Incorrecto

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Ever

Odio ser el centro de atención y más en estos momentos, por favor ya dilo y no esté jugando.

–¡¡INCORRECTO!!

–¿Por qué, Cómo?.–Hablamos en coro.

–Ahí está el error. Les voy a explicar  sus errores y la solución.–Dijo el profe levantándose de la silla.

Después de un rato de explicaciones al fin él profesor nos observa.– Y así fue su error, pero la buena noticia es que ustedes se acercaron más a la solución, así que tienen dos puntos extras.

Todos abucheaban a las chicas, el profesor tenia cara de fastidió, el timbre sonó y el profe salió antes de que lo reprocharan.

–Oye, ya no me dijiste tu nombre.–Dijo David llamando la atención.

–Me llamo Ever.

–Pero enserio ¿Si te operaste un pene?.–El y sus amigos se rieron.

–Y si me operé, ¿A ti qué? ¿Se te antoja? ¿Quieres que te lo meta? Parece que tienes una verga dentro de tu boca porque no dejas de hablar de ello.–Todos se rieron por el insulto que hizo Ever.

David quedó en ridículo y ya no se metió más con Ever.
 
Apareció el coordinador en la entrada del salón, salí del salón con él y fuimos a la dirección

La directora se disculpó por llamarme a la hora del descanso, me había indicado que no había ninguna molestacion conmigo, al parecer mi salud ayudó a no suspenderme, pues no tenía ninguna culpa, no estaba bien de salud y se justificaba por esta ocasión.

Mis ojos estan bien, sólo el problema es la adaptación de luz pero puedo hacer mis actividades diarias sin ningún problema inclusive hacer ejercicio de alto impacto.

Salí de la oficina, iba regresar por mis cosas, al cruzar por un pasillo escuché ruidos que me llamó la atención, eran burlas y voces que conocía así que me acerqué más y en efecto eran esas cuatro niñas, estaban en círculo aventando de un lado a otro a Lina.

Me acerqué a Jade y la empuje haciendo que ella se tambaleara, todas pusieron su vista en mi.

–¿Otra vez tú?.–Dijo Hidai.–No te cansas de molestarnos.

–Que bueno que estás aquí, así te damos tu merecido, si la directora no es justa, tampoco nosotras.–Dijo Adri.

–Vamos, métanse conmigo y verán la realidad de un hospital.–Dije atrevidamente.

–¿Sabes qué? Mejor quédate con tu noviecita, parece que te la llevaste bien con ella.–Jade avienta a Lina furiosa contra a mí.– Y por cierto tu intento de vestirte de chico es demasiado chafa, nunca te igualarás a un hombre.

Todas salieron del salón.

Lina estaba en mis brazos intentando que no se cayera.

–¿Estás bien?.–Lina asintió.

Las dos se percatan de la corta distancia entre ambas. Lina se ruboriza.

Contigo, hasta el último momento.Where stories live. Discover now