Capitulo 7

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La tensión que hay en la suite después de cena es inevitable y tensa. Zaiden posa sus ojos en mí con una mirada sensual y cautelosa a mis movimiento, como si el tiempo se hubiera detenido para nosotros dos. La música River de Bishop briggs suena al compás de mi cautivadora danza erótica, mientras que Zaiden, con sus pupilas dilatadas reposa su cuerpo sobre una silla cerca de la cama, su mirada no se aparta de mí, disfrutando cada y uno de mis movimientos. El calor que destila de mí cuerpo es cada vez más intenso, la piel de ambos se puede ver a leguas que brilla por la sudoración, el body de látex se pega como una segunda piel a mí cuerpo, provocando que mis curvas y piel resalten. Los tacones altos se reflejan con la luz violeta de la habitación y mí cabello negro resplandece cada que me muevo para marcar la coreografía.

La canción ya casi llega a su fin por lo que Zaiden me toma de las caderas y baila junto a mí acompasadamente, como si fueramos marionetas en manos de la melodía erótica.

_Me vuelves loco, nena_suelta contra mí cuello.

Muerdo mí labio inferior con fuerza intentado controlar la ganas de acorralarlo sobre la cama y hacerlo mío. Zaiden cuela sus manos sin previo aviso sobre mis senos, tomándolos a su antojo.

«Como a los dos nos gusta»

_¿Qué es lo que quieres?_me voltea sobre su eje permitiéndome verlo de frente.

Sonrió de medio lado y niego lentamente.

_No voy a rogar si es lo que estás pensado_lo corto antes de que vuelva a hablar.

_Eso ya lo veremos, amore.

Comienzo a jadear cuando sus dedos tocando mí punto sensible en un vaivén increíble. Todo sucede tan rápido, pero en menos de nada ya tengo mí cuerpo contra el escritorio de la habitación, dejando a la vista mis caderas voluptuosas y los previos jugos a un orgasmo cayendo con frenesí sobre mis muslos ahora algo mojados y calientes.

_Zaiden_gimo sin poder evitarlo más.

_¿Si, Evelina?

_No juegues conmigo_advierto en un jadeo.

_No lo hago_mumura besando mí espalda ahora totalmente descubierta.

«¿En qué momento saco el traje de mí cuerpo?»

Sin darle más importancia me retuerzo sobre la fría madera por su directo tacto a mí intimidad. El aire comienza a fallarme, la vista se me nublosa y mí mente se traba en busca de un solo objetivo «acabar» pero cuando estoy a nada de la liberación retira sus dedos de golpe y me deja atontada sobre la cama para que no caiga con mis piernas temblorosas.

_¿Pero qué?_logro articular con la mirada endurecida.

_¿Sucede algo, querida?_ se anima a preguntar el muy descarado.

Con los nervios y el enojo al máximo lo atraigo a mí cuerpo y devoró su boca totalmente fuera de mí. Zaiden me sienta sobre su regazo, logrando que sentia el gran bulto de sus pantalones a punto de estallar.

_Estas que revientas. ¿Por qué castigarnos así?_logro articular presa de la excitación.

_Es divertido_rie con su boca haciendo tacto en mis senos expuestos.

_Ya déjate de juegos_le advierto sin gracia_No habrá sexo hasta que yo lo decida si sigues frustrando esto_señalo nuestros cuerpos.

_Esta bien, gruña_logro hacerlo entrar en razón_Quizas así se te pasa el mal humor_murmura, pero logro escucharlo.

Le suelto un manotazo ofendida sin permitirle que se lleve uno de mis senos a su boca.

_No juegues conmigo. Bennett_gruño cabreada, balanceado mis caderas una y otra vez sobre su polla erecta.

El deseo, de tu cuerpo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora