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Estaba irritada - respondió Dulce. Estabas dejando el instituto y a mí todavía me quedaban dos años de escuela. Hasta ese día, siempre me habías llevado de la mano. Era la primera vez que me separaba de ti, y sólo de recordarlo no pude soportarlo - explicó, rozando los sonrientes labios de Christopher con un dedo -. Tú, en cambio, estabas emocionado.

U- Es extraño que estuviera emocionado, odiaba estar separado de ti - confesó Christopher con sinceridad.

D- ¡Ay, Christopher ! ¡Estábamos tan unidos! ¿Qué pasó?

U- Me abandonaste por un
futbolista - dijo con seriedad, más en serio de lo que inicialmente pretendía. Cuando Dulce volvió a aparecer, intentó corregir su gesto y sonreír. Y me hice millonario y encontré una chica que me quería.

- La cena está lista, anunció Finn, entrando a la sala. ¿Cuándo me vas a presentar esta joya, Christopher?

Dulce sonrió y extendió una mano. No se sorprendió por el mechón de pelo rosa brillante del mayordomo, ni por sus pantalones de cuero, que parecían estar pintados directamente sobre su trasero finlandés con quien se estrechó su mano y ella preguntó:

D- ¿Piensas en conquistarme?

U-No cariño, solo quiero que me prestes tu ropa, si es que todas son tan hermosas como las que llevas hoy - respondió Finn acariciando con un dedo la blusa de seda de Dulce.

Dulce se echó a reír. Finn tocó su reloj y se volvió hacia Christopher con cara hostil.

- Cinco minutos como máximo. Ya sabes lo que me irrita cuando dejo que la lechuga se marchite - comentó el mayordomo saliendo de la habitación.

D- ¿De donde lo sacaste? - preguntó Dulce.

U- Finn es único, ¿verdad? - Christopher sonrió encogiéndose de hombros. Tu tía era nuestra sirvienta, pero tuvo que irse por un problema en la rodilla. Finn vino a reemplazarla temporalmente, pero luego me di cuenta de que era un excelente cocinero y una joya con la computadora. Cuida la ropa, vigila al jardinero, hace de todo. No sabría qué hacer sin él. Fue de gran ayuda para mí cuando Wendy murió. Su colega sentimental había fallecido justo antes de que él empezara a trabajar aquí, por lo que sabía muy bien por lo que estaba pasando.

D- Me gusta.

U- Yo también, pero te aviso que te pones de humor de perro cuando dejo que se enfríe la cena.

D-Así que no le hagamos esperar - respondió Dulce entrando al comedor. Finn había puesto la mesa para dos y encendió la chimenea. Sobre la mesa había colocado flores y candelabros. Es un tesoro, no tuve que hacer tanto.

U- No fui yo - se rió Christopher -. Sólo le pedí a Finn que preparara la cena. Eso era lo que planeaba.

D- Bueno, sabes a lo que me refiero.

U-Quería que esta cena fuera especial - confesó Christopher encogiéndose de hombros.

D- Por que?

U-Bueno, comencemos un nuevo capítulo en nuestras vidas, ¿de acuerdo?

D- Sí, es verdad - confirmó Dulce bajando la vista.

Ambos permanecieron en silencio hasta que Finn terminó de servir la cena. Cuando se fue, Christopher se aclaró la garganta y dijo:

U- ¿Cuánto tiempo llevará saber si has quedado embarazada una vez?

D-Me harán un seguimiento haciéndome análisis de sangre cada tres días. Tienen que averiguar si mi nivel Beta aumenta. Supongo que es una hormona. Según parece debería subir poco a poco, y cuando llegue a los dos mil significará que estoy embarazada. Después de seis o siete semanas me enviarán al obstetra para que controle el embarazo. A menos que surjan dificultades, claro. Pero espero que no.

U- Está bien, sigamos adelante.

Así lo hicieron. Christopher se levantó temprano el jueves siguiente para ir al centro de fertilidad, donde una enfermera le dio un frasco esterilizado y lo condujo a una habitación en la que muchos otros hombres antes que él habían extraído una muestra de esperma. Según la enfermera, la sala contaba con fundamentos visuales del caso: revistas, videos.

Christopher se abrió los pantalones con nerviosismo. ¿Qué pasaría si no pudiera...? Nunca había tenido ningún problema, pero esa situación era estresante. Al final lo único que le quedaba era pensar en Dulce. Su cuerpo respondió como siempre, nada más que imaginar. ¿Entendía realmente cómo sería su relación una vez casados? Christopher estaba dispuesto a ofrecerle una habitación para ella sola, pero su intención era compartir la cama cada noche.

Al día siguiente, Christopher repitió la operación. Y cruzó los dedos suplicante mientras se lavaba las manos. Si ese procedimiento lograba los resultados deseados, Dulce y él se casarían. Ella había preferido no verse durante esos días, pero Christopher llamó esa noche.

U- ¿Estuvo todo bien?

D- Sí, todo salió bien. Ahora solo queda esperar - respondió Dulce.

 Un Hijo Tuyo Where stories live. Discover now