_¿Qué es lo que deseas?
_Te deseo a ti_manifiesto en un gemido ahogado por su labios haciendo tacto con los míos.
_¿Qué soy?_divagó en un susurro ronco, perdiéndose en la Lujuria pura que destila el caluroso momento.
_Todo.
_Buena chica_expresa co...
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~Evelina~
Dos días después.
La cinta con maletas de todos los colores y tamaños se mueve sin detenerse un solo segundo, mantengo mí mirada sobre ellas, sin fijarme realmente en nada, sé perfectamente que la mayoría de las personas en el aeropuerto, salvo yo, observa atentamente la cinta a la espera de su equipaje, sin embargo, no es mí caso. No puedo dejar de pensar en lo que me espera ahora que me encuentro en Toronto y en como me recibiría mí familia cuando nos encontremos.
¿Mamá me abrazara como antes?
¿Papá me llamará "principessa" como antes?
Me sentía sola, aunque estoy rodeada de gente.
_¿Necesita ayuda señorita?_ una voz me sobresalta.
Decidido darme media vuelta para ver quién me habló. Ante mí se encuentra un hombre mayor, delgado y alto, lleva un uniforme azul oscuro y carga una sonrisa gentil.
_Soy uno de los empleados que se encarga del equipaje. ¿Tiene problemas con el suyo?_volvio a hablar al notar que no respondí la primera vez.
Hago un gesto manteniendo las manos sobre mí tapado_No, gracias. Estoy bien.
Eso no era del todo cierto. Estaba muy lejos de sentirme bien.
_Disculpe que me entrometa. ¿Está usted segura? No parece estar bien y no vendría mal que la ayude al menos con su equipaje para alivianar su estadía.
Me quedé por un momento sin saber que decir, no me había esperado eso. Lo miré fijamente, su sonrisa seguía ahí y su voz se sentía aún gentil.
_Mmm_fue todo lo que puede responder.
«Mi cabeza está en la luna ahora. No esperen que responda algo coherente»
El señor a mí lado me observó un momento, con aire pensativo_Como veo que está algo confusa puedo brindarle mí ayuda a encontrar su equipaje. ¿Nadie vendrá por usted?
Sacudo la cabeza mirándome las manos.
_De acuerdo. Entonces también podría llamarle un taxi para que vaya segura a su destino. ¿Que le parece?_intenta buscar solución a mí problema.
_Eso... Suena bien.
_Estupendo. Usted quédese en los asientos de ahí_me señala una hilera de sillas junto a un gran ventanal por donde se puede ver los aviones despegar_Yo traeré su equipaje cuando lo encuentre_me habla en un tono paternal que hace que mis ojos comiencen a picar.
Asiento viéndolo caminar en dirección contraria a la mía.
_¡Señorita!_lo escucho llamarme.
_¿Si?_pregunto.
_No me dijo como se llama_suelta una risilla para nada silenciosa_Yo me llamo hugo.
_Pues... Yo Evelina Velour, y por cierto mí maleta es una roja que tiene pequeños emoticonos de cerezas, no le será difícil dar con ella.
