Montados en el barco

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U-Espera - interrumpió Christopher, levantando una mano. Sé bien lo que sigue.- Pasé por esto con Wendy cuando intentamos la inseminación artificial. Fue entonces cuando descubrimos que tenía las trompas bloqueadas.

D- Aún lo siento porque no me dijiste nada.

U- Ya te dije que era algo muy personal - respondió Christopher desviando la mirada.

Y, evidentemente, no era asunto suyo. Dulce no pudo evitar sentirse herida nuevamente, como la primera vez, cuando Christopher se lo dijo.

D- Lo siento, no quise involucrarme donde no me llamaron, se disculpó Dulce vacilante - pero me molesta un poco saber que hay partes muy importantes de tu vida que no sé nada. acerca de. Cuando éramos jóvenes lo compartíamos todo, ¿recuerdas?

U- Ha pasado mucho tiempo - respondió Christopher rápidamente, bruscamente -. Dejamos de compartirlo todo cuando empezaste a ver a esa estrella del fútbol.

Dulce quedó asombrada por la vehemencia que demostró Christopher. El Christopher que recordaba siempre estuvo ahí.

absorto en sus estudios, recaudando dinero. Apenas fue a buscarla, apenas tenía nada que decirle cuando ella llegó a su casa. ¿Era posible que se hubiera sentido herido en ese momento? ¿Lo había ofendido sin siquiera darse cuenta? Dulce quería preguntar, pero no estaba segura de que ninguno de los dos estuviera preparado para tener esa conversación.

D- Quizás deberíamos cambiar eso de ahora en adelante. Si todo va bien, en menos de un año podríamos estar compartiendo familia.

Christopher asintió sin mirarla, permaneció en silencio. Luego levantó una mano y tomó la de ella.

U- Bueno, es una buena idea - dijo, acariciando suavemente sus nudillos con el pulgar, creando una intimidad entre ellos que corría por sus venas -. Tengo el presentimiento de que esto saldrá bien. Estaremos muy bien juntos, en muchos sentidos.

Ese calor comenzó a expandirse por el cuerpo de Dulce, y su respiración se volvió entrecortada, mientras su imaginación creaba imágenes vívidas de ambos, en uno de esos sentidos en los que se encontrarían muy bien.

- Sí... Sí, es probable - asintió ella, alejando la mano -. Bueno, mañana tengo que trabajar, sería mejor que nos vayamos.

Mientras se despedían cerca del restaurante, Dulce se dio cuenta de que su vida acababa de dar un giro repentino. Se volvió hacia Christopher, levantó ambas manos y dijo:

D- Gracias.

U- Gracias a ti, Dul - respondió él, sonriendo y tomando sus manos para estrecharlas. Te llamare mañana.

D- Muy bien.

Dulce subió al auto y se fue a casa nerviosa y feliz. Casi salté de alegría. Para ser honesta, tenía que admitir que no era el hecho de haber convertido su sueño en realidad lo que más la emocionaba. Si todo iba bien, se casaría con Christopher. Y, aunque nunca lo había sospechado, la idea le resultaba inmensamente atractiva.

 Un Hijo Tuyo Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin