Capitulo 12

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Evelina

Me mantengo serena en lo que resta de la madrugada abrazada al pecho tonificado de mí acompañante como si la vida dependiera de ello, recorro con la yema de mi dedo su cabello ondulado para distraerme y de alguna manera dejar que las agujas del reloj se muevan. No duermo después de un ligero descanso, solo reflexiono y pienso  si estoy haciendo lo correcto en permanecer con Zaiden en este espacio.

El amanecer comienza a notarse ante la luz radiante que se cuela en el ventana del balcón. Es ahí cuando decido encender mí laptop y comenzar a navegar por internet en algunas páginas de moda para matar el tiempo y no pensar en nada más porque no me apetece ahora mismo esforzar más mí cabeza.

Después de meditar un momento si es conveniente cancelar la sesión de fotos que tenía para esta mañana, me decido y le envío un mensaje de texto a mí mánager dejando en claro que solo por esta vez no asistiría al lugar acordado porque no había pasado una buena noche.

Una hora y media después mí teléfono suena indicado que recibí una contestación.

"No te preocupes, cariño. ¿Está todo en orden?"

"Si, no te preocupes" _ respondo con una pequeña sonrisa.

"De acuerdo. Si sucede algo más puedes venir a casa y hablar✨"

"Gracias por todo. Nos vemos mañana, besos❣️

Dejo el celular en la mesita de noche, me acerco al cuerpo de Zaiden y comienzo a plantar besos a lo largo de su espalda.

_Despierta_muevo mis dedos a lo largo de su columna.

_Evelina_me habla en un tono de advertencia cuando mí mano baja por su pelvis.

_Debes ir a trabajar dormilón_susurro con voz seductora contra su oreja.

_Si me lo pides de esa forma  comenzaré a acostumbrarme de que seas mí nuevo despertador.

_Si es lo que quieres_me suelto a reír_Por mí está bien_le seguro parandome a un lado de la cama.

_Ire a preparar el desayuno.

Zaiden imita mí acción soltando un largo bostezo, pero se detiene a mitad de camino volteado su cuerpo hacia mí.

_¿No iras a trabajar?

Niego caminando a su lado.

_No descanse bien y sabes que me gusta entregar todo de mí en las sesiones.

_Claro_comienza a sacar algunas frutas del refrigerador como si estuviera más calmado con mí respuesta.

Sin darle más importancia al asunto lo ayudo a sacar las cosas de la despensa.

El desayuno transcurre relativamente tranquilo, al igual que el resto de la mañana por lo que solo me mantengo en la habitación viendo un maratón de "Diabólica tentación" en la televisión con algunas palomitas de maiz por un buen rato mientras que Zaiden trabaja fuera de la suite. Es bastante tarde cuando me convenzo de calzarme unos zapatos, vestirme con solo ropa deportiva y amarrar mí cabello en un moño mal hecho «Que por cierto me encanta como se me luce» y tomar las llaves del auto saliendo del cuarto antes de que irónicamente la pantalla adictiva vuelva a llamar por otro maratón de películas en lista de espera.

Ya en mí auto conduzco con tranquilidad, disfrutando de la música suave y del paisaje que pasa sobre mí cada que presionó «solo un poco» el acelerador para avanzar sobre la carretera poco concurrida por dirigirme en un camino a las afueras de la cuidad. El atardecer comienza a hacerce presente a medida que detengo las ruedas del Porsche blanco en un aparcamiento cercano a mí destino, tomo la canasta de mimbre que me acompaña en el asiento de copiloto y cierro la puerta del auto como puedo colocando la alarma a cuestas antes de comenzar a caminar hacía el puente de madera que da la entrada a la arena brillante y el ruido de la olas rompiendo contra las rocas en la costa haciendo un ruido estridente. Sin embargo para mí  es ~calmo.

El deseo, de tu cuerpo Where stories live. Discover now