Extrañamente agradable

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Jade

Después de clases fuimos de compras con mis amigas. Los días que han suspendido a mi novio casi no he hablado con él, por mensaje contesta poco, me dice que está aprovechando el día para entrenar y ejercitarse para cumplir con las expectativas que tienen de él para que lo escojan las universidades pero por otro lado no dejo de pensar en aquella persona fastidiosa.

-Vamos Jade apenas seleccionaste dos blusas.-Dijo Adri animándome.

-Yo ya voy por mi séptima prenda.-Dice Hidai sonriendo.

-Chicas ahorita no me siento bien...

-Últimamente andas rara, ¿Qué pasa?.-Dijo Hidaí mirándose en el espejo con una blusa sobrepuesta

-Es Alan, está alejado de mí, me ha dicho que está entrenando y así...

-A lo mejor está aprovechando el día ya que lo suspendieron.-Dijo Adri sentada en un sillón.

-Si, es lo que me dijo, siempre me da los buenos días antes de las 5 am a esa hora empieza su rutina.

-Ves, no hay porque preocuparse.-Dice Hidaí.

-Igual, dijiste que tus padres hoy se van a ir de campo a unas montañas algo de su religión.

-Si, hoy se van en tres horas y debería de irme para despedirlos, voy a tomar un taxi.-Ambas se despiden de mi y me retiro de la tienda.

Saco de mi bolsillo mi cartera para darle dinero al taxista, me bajo del coche y ahí estaba mi padre afuera con el auto.

-Que bueno que llegaste a despedirnos, mejor entra a la casa.-Dijo papá.

Entro a la casa, casi me tropiezo con las maletas, estaban en la entrada obstruyendo el paso.

-Hemos decidido irnos temprano, nos espera un largo viaje y no quiero que maneje tu papá de noche. La niñera vendrá en media hora y mañana vendrá cómo a las doce pero se tendrá que ir antes de las cinco pm porque tiene que cuidar a su mamá en el hospital.

Ayudo a meter las maletas al coche, me despido de ellos y entro a la casa, me sentía cansada y con sueño. Me metí a mi habitación, me desvestí poniéndome ropa cómoda, me acosté a la cama y miré al techo pensando en mi vida desastrosa.

Odiaba pensar en su cuerpo y en lo que me provocaba en mi interior, no sé cómo pasó pero mi mano estaba al interior de mi calzón, me estaba empezando a tocar pensando en sus caderas, su abdomen, sus pechos, al pensar en ella y en la forma de como me tocaba me hacía mojar, un poco más y estaba a un segundo de llegar a mi clímax. Te deseo Ever, deseo que tu vagina esté pegada al mío, deseo que tus manos estén ahorcándome o estrujándome los pechos, al pensar todo esto mi ritmo cardíaco aumentó, mis dedos estaban aumentando el ritmo, mis pezones se enchinaron, mi cuerpo empieza a ponerse piel de gallina y la temperatura en mí subió. Me quedé dormida después del acto, me desperté, escuché el ruido de la televisión, salí de mi habitación y entré al baño a lavarme las manos, salí y fui a la sala principal.

-Oh! ya despertaste bella durmiente.-Dijo la niñera. Ella es cinco años mayor que yo.

-Hola.-Estaba adormilada

-Compré pizza, ven a ver la tele conmigo.

Me senté en el sofá a lado de ella, me cubrí con una manta y ella me dío una rebanada de pizza.

Estábamos comiendo sentadas en el sofá viendo tele sin decir nada; hasta que de pronto Violeta rompe el silencio.

-Rompí con mi novio.-Dijo con la boca llena de comida.

Contigo, hasta el último momento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora