Capítulo 2

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_Evelina_habló una voz autoritaria a lo lejos.

Sin importarme un rábano me volteo hacía el otro lado de la cama matrimonial en el  penthouse y me arropo con el cobertor intentando que la luz de la ventana no se filtre por mí rostro.

_Evelina, sabes que carezco de paciencia_vuelve a hablarme esa voz molesta ahora más cerca.

Un gemido de frustración se escapa de mis labios sin poder retenerlo y lloriqueo como una niña pequeña en busca de absoluto silencio para lograr dormir unas horas más.

_¿¡Sabes qué!?Ya no me importa si quieres mover tu jodido culo fuera de esa cama. Es tu responsabilidad si te pierdes de la sesión de fotos_vocalizó Zaiden en un grito fuerte y claro antes de cerrar la puerta del sanitario con un portazo.

¡Maldita sea! ¡La sesión! ¿Cómo fui capaz de olvidarlo? ¡Joder!

Cómo un resorte salto de la cama y comienzo a buscar el outfit que deje armado sobre una silla para esta mañana. Este consiste de un enterizo corto con falda unida de un color lila muy bonito. En cuanto lo encuentro me lo coloco como una loca desesperada sin siquiera detenerme a mirar mí teléfono.

Zaiden aparece en mí campo de visión mientras que yo me maquillo solo un poco (todo muy natural) y me calzo los tacones con algo de altura rápidamente

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Zaiden aparece en mí campo de visión mientras que yo me maquillo solo un poco (todo muy natural) y me calzo los tacones con algo de altura rápidamente. Me encamino hacía la cocina con un trote ligero pero apresurado y vierto en un vaso de cristal el zumo de durazno y naranja, mientras que coloco en la tostadora automática un poco de pan integral.

_¿Viste tu teléfono?_preguntó Zaiden soltando una sonora carcajada que me deja descolocada.

Sin poder creer que sea tan jodido como para hacerme algo así me corro hacía la habitación nuevamente y visualizo la hora en mí teléfono después de encenderlo.

5:30 de la mañana.

Respira.

Respira.

Res...

_¡MALDITO!_Exclamo hecha una furia andante y sin importarme un rábano que se esté riendo de mí me avalanzo sobre el en busca de callarlo de una manera no tan bonita.

_¿Pero qué?_logra articular antes de que le dé una cachetada rápida.

_¿Acaso te crees en el derecho de jugar con algo como esto? ¡Es mí trabajo imbécil y creí por tu culpa que había perdido la oportunidad más grande de mí vida_ digo presa de la rabia con las lágrimas acumuladas en mis ojos.

_Cálmate, solo era una broma_murmura incrédulo con la mano en su mejilla.

_¡Una broma tu abuela! Casi me da algo, idiota. Estoy cansada de tus estúpidas bromas de mierda ¡Siempre es lo mismo!_grito soltando una lágrima solitaria que rápidamente limpio.

_Esta bien, lo admito_dice levantando los brazos en señal de paz_Te juego muchas bromas y algún día debías de explotar.

_Tuviste suerte que no te de en las pelotas_digo sentándome en la silla a un lado de la tostadora ahora con las tostadas arriba ya listas para retirar.

El deseo, de tu cuerpo Where stories live. Discover now