Contigo, hasta el último momento.

Emociones a la luz.

Lina

Me quito los lentes volviendo a mi realidad, poco a poco mi vista se estaba adaptando a la luz, las personas a mi alrededor me aplaudían, Ana me abrazó y posaba con triunfo, todas las chicas me miraban sonriendo, sin embargo la sonrisa que más me deslumbró fue aquellos ojos tan bonitos, Ever me miraba con orgullo. Ahí entendí lo que estaba floreciendo en mi interior; cada vez que la veo mi corazón palpita y no puedo dejar de sonreír cuando estoy con ella.

Me obsequiaron cupones para el cine y una medalla, junto con un papel demostrando que ganamos una batalla en el restaurante.

Las amigas de Ever nos invitaron a pasar el resto de la tarde con ellas, sin embargo Ámbar dijo que ya era tarde y sus padres se preocuparían si no llegaba antes de las siete.
Ana y sus amigas comprendieron y se fueron del restaurante, nosotras tomamos un taxi hacia mi casa.

-¿Quieres pasar a mi casa y escuchamos música en mi cuarto?

-Me parece una excelente idea.

Al aparecer Ámbar estaba cómoda conmigo, yo también estaba cómoda.

Quedamos en silencio por un buen rato a excepción por la música de fondo de Nirvana-Marigold. El taxista tenía la cara relajada, al parecer estuvo fumando hierba, tenía los ojos caídos y rojos.

Después de dos canciones más habíamos llegado a nuestro destino, abrí con llave la puerta y nos metimos a la casa y ahí estaba mi hermana viendo la televisión, ella me vio y corrió hacia mí, abrazándome fuerte, se sorprendió al ver mi medalla

-¿Qué tanto hicieron para que se ganaran la medalla?.-Mostró mucho interés con ansias de saber.

-Jugamos un videojuego en un restaurante y gané junto con otra compañera del colegio.

-¡No inventes! ¿Enserio? ¿Por qué no me llevaron?

-No sabía tenían videojuegos, si fuera así te hubiera llevado.

-Es fantástico, entonces mis clases te han ayudado.-Dice mi hermanita, estaba contenta por mi logro.

-Si, aprendí de la mejor maestra, voy a mi habitación.-Le dije

-Mmm bueno, pero no hagan cosas raras.-Ambar y yo nos ruborizamos por el comentario de mi hermana.

-A-aa a que-quieres de...

-Si, cómo fumar o consumir alcohol.-Replicó mi hermana.

-No-no te preocupes, no consumimos nada de eso...-Ámbar respondió nerviosa.

Subimos a las escaleras hasta llegar a mi habitación, sin embargo antes de entrar el celular de Ámbar empezó a vibrar.

-Es mi padre, voy a contestar.-Asiento y ella se aleja un poco de mí, entro a la habitación a dejar las cosas en mi escritorio, menos de un minuto se acerca Ámbar.

-Me tengo que ir, mis padres decidieron ir con mi abuela y no quieren dejarme sola en la casa, nos vemos en la escuela, ¿Vale?

-Si, claro.-La acompaño hacia la puerta de la salida, ella se despide con un corto beso en mi mejilla, yo solo me reserve y sonrío como gesto.

La semana inició, cada vez que el profe de matemáticas nos aplicaba ecuaciones hacíamos equipo Ámbar, Ever y yo, sin embargo Ámbar no le agradaba la idea de tenerla cerca de nosotras cuando hacíamos ejercicios matemáticos.

-¿Por qué no la sacamos? Nunca hace nada, no resuelve nada y sólo está jugando con Diana...-Dijo Ámbar

-Es mi amiga y al parecer creo que no le agrada la asignatura.

-Por esa razón deberíamos sacarla. Pero en fin, es tú amiga no debí decir eso, aguantaré porque has aguantado a mis amigas por un largo tiempo.

-Gracias.

Ever se acerca a nuestra mesa.

-Oh que creen chicas, Betty me pasó las respuestas de las ecuaciones.- Puso en la mesa una hoja con las mismas ecuaciones que estábamos resolviendo.

-Así le quitas el chiste de resolverlo.-Dijo Ámbar.

No sabía porque Ámbar le molestaba tanto la presencia de Ever.

-A si nos ahorramos más tiempo, aparte...-Ever me interrumpe.

-Me he esforzado por estar a la altura de su intelecto pero por más que lo intento, no puedo y pensándolo bien no quiero.-Toma su mochila y se va dejándonos a las dos perplejas por su comportamiento.

Ever

No pude contenerme mis lágrimas salían, mi mandíbula temblaba, por más que quería reprimir mi emoción y dejar de llorar no podía, me alejé de los pasillos y salí al mini campo de fútbol. No podía ver, mis ojos se estaban empañando. Avance lo más rápido posible para llegar al otro lado, sin embargo me había tropezado con alguien.

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Mucho tiempo sin actualizar y lo siento, la verdad estás semanas he estado sin ánimos pero ya me estoy recuperando.

He estado leyendo esta historia desde un principio y al parecer he tenido muchas faltas de ortografía que pena, la verdad no me había percatado de eso, pero poco a poco estaré corrigiendo, mi redacción no están buena e intento ser lo mejor posible, por eso hago este tipo de historias para practicar, en fin.

Muchas gracias por leer, el domingo actualizo un nuevo capítulo. Que tengan!¡Bonita semana!