Capítulo 52.

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Julieta.

Todo había pasado en cuestión de segundos, mi vida había cambiado en cuestión de segundos.

Tenía a mi padre en mis piernas desangrándose y a una corta distancia de mi estaba Aidam en un gran charco de sangre.

Hendrick había llegado a mi lado con más de diez hombres a su lado arrestando a a Jaxon y Danillo.

—¿Estás bien? — Hendrick examinó mi rostro y observó por encima de mi cuerpo, que aúnque estaba lleno de sangre supo que no era mía si no de mi padre.

Asentí temblando de miedo.

Mi padre se había atravesado por mí y recibir ése disparo, él lo había hecho, por primera vez después de tanto tiempo hizo algo por mi.

—¿Papá? — Intenté llamarlo pero sus ojos estaban cerrados.

Limpie las lagrimas que nublaban mi vista.

Dos personas se acercaron a mí para llevarse a papá de mi lado.

Logré levantarme del suelo con ayuda de Hendrick.

Pero no podía olvidarme que Aidam estaba a una distancia de mi desangrándose. Dos personas más lo estaban ayudando también.

—¡Hendrick! Su pulso está muy débil, debemos sacarlo de acá o seguirá perdiendo sangre y morirá. — Un paramédico le gritó a Hendrick.

Me acerqué a la camilla donde lo estaban atendiendo para estar junto a él.

Le vi su rostro pálido al igual que sus labios.

—No puedes irte, no tú Aidam. — Le susurré dejando un corto beso.

A los segundos dos ambulancias se estaban llevando a papá y Aidam.

—Todo acabó. — Hendrick me atrajo a él y me abrazó.

Lloré y mucho en ese momento.

Sentí que mi vida se había ido al carajo.

Me dolía amar a Aidam.

Realmente no estaba segura si todo había acabado o sólo era el comienzo de algo que me estaba destrozando.

************

Hendrick había pedido que los trasladarán al hospital en que estaba trabajando mamá y que Kevin se encontraba allí.

Ahora más que nunca necesitaba a mí familia.

Al llegar mamá se sorprende al ver la escena; papá y Aidam en camilla con heridas de balas.

—¿Pero que ha pasado? — Se acercó a mí buscando respuestas.

La abracé y ella me correspondió al instante.

—Debes ayudarlos. —Le pedí.

Ella asintió alejándose de mi y entrar a emergencias.

Dejé caer mi cuerpo sobre la silla en la sala de espera. ¿Que carajo era todo ésto?
¿Cómo el chico que amo pudo haberme mentido todo este tiempo?

Julieta,  La Chica SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora