Capítulo 12

38 7 0
                                    

–¿Entonces te quedarás acá esperando a qué te violen o te irás?–El cruzó sus brazos frunciendo el ceño.

–Buscaba la salida.–Contesté.

El rodó los ojos.

¿Será qué me odia o qué?

–Te guiaré.–Soltó mientras empezaba a caminar.–Pero sí te desvías, no será mas mí problema mocosa.

Empecé a seguirlo en silencio, seguir en una conversación con él, terminaría en una discusión más.

Luego de haber llegado al estacionamiento gracias a él, comencé a buscar el auto de Michell. ¿Y adivinen qué?

Ya no estaba.

–¿Y ahora qué buscas?–Preguntó Aidan con fastidio.

–El auto de mí amiga pero creo qué la muy estúpida me dejó tirada.

Yo sabía qué Michell era muy estúpida, pero en ciertas ocasiones, sobrepasaba sus propios límites.

Aidan soltó una risa.

–Hasta yo lo haría.–Dijo.

–Tú cállate.–Le respondí señalándole.

¿Y ahora cómo se suponía qué volvería a casa? Mi bolso se había quedado en el auto de mí estúpida amiga.

–No necesito qué una mocosa me diga qué hacer.–Ahora su rostro estaba serio.–Así qué adiós.

Dio vuelta para irse, pero lo detuve.

–Espera.–Aidan detuvo sus pasos y volvió hacia a mí.

–¿Y ahora qué quieres?–Estaba frustrado se notaba, pero más notaba qué mí presencia no le era agradable.

–Necesito llegar a casa ¿puedes llevarme?–Pregunté.

–No.

Imbécil.

Ni siquiera lo pensó, sólo respondió y ya.

–Bien, no te rogare si es lo qué pretendes qué haga.–Solté furiosa.

–Nunca te dije qué lo hicieras niñata.

¡Aush!

Él muy idiota se marchó.

¿Y qué se supone qué haré ahora? Caminar era opción pero, tardaría cómo una hora llegar a casa, y si lo haría no estaba segura qué llegara con vida.

Sin más opción empecé a caminar , un trueno hizo qué me me sobresaltara.

Lluvia

¿Era en serio?

¡Estúpida Michell !

¡Estúpido Kevin!

¡Y mil veces estúpido Aidan!

Sin duda alguna estoy siendo castigada por los dioses del cielo.

Una gota cayó en mí nariz. Y luego detrás de esa,unas cuántas más.

–Bienvenida futura gripe.–Bufé.

Mientras peleaba con mi desgracia, noté qué un auto se detuvo a un lado. Pensé qué sería Michell, qué recordó mí existencia, pero no fue así. La ventanilla del auto bajó y observé qué era Aidan.

Se burlara de mí desgracia lo sé en :

1
2
3

–Sube.–Ordenó.

Julieta,  La Chica SuicidaWhere stories live. Discover now