Bienvenida a nuestro hogar

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A la izquierda del armario había una puerta que conducía al baño. Realizado en mármol rosa, con ducha, también contaba con una bañera de hidromasaje, elevada sobre dos escalones y decorada con una colección de plantas y sales de baño. Tras ella, una ventana de cristal opaco, y en un extremo, un televisor. Dulce entró al baño para verlo todo. En la pared opuesta a la bañera había dos baños. También disponía de una cabina cerrada con servicio y bidet. Del otro lado, la puerta del dormitorio de Christopher.

U- Mi habitación - informó Christopher.

Dulce se giró sin decir palabra y entró nuevamente al dormitorio. Se sentó en la cama y ambos hombres la miraron.

U:¿Pasa algo?

D- Me acabo de dar cuenta de lo rico que es, dijo Dulce mirando a Christopher -. Es desconcertante.

U:Sólo porque mi baño es realmente espectacular? Se rió Christopher .

D:No, para todo no - Dulce negó con la cabeza. ¿Era este el...?

U:Sí, era el dormitorio de Wendy. Christopher asintió. Pero Finn volvió a memorizarlo por completo cuando le dije que nos íbamos a casar. Alfombra nueva, muebles nuevos, pintura nueva...

- El cuadro no es nuevo - señaló Finn modestamente -. Tenía miedo de que oliera a pintura y como no estaba estropeado no lo cambié. Simplemente busqué otro papel que encajara. Fue fácil. Hoy en día existen increíbles lienzos y papeles pintados. Los muebles se pueden cambiar si no te gusta el estilo.

D- No, es encantador - respondió Dulce, sonriendo -. En verdad, encantador.

Hice lo que pude, comentó Finn, sonrojándose, saliendo. Te traeré comida en una bandeja, para que descanses toda la tarde.

Después de que Finn se fue, se hizo el silencio. La habitación se veía diferente, sin que el mayordomo se sobresaltara excesivamente. Dulce no pudo reprimir la risa.

D:Es realmente... Vital.

U- Es muy tuyo, dijo Christopher. Si le das un proyecto, trabaja como loco. No tienes idea de lo divertido que te divertiste decorando esto. Decoró toda su habitación, de paso. Le pedí que viniera a vivir aquí y aceptó. De esa manera siempre habrá alguien en casa cuando yo no esté, continuó Christopher, dudando un momento, antes de acercarse a ella. Es hora de descansar. No puedo dejar de bostezar.

D:Sí, me siento cansada, se quejó Dulce. No entiendo.

U:Has estado enferma y estás embarazada, le recordó Christopher, tomándola del codo mientras ella se dejaba meter dócilmente en la cama. Christopher le quitó las botas y la cubrió con la colcha. Tengo cosas que hacer. Deja que Finn te alimente y descansa. Iré a la galería antes de que cierren, a ver si todo va bien.

D-Gracias, respondió Dulce, colocando su mano sobre la de él, sobre la cama.

U- No te preocupes, cariño, sonrió Christopher, inclinándose para besarla en la frente.

D:Me alegro de no tener nada en la mano para tirarle, sonrió Dulce.

Christopher se rió y se fue sin decir nada.

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