como licenciada en psicología, me mudé con papá a la casa que compartió poco tiempo con mamá hasta su lecho de muerte. Ambos estamos trabajando a tiempo completo, yo como asistente en un consultorio y él en una empresa de renombre. Nos está yendo bien. Muchas cosas han cambiado por aquí. Tuve la pésima idea de seguir un tutorial de Tik Tok sobre tener flequillo sin necesidad de ir a un salón —sabiendo que mi cabello es rizado como un papa— y ahora tengo flequillo. Son como cinco hebras de cada lado que se enroscan, pero me gusta. Robin lleva el cabello de color lila y mucho más largo, Max está igual, con el cabello un poco más corto y con un tatuaje a un lado de su muñeca de un ancla que Robin diseñó. Según él, ahora es un maleante por tener varios tatuajes o algo así, creo que no comprendió el significado de la palabra cuando me escuchó decirla.

Phoebe y Pamela regresaron y ahora portan un anillo de promesa. Pheebs está trabajando en un proyecto en la empresa M&S para abrir un área de psicología y de ayuda para los trabajadores y sus hijos. Ambos fundadores apoyaron la idea y parece que va en buen camino. Ellos permanecieron juntos y yo me alejé, bueno sigo estando en Quebec, pero a varias horas de distancia. Era lo mínimo que podía hacer después de mi ruptura con Dylan. No he vuelto a saber de él desde aquel lluvioso día, no he tratado de escribirle ni de llamarlo; tal como lo pidió. Sin embargo, he mantenido el contacto con su familia, por lo menos con Dani y Diane. Sigo haciendo de niñera de los pequeños cada vez que puedo y suelo visitar muy a menudo la pastelería que Danielle abrió. Colette y yo continuamos con nuestros domingos de poker y no es por echarme flores, pero le gané dos partidas.

Sé lo que están pensando: no lo estás dejando ir al seguir con su familia, pero lo pensé mucho. Ellos también quieren estar conmigo... Agh, ¿a quién quiero engañar? Todavía lo sigo queriendo, es posible que él esté con alguna chica gringa, rubia, de ojos azules y tetona con posible riesgo de morir en un tiroteo universitario, de un supermercado o una discoteca. Ok, quizá eso fue mucho, en mi defensa ese país no me inspira mucha confianza.

Dejé la casa rápido para seguir mi lista de actividades para el día al pie de la letra. Y sí, ahora manejo. Me he quitado un poco ese miedo a conducir, a las personas no, a conducir sí. La diferencia es clara. La radio se encendió al mismo tiempo que el motor. Uh, que raro. Jamás he visto esa luz encenderse antes, ¿será normal?

Súbele el volumen a la radio y verás que se le quita cualquier achaque al auto.

Ya se quitó, quizá es un error mínimo en el tablero. De haber algún problema, papá me lo diría. Usó el auto ayer y regresó a la perfección. Conecté mi música a la radio y comencé la aventura del día de hoy.