Vestidores

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Mi ropa deportiva ya no estaba en la banca, ya no tenía prendas a la mano más que la toalla que cubría mi cuerpo.

¡Jade me las va pagar!

No me importa salir de los vestidores con una toalla en mi cuerpo, mi furia es más grande que mi pudor.
Estaba en el pasillo caminando, sentía las miradas que me juzgaban otras miradas más pervertidas y bueno también las que no podían creer que había una chica semidesnuda atravesando los pasillos como si nada, no nada de eso me importó, sabía en estos momentos dónde estaba Jade.

–Chicas, si hacemos una excelente coreografía vamos a brillar mejor que los jugadores de fútbol. ¿Quién está lista?.

–¡¡Nosotras!!–Todas las porristas respondieron con mucha energía.
Las porristas estaban alistándose para salir a la cancha y hacer escándalo, sin embargo voltean a verme.

La mirada de Jade me envuelve, provocando un cosquilleo en mi pecho. Puedo sentir el deseo y la intensidad emocional que emana de sus ojos, como si estuviera bañado por una llama ardiente que me consume por dentro.
<<No, que no te provoque>>

–¡Devuélveme mis prendas, por favor!

–No sé de qué hablas, linda.–ilumina su rostro irradiando confianza y triunfo.

–No te hagas, no estoy aquí para soportar tus juegos.

–Ever por favor, de seguro es una excusa para salir desnuda y provocar a las personas con lujuria.

Todas rieron, sin embargo a mi no me pareció gracioso fue indignante y humillante, mi furia había crecido. Por un momento no sabía que hacer. Improvisé, cerca de mi había una lata de Dr Pepper, no dudé en agárralo, derrame el líquido por encima de su cráneo, escurriéndose por todo su cuerpo, su prenda blanca se había pintado de un color marrón.

–Mi ropaaaaa.–Jade empezó a gritar.

–¿Qué está pasando aquí?.–La directora cruzó la puerta, atrapándome con las manos en la masa.-¿Qué es esto?

–Directora, ella no me devuelve mis prendas, estaba bañándome y ya no estaba mi ropa en la banca y Jade es la que siempre me ha molestado desde que entré aquí.

–Y tú terminas de vengarte, no señoritas, aquí en esta escuela no permitimos este tipo de rivalidades, las dos se van a ir a los vestidores a cambiarse para que vayan a mi oficina, si no se presentan antes de que se acabe el partido, tendrán una sanción de quince días.

–Pero señora directora, en menos de dos minutos salimos a…–La interrumpen.

–Lamento decirte que usted no saldrá animar en esta ocasión, se va conmigo junto con Ever a los vestidores.

Todos empezaron a abuchear.

–¡Silencio!

–Heidi, eres la subcapitán, sabes cómo manejarlo.–Ella asintió.

Las tres estábamos por los pasillos, la directora nos apresuraba para que los chicos no me vieran.

–Directora, no tengo ropa deportiva, me lo robaron y la que traía puesta se manchó de yema de huevo al abrir mi casillero.

–¿Yema de huevo?.–Preguntó la directora, haciendo un gesto que no era posible.

–Si, directora.–Dije segura.–Se lo puedo mostrar.

–Te juro que no escondí tu ropa y mucho menos lo del casillero, he estado ocupada ensayando, no tengo el tiempo como para hacer eso.–En eso si le daba la razón.

–Entonces, ¿Quién fue?.–Preguntó la directora.

–No tengo la menor idea.–Jade estaba desconcertada.

–Lo averiguaremos más tarde, por el momento ustedes dos estarán en los vestidores, cambiándose y saldrán directo a mi oficina, ¿Escucharon?

–Si, directora.–Respondimos en coro. justo al momento de entrar al salón de los vestidores.

–Jade, ¿Tienes ropa que le prestes?

–Si.–Pone los ojos en blanco.

–No se tarden, los esperaré en mi oficina.–La directora sale, me quedo sola con Jade.

–No entiendo, ¿Por qué tienes esa actitud conmigo? Jade, sé que fuiste quien escondiste mi ropa, de alguna manera lo hiciste.

–Te odio, pero tampoco soy capaz de robarte la ropa y mucho menos llenar más de un kilo de claras de huevos en un casillero, sinceramente no soy capaz de hacerte algo así.– Jade sé adentró más en la parte de las bañeras.

–¿Por qué me odias? ¿Que mal tengo para que tengas ese horrible sentimiento hacia mí?

Estaba con ella a menos de un metro, hace tiempo que no la tenia tan cerca.

–Sinceramente no puedo más…

Jade me estampa contra la pared, nuestros cuerpos se juntaron al punto de sentir la presión de sus pechos. Me observa con el deseo profundo y una conexión emocional intensa. Es como si el fuego de su pasión iluminara la habitación, atrayéndolo hacia ella con un anhelo irresistible.
Su lengua se expandió en todo mi cuello, empezó a  succionar una parte de mi piel, intenté quitarla de encima, por un momento ella sostiene mis manos en la pared, me quita lentamente la toalla dejando mi cuerpo descubierto. Mis pechos sienten la presión de sus manos tibias, ella empieza a jugar como si fueran pelotas antiestrés, se me escapa un gemido.

–¿Te está gustando?.–Me susurra en el oído.
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Woaos primer domingo del año y hoy toca ir a la iglesia como debe ser jaja no se crean mal chiste. En fin. Es corto el capítulo, lo siento creo que he agarrado ese estilo. :(

Gracias por leer y llegar a este capítulo, espero que te esté gustando como estoy estructurando la historia. Nos vemos para el siguiente Domingo, Bye.

Contigo, hasta el último momento.Where stories live. Discover now