Cassette, Médico y atracción

98 2 0
                                    

Deborah

–Gracias por llevarme, no era necesario y aparte no sé cómo pagarte el tratamiento, en estos momentos no tengo mucho dinero.

Enciendo el motor del vehículo y piso el acelerador.

–Tranquila, tampoco gastaré un peso en el tratamiento, mi papá será él que te atenderá.–Ella expresa sorpresa.

–Oh no, no, que pena. No quiero ser oportuni…

–Shhh déjate ayudar, solo por esta vez.

–Pero…–La interrumpo.

–Para que te sientas bien, sin tener deudas conmigo un día te pediré un favor y eso sería como “saldar” tú deuda, ¿Está bien?

–Me parece justo.–relaja su rostro quedando más tranquila.–Por cierto, ¿Cómo te llamas?

–Me llamo Deborah pero me puedes decir Deb.

–Que extraño nombre.

–¿Nunca lo has escuchado?

–No.

–Mi papá es fanático del genero rock y punk. Ėl en su adolescencia era el típico niño con su chaqueta negra y sus botas de mata perros que veías en la preparatoria y él juró que si tuviera una hija la llamaría como una de sus  vocalistas favoritas y escogió el nombre “Deborah” inspirado a Debbie harry vocalista de Blondie ¿Conoces la banda?

–No.

Me respondió con tranquilidad, sin embargo yo estaba sorprendida.

–Todos conocen a Blondie, acaso no has escuchado la canción de Call me Heart of glass o one way or Another o la canción de “Maria

–No, lo siento por mi ignorancia.

–No te preocupes, tengo cassettes lo pondré si no te molesta.

–Me parece buena idea, me intriga mucho la canción de María.

–De hecho es el primer track que te iba poner.

La canción empieza a fluir junto el viaje.

–¿De que trata y porque entiendo que dice “Ave María”?

Empiezo a reír

–No es nada religioso, trata de una mujer llamada María, ella es misteriosa y seductora, llevando el amor y el deseo de cada persona quien la admira.

–Que profundo.–Ambas reímos por su comentario sarcástico.

La canción terminó haciendo una transición con la canción de Call me.
Ambas nos quedamos calladas dejando que nuestros oídos apreciaran la melodía, sin embargo corté ese silencio que solo duró unos cuantos segundos.

–Tenemos a la misma archienemiga.–Hablé en seco. Ella ríe.

–¿De quién hablas? ¿La innombrable y sus amigas?.–Ambas reímos.

–Específicamente de Jade.

–¿Por qué? ¿Qué te hizo?

–Bueno…

Flashback.

–Jade, ¿Puedo hablar contigo?

–¿Qué quieres querida?

Jade estaba sola y era mi oportunidad para hablar con ella.

–Por favor corta con Alan y deja que vuelva conmigo.–Ella ríe por mi comentario.

–Hace mucho que Alan dejó de quererte.

–No es cierto, tú te entro metiste en nuestra relación.

–Querida, si él está conmigo es porque me prefiere a mí, quiérete tres pesos.

–Tu nunca lo vas a querer lo suficiente como yo lo quiero.

–¿Cómo puedes saber eso?

Por qué si te fijas bien verás el brillo de los ojos cuando estás enamorada, tú no lo tienes o al menos no con él.

–No jodas Deborah tu no sabes el amor que le tengo.

Jade empieza a agarrar sus cabello como reflejo de nervios.

–Crees que no me he dado cuenta de como te encierras en el cuarto de servicio con…

–¡Cállate!

–Termina con Alan o si no le diré a todos sobre tus preferencias y con quién engañas a Alan.

Ella ríe.

–Claro, diles y te verás como “la ex ardida de Alan” la gente te tomará como un chiste y perderás la credibilidad.

Jade tenía razón, ya no me tendrán respeto, nadie me va creer porque me verán como “la ex ardida” y también eso implica perder mi puesto en el equipo, no, mejor no digo nada no quiero arriesgarme y perder también la poca dignidad que me queda.

Empiezo a correr por los pasillos, mis lágrimas en los ojos no me favorecían a tener la visión al cien. Me tropecé con alguien, era Galilea la amante de Jade.

–¿Te encuentras bien?

–Si, escuché que te vas a mudar.–Dije aguantando el llanto.

–Si, es que obtuve una beca…¿Segura que estás bien?

No pude contener el llanto.

–Dios mío, Deb, ¿Qué pasó?.–Me abraza

–Alan, Jade, tu chica es una idiota.–Ella me deja de abrazar.

–Sé la verdad entre ustedes, ahorita hablé con Jade para que dejara en paz a Alan y ella prefirió seguir mintiendo.

–Hice un vídeo confesando todo, incluye fotos con pruebas.–Ella me dio un DVD.–Sácalo a la luz cuando sea necesario, cuando se pase de la raya o ahorita mismo si quieres, no me importa su reputación, si a ella no le importó mis deseos y sentimientos, aunque me duela mucho, no me gusta ser vengativa pero no es justo que se haya burlado de nosotras.

–No puedo hacer esto, no tengo coraje.

–Yo tampoco, la amo y no quiero que sufra.–Me abraza y Empieza a llorar, después de un rato se calma.–Pero un día va salir alguien más que la va a lastimar; El día que suceda eso, reproduce el vídeo delante de todos.

Fin del flashback.

–Jade se metió en mi relación con Alan.

–No, no puedo creer que fuera capaz de eso.

–Si fue capaz y estuvo consciente de eso.

–Me imagino que te dolió mucho.

–Fue duro, sin embargo gracias a eso me di cuenta que Alan no me amaba lo suficiente como creía.

Habíamos llegado a un puesto de tacos.

–Ahorita vengo, casi siempre le llevo el desayuno a mi papá.

Ever seguía con la vista empañada. No tardé más de cinco minutos y ya estaba en el auto.

–Fuiste muy rápida.

–El taquero me conoce, así que ya le aviso por teléfono cuántos tacos voy a ordenar.

Arranco de nuevo el bocho y en menos de diez minutos habíamos llegado afuera del consultorio de mi padre.

–Mi papá se especializa en pediatría y para mí es el mejor del mundo y no sé porque te dije esto.–Ambas reímos.

–Al parecer te la llevas bien con tú padre.

–Es como mi mejor amigo y un maestro a la vez.

Salgo del coche, me dirijo a la puerta de Ever y ella intenta salir, sin embargo le ayudo tomando su mano para incorporarla.

–Agárrate de mi brazo, solo son unos cuantos pasos y llegamos a la entrada principal.–Ella asiente con su cabeza y me sigue el paso.

Al llegar a la puerta principal veo a Laura la secretaria ella me da la bienvenida con una sonrisa amplia.

–Que visita tan agradable va tener tu padre.

–Si, como casi todos los días, esta vez no me va regañar por qué tengo una acompañante. Laura te presento a Ever una amiga de la escuela.

Laura estira la mano esperando un apretón de mano por parte de Ever.

–olvidaba comentar que no puede ver.–Dije.

–Oh no sabía, pasen, pasen, ahorita los atiende tú papá, tiene paciente adentro.

No duramos ni dos minutos y mi papá había salido del consultorio con una señora y al parecer su hijo.

–Por cierto Nico, tú mamá me contó que ya tomas la pastilla sin renegar, felicidades, dame esos cinco.–Mi padre levantó su mano, él niño muy emocionado choca su mano contra la de mi papá, se despiden mientras caminaban a la salida principal.
Mi papá me vió.

–¡Papi!

Voy hacia él y lo abrazo.

–¿De nuevo faltaste a clases?

–Tengo hora libre.

–Siempre dices eso.–Mi papá dudaba.

–Porque es verdad, mira traje a alguien, necesita de tu ayuda, no puede ver pero antes sí.

–¿Eh, cómo está eso? Pasen a mi consultorio.

Mi padre prepara sus instrumentos, mientras que Ever le cuenta sobre su diagnóstico, el golpe que recibió y el empañó.
Mi papá revisa en su oftalmoscopio los ojos de Ever cada detalle, sus pupilas y alrededor.

–Necesitas hacerte un examen para ver a profundidad, probablemente el golpe afectó el proceso de tu operación, te daré unas gotas porque tienes mucho fluido que no te permite la visión, sin embargo necesitas estudios de exámen y consultarlo con tu médico que te atendió al principio para analizar el resultado.
Ever se acostó en la camilla y mi papá empezó con la limpieza ocular, quitando el fluido y aplicándole las gotas, después de diez minutos su vista empezó adaptarse a la luz del día.

–Si tienes tus lentes para el sol recomiendo que lo uses para que no te moleste al salir.
Ella asiente, abrazo a mi papá para despedirme y salimos de la habitación.

–Que les vaya bien chicas.–Dijo Laura desde su escritorio.

–Salúdame a tu hijo thomas.–Dije como respuesta.

Thomas es un niño de cinco años que a veces voy a cuidarlo a su casa.

–¿A dónde quieres ir?

Pregunté ya estando adentro del auto.

–Es mejor volver a la escuela, todavía tengo clases.

–Uhm bueno, eres una chica responsable.–Ella me sonríe.

Instalo un nuevo cassette en el estéreo y enseguida empezó a reproducir la canción “Every Breath You Take

Ever.

Veo aquella chica de cabello largo y oscuro con un top negro y su camiseta de cuadros de color blanco y negro, observando atentamente enfrente sin decir nada solo concentrada en sus pensamientos y de paso en la música.
No podía creer que fuera novio de aquel patán, Alan es muy apuesto pero a la vez es un pendejo y muy rudo, se ve que no es delicado con las chicas, ¿Les gustará eso a las chicas? Tal vez no soy lo suficiente ruda para que Jade me admire como me gustaría que me vea así.
–To-to…

–Si, como sabías que es la banda TOTO.

–¿Eh? No, yo trataba de decirte “todavia”

–Aahh

Ambas reímos.

–Creo que fui muy precipitada, ¿Qué me querías decir?

–¿Todavía quieres a Alan?

La miro y ella dio un bocado de aire para luego exhalarlo.

–Extraño los viejos momentos con él pero sinceramente lo dejé de Amar, tal vez le tenga cariño pero después recuerdo lo malo que me hizo y es decepcionante que no pudo terminar de modo diferente. También comprendí que el amor no es eterno como los cuentos, el amor es fugaz.

Ambas nos quedamos calladas.

–¿Por qué lo preguntaste?

–Siento que me atrae Jade…

Deborah frenó el auto en seco provocando que me golpeara la frente. Empecé a quejarme del dolor.

–¡Lo sientoooo!

Ella me quita la mano que tenia en la frente, me observa asustada, no entendía el por qué hasta que ví mi palma con sangre. Grité.

–AAAAAAAA

***************************************Graciaaaas por llegar a esta parte!!!

El domingo actualizo la siguiente parte, espero que te haya gustado el capítulo, que tengas un bonito fin de semana.

Contigo, hasta el último momento.Where stories live. Discover now