Epiologo

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-Agarra, papi!

Christopher levantó ambas manos instintivamente, cuando vio llegar una pelota de béisbol que, sorprendentemente, fue directo a su pecho, mientras salía del garaje.

U:Sí, espera a que me cambie de ropa y vaya por un guante. ¿De acuerdo, Emy?

Emily Uckermann escupió en el suelo, como sólo un niño de cuatro años puede hacer, y corrió hacia su padre.

E:Bien.

U-¿Y su hermana? preguntó Christopher mientras tomaba el terror de la casa en sus brazos.

D- ¡Emilia! - gritó Dulce abriendo una ventana del segundo piso.- Acabo de acostar a Nicolas y como lo despertaste, te juro que le quitaré la cena. ¡Oh hola! saludó alegremente a su marido. Estoy bajando ahora mismo.

E- Susy está ayudando a Finn a pintar la habitación de Eduardo - informó Emy a su padre. Yo también he ayudado pero me cansé de pintar.

U:Entiendo.

Cuando se abrió la puerta trasera de la casa, Christopher levantó la cabeza por encima del cabello rubio de su hija y contempló la figura de su esposa, parada en la entrada. Dulce llevaba a otro bebé en sus caderas y se apartó el cabello de la cara, suspirando, mientras le sonreía a Christopher. Hola, alborotador - saludó Christopher a su hijo de tres años y medio, tomándolo en brazos con la mano libre y besándolo ruidosamente, mientras observaba que estaba manchado de pintura -. Tú

U:También ha ayudado a Finn, ¿verdad?

Edu:Ajá, Eduardo asintió, mostrando las manos. Sucio.

U:Sí - dijo Christopher dejando a ambos niños en el suelo -. ¿Por qué no van ustedes dos a decirle a Finn que es hora de dejar el cuadro? Luego a lávarselas manos y prepárarse para cenar.

Christopher se enderezó, observó sonriendo a sus hijos, quienes comenzaron a correr y abrió los brazos para recibir a su esposa. Dulce se arrojó sobre él y le acarició la cintura y la espalda debajo del abrigo.

D- Hola, querido.

Su corazón latió más rápido cuando vio el brillo de amor en los ojos de Dulce. Inclinó la cabeza, buscó su boca y disfrutó de las curvas de su esbelta silueta contra él. ¿Se acostumbraría alguna vez a que Dulce lo amara? Incluso ahora, después de cinco años de matrimonio y cuatro hijos, ella era capaz de derretirlo con una sonrisa. El amor de Dulce fue el milagro de su vida.

U- ¿Todo bien hoy? preguntó Christopher ¿Nicolás sigue igual?

Su hijo menor cumpliría seis meses al día siguiente y le estaban saliendo los dientes. La noche anterior, Christopher y Dulce se habían turnado para levantarse y atenderlo.

D:No está tan mal - dijo Dulce besándolo en el cuello y susurrando en su oreja: Finalmente le salió el diente. Hoy tuvo una buena siesta y apuesto que dormirá bien esta noche.

Una ola de excitación recorrió el cuerpo de Christopher cuando sintió la boca de Dulce en su cuello. Christopher deslizó sus manos por su espalda hasta tocar las curvas de su trasero.

U:Eso espero, porque tengo grandes planes para esta noche.

D:Apuesto que sí, respondió Dulce, riéndose y presionándose contra los obvios "planes" de Christherer.

U:Pero sólo si no estás demasiado cansada - advirtió Christopher, entendiendo que cuidar de cuatro niños y un negocio, incluso con la ayuda de Finn y Penny, era agotador.

D- Hoy tomé una siesta.

U- Bueno - respondió Christopher, besándola profundamente de nuevo. Te quiero, susurró contra sus labios -. El día que decidi que quería tener un hijo fue el día más feliz de mi vida.

D- Y el día que decidí que el padre de mis hijos sería un eminente soltero de oro era el mío, contestó Dulce con ojos brillantes, mientras Christopher la tomaba en sus brazos y entraba al ruidoso hogar lleno de niños que habían criado juntos.


 Un Hijo Tuyo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora