Capitulo 10

14 2 0
                                    

Empujó el carrito de compras por las góndolas del supermercado. Busco lo necesario con calma, sin presiones, disfrutando del momento a solas.

A veces estamos tan encargados en demostrar estar bien para nuestros vínculos cercanos que no evaluamos nuestras emociones por delante de todo lo demás. Es difícil expresarse cuando ni uno sabe lo que le sucede, pero aún así el vacío que presiona constantemente en lo profundo del corazón es señal suficiente para deducir que algo no se encuentran bien.

El salir a hacer los mandados; oh para ser más específica, realizar las compras de la despensa es una terapia semanal para mí, ya que desde niña recuerdo ir con mamá al supermercado y ponerme feliz  porque llevaríamos comida a casa.

«Solo cuando el dinero era suficiente como para pagar»

Desde entonces cuando me siento de alguna manera «asfixiada» salgo a despejarme con la intención de ir dejando cosas dentro de un carrito con rueditas trabadas.

¿Irónico cierto?

No tanto para mí.

Me planto en la sección de vegetales examinado que puedo llevar y de alguna manera hacer uso de mí memoria para saber si aún teníamos tomates suficientes en la suite. En cuanto recuerdo que los utilice está mañana en una ensalada, corto una bolsa transparente del área de la fruta fresca y empaco varios dentro.

Examinó todas las cosas en el carrito con una mirada rápida para comprobar de que no falte nada. Me detengo en la góndola de lácteos y tomo algunos yogures con frutas tropicales que salieron como un nuevo lanzamiento hace tan solo unas pocas semanas para compartir con el intruso que se hace llamar mí novio en las notas y canales de chismes.

Pago todo lo seleccionado con la caja registradora - digital y me marcho apresuradamente rumbo a la suite cuando noto que la prensa comienza a reconocerme.

Mí pobre estómago ruge con ruidos realmente fuertes en busca  de algún alimento, mientras que me encuentro inevitablemente  retenida en el tráfico de Londres,  el cielo oscurece a través del ventanal del auto y mí teléfono comienza a sonar en algún lado del asiento de copiloto, lo busco y contesto la llamada sin mirar el número, ya que deduzco de quién se puede tratar.

_¿Si?_pregunto moviendo unos centímetros el auto al ver que la fila avanza solo un poquito.

_Te estás demorando bastante. ¿Ya vienes?_responde con voz ronca.

_¿Acaso te preocu...

_No jodas_me corta hastiado.

_De acuerdo_rio viendo mis uñas que se aferran al volante de terciopelo azul.

_¿Te falta mucho? Pensaba hacer  pasta_Zaiden murmura después de un silencio.

_Estoy atrapada en el tráfico, deduce lo demás.

_Me lo imaginaba. Bonita hora para salir_dice con sarcasmo.

_Necesitaba salir. ¿Vale? Si seguía un minuto más ahí dentro iba a morir sofocada_murmuro lo último.

_¿Te molesta que esté en la suite contigo?_pregunta sin rodeos.

«Al parecer no lo murmuraste lo suficientemente bajo ¡Cabezota!»

_No me molesta, solo que...

_Dilo_me insita a que hable.

_Me resulta un poco incómodo que tengamos sexo y después convivamos. Es extraño cuando solo somos falsos novios_concluyo girando el volante lentamente por la rotonda a algunos pasos de la carretera ahora un poco más accesible.

El deseo, de tu cuerpo Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ