25. Flores marchitas

67 6 0
                                    

⚠️: ADVERTENCIA DE CONTENIDO


Hoy se cumplen tres meses desde el accidente. Dos meses después de que decidimos iniciar nuestra relación, un total de cinco meses. Sumado a eso, también pasó un año desde que llegué al país, a la universidad. Un año desde que los conocí. Ha pasado bastante tiempo ¿no? Será mejor que te ponga al día. Dylan y yo sufrimos un accidente automovilístico grave a un par de días de su cumpleaños después de estar en casa de su abuela. Se supone que iríamos al nuevo autocine que recién inauguró. La verdad es que no recuerdo mucho sobre aquel día, supongo que he querido olvidarlo un poco, como un mecanismo de defensa.

Mi versión de los hechos no ha cambiado desde que recobré la consciencia, tres días después del accidente y pude brindarle información a la policía. Tuve que ser yo quien lo hiciera porque desde aquel día, Dylan no ha despertado. En las noticias siguen culpándonos porque pensaron que participamos de una regata que salió mal, mas no fue así. Jamás lo haríamos. ¿Cómo íbamos a saber lo que pasaría esa noche? ¿Cómo íbamos a saber que nuestras vidas cambiarían para siempre? Pudimos haber muerto. Debido a la gravedad del impacto, ninguno de los conductores se pudo dar a la fuga porque los tres carros fueron pérdida total. La policía mantuvo en custodia a los responsables: dos adolescentes de diecisiete años que fueron lo suficientemente inteligentes para no beber mientras conducían, pero sí lo suficientemente idiotas como para hacer una carrera en una vía transitada.

¿Qué otra cosa se me olvida? Ah, sí, las heridas. Sufrí una contusión grave, dos hemorragias en el pecho. Tuvieron que reconstruir gran parte de mi mano derecha, específicamente los dedos, o más bien una reconstrucción de tendones. Actualmente, mi mano sigue un poco boba, es decir que no puedo moverla mucho. Estoy aprendiendo a escribir con la mano izquierda porque el proceso de recuperación ha sido largo. Además de eso, tuve dos costillas rotas que sanaron progresivamente; un esguince en el hombro derecho y una fisura en el pie izquierdo. Me dieron el alta hace casi tres semanas, pero sugirieron el uso de una silla de ruedas al no poder andar con muletas por la gravedad de mis heridas en los brazos, por lo menos durante semana y media. Los moretones, cortes y raspones fueron lo más suave.

Dylan se llevó la peor parte. Tuvo dos hemorragias cerebrales, una perforación en el pulmón que lo llevó al quirófano de urgencia y recién salió de la UCI, de la rodilla para abajo los huesos se rompieron en varios pedazos en su pierna derecha. Tuvo un corte de sesenta puntos de codo para abajo en su brazo izquierdo debido a la cantidad de vidrios que se incrustaron en la misma, tres dedos rotos de la mano izquierda y fracturas en las costillas, pero no quisieron decirme cuantas para no alarmarme. Lo repito, los moretones han sido lo que menos duele. Estuvimos dentro del mismo hospital hasta el día que me dieron el alta, pero no lo podía ver. Me lo prohibieron. Papá sí pudo verlo y cuando regresó a mi habitación, la impresión en su rostro era evidente. Estuve varios días sin comer y sin dormir rezando para que estuviera bien cuando tuvo un paro y la reanimación fue necesaria. Cuando salió de peligro, sentí que volvía a respirar. Danielle fue a visitarme un par de veces, trayendo consigo varias flores, pero siempre estaba dormida. Esas flores se marchitaron el mismo día que salí del hospital. Los entiendo, yo tampoco podría verme a la cara sabiendo que la idea de ir al autocine fue mía y que por mi culpa, su hijo sigue sin despertar. Es una mierda.

Regresé a la universidad para ponerme al día, ciertos profesores me han ofrecido una gran ayuda para recuperar los exámenes. Ha sido bastante duro, pero haré lo que pueda para no perder el año. Es el último, pronto seré psicóloga para aconsejar a las personas a no cometer mis mismos errores porque vaya que soy estúpida.

Hablando de graduaciones, Max obtuvo su diploma, pero decidió no participar del acto sin su mejor amigo. Según Robin, te ofrecen el diploma por ventanilla o entrar en la siguiente promoción para participar del acto, y su familia optó por esperar al siguiente acto. Supongo que Dylan hubiera decidido igual. Max también decidió esperar. Él junto a Aisha han estado dirigiendo la empresa mientras el padre de Dylan está en el hospital acompañando a su hijo. He leído las noticias, están haciendo un buen trabajo. Su último videojuego se vendió muy bien en el mercado. Incluso Tylee lo compró porque Dylan le aseguró que era muy fácil de jugar, en su fiesta de dieciséis años. Nos la pasamos muy bien aquella noche, reímos, bailamos, comimos y lloramos. Yo, por mi parte, no bebí ni una sola gota de alcohol, no quería hacer el ridículo.

Aviones de PapelWhere stories live. Discover now