12

20.7K 1K 405
                                    

Parte 2/2

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Parte 2/2

Sin esperar a que lo solicitara, aunque dudaba que lo hiciera, jalé el bolso que tendía de su hombro hasta dejarlo descansar sobre mi dorso, notando como su mirada se centraba en como la tela de su accesorio contrastaba con mi vestimenta, así como ansiando percibir si el peso mayúsculo de sus pertenencias conseguía dibujarme un mohín de disgusto.

No sé qué había dentro, pero mierda que pesaba.

Cerré ambas puertas del coche, y sin que Deva lo notara, palpé el bolsillo trasero de mi vaquero. Mis dedos detectaron el material plástico duro haciéndome sonreír al instante. No había olvidado que debía entregarle una nueva base de maquillaje para cubrirle su tan odiado chupetón que descansaba como una obra de arte en su piel. Era una fina marca personal, y si se lo cubría, me aseguraría de que solo yo, o alguna excepción que quisiera colocar sus manos en donde no debía, pudiera notarlo.

Nuestros pasos se sellaban en el polvo que cubría el estacionamiento a medida que nos aproximábamos al ingreso, y por el rabillo del ojo detectaba sus movimientos diligentes. Posaba su atención en la pequeña pantalla de su cámara que capturaba las imágenes de su entorno, grabando sectores del extenso aparcamiento y las siluetas de las atracciones abandonadas, pero principalmente, mi cuerpo movilizándose con simpleza, fingiendo que no me percataba de cómo su mirada se hundía en cada sector de mi contextura física en movimiento.

El cristal de su cámara se desplazó hasta centrarlo en el payaso pálido y temible que nos brindaba una fría bienvenida, y oyendo como sus pasos se amortiguaban hasta detenerse frente a la escultura, roté mi cuerpo en su dirección. Me aproximé, observando los planos magníficos que podía extraer de la grabación que pretendía detener y al mismo tiempo, recorriendo sus facciones bulliciosas.

– Da miedo, ¿verdad? – comenté sintiendo su propia incomodidad.

Su cuerpo se meneó al percatarse con tardía de mi presencia a solo centímetros de rozar su hombro, no obstante, fingió naturalidad.

– Si – respondió perdida.

– ¿Entramos?

– Si.

Ladeé mi cabeza, intuyendo que realmente no estaba oyéndome.

– ¿O quieres grabar antes unas escenas aquí en las taquillas? – intenté con una sonrisa taimada.

– Aja.

– ¿Quieres quedarte a solas con el payaso o a solas conmigo?

– Si...– frunció su entrecejo, intentando descifrar mis palabras en su mente nublada – ¿Qué?

– ¿Estás diciendo que si al payaso o a mí? – inquirí con ironía –. Digo, puedes quedarte con él si quieres, pero yo podría ser un poco más interesante de mirar.

Detrás De Cámaras ©Where stories live. Discover now