Nos casamos

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Minutos después, Dulce fue trasladada nuevamente a la cama de su habitación. Al llegar, uker y ella se miraron aún asombrados.

- Gémelos - comentó - No lo puedo creer. -.

Dulce se sentía desorientada, sus sentimientos eran contradictorios. Quería tener un bebé, pero con condiciones. Un embarazo fácil, sólo un bebé, nada que interfiriera en su vida. Pero allí estaba ella, acostada en una cama de hospital, inmersa en un proceso que requeriría toda su atención.

Dos bebes. Fue emocionante. Saber crearlos sin salir de la galería, Dulce Estaría encantada. Por supuesto, Christopher podría permitirse una mejor atención, pero entonces sería un extraño quien cuidaría de los niños. Dulce quería criarlos personalmente. De hecho, quedó asombrada por su espontáneo instinto maternal, que había surgido con sólo pensar en la posibilidad de contratar a alguien.

U-Yo tampoco puedo creerlo, respondió Christopher. ¿No hay gemelos en mi familia y en la tuya?

D- No lo sé, nunca nadie lo mencionó - dijo Dulce -. Ni siquiera sé si mi abuela tenía parientes, pero mi madre no era gemela, eso es lo que sé.

U- ¿Y no dejaron ningún documento que pudiera arrojar luz sobre la historia de su familia? - preguntó Christopher sentándose en el borde de la cama. Bueno, no importa, - lo importante es que vamos a ser padres de gemelos.

Dulce observó la expresión en el rostro de Christopher. No parecía que la idea le disgustara. Christopher se levantó y caminó de un lado a otro de la habitación, diciendo:

U- Cuando salgas del hospital, nos casaremos. Puedes mudarte a mi casa y...

D- ¡Oh mi! - exclamó Dulce. Ese no fue el trato. Acordamos casarnos al final del primer trimestre.

U- ¿Y por qué esperar? - preguntó Christopher con impaciencia.

D- Aún faltan ocho meses, nadie sabe qué puede pasar. ¿El hecho de que esté aquí no te ha enseñado nada? - agregó Dulce extendiendo sus manos.

U- No pasará nada, dijo Christopher con firmeza.

D- No lo sabemos.

U-Es una tontería esperar - respondió Christopher suspirando -. Odio la idea de que tengan que hacer los cálculos, para ver si fue antes de que nacieran los gemelos o de la boda.

Dulce empezó a reír, pero luego se dio cuenta de que Christopher hablaba en serio. Por primera vez, se dio cuenta de lo mucho que le molestaba la idea de tener un hijo fuera del matrimonio, y le hizo preguntarse si el límite temporal que había establecido era arbitrario. ¿Estabas realmente preocupada por lo que pudiera pasar durante el embarazo? No, tenía la sensación de que todo estaría bien. Entonces, ¿por qué esperar?

En realidad, había aceptado la idea del matrimonio, incluso esperándolo con impaciencia. Además, había otros aspectos a considerar. Por ejemplo, el hecho de que se sentía atraída por Christopher. Cada vez que él la tocaba, ella comenzaba a temblar.

U-¿No me estás escuchando? - preguntó Christopher de mal humor.

D- Lo siento - respondió ella -. Es correcto. Podemos casarnos ahora mismo, si quieres.

U- Qué...? Por qué...? preguntó Christopher perplejo, transformando por completo la expresión de su rostro.

D- Es verdad, todo irá bien - respondió ella sonriendo -. ¿Por qué esperar?

U- No te preguntaré si estás a salvo, porque tu respuesta me asusta - dijo Christopher, sentándose en el borde de la cama para tomar el rostro de Dulce entre sus manos, con ardientes ojos azules que la hipnotizaban. Christopher la acarició y pasó los dedos por su cabello, agarrándola por la nuca. Gracias - añadió, tocando sus labios.

 Un Hijo Tuyo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora