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SI, MI SEÑOR

Seraphina se concentró en los movimientos de su pluma mientras escribía lo que decía el profesor Binns, sin atreverse a girar la cabeza para mirar al brillante mago a su lado.

Desde la noche anterior no podía dejar de pensar en lo que Tom le hizo. No era sorprendente que tuviera esos horribles cambios de humor, pero nunca antes la había lastimado. Eso la sorprendió, haciéndola incapaz de verlo de la misma manera.

Ella no era ingenua ya que entendía que Tom tenía algunos problemas y que a veces podía arremeter contra todos. Seraphina siempre había sabido que él tenía un lado realmente oscuro, pero nunca pensó que él podría mostrárselo directamente.

Por primera vez cerca de él, se sintió asustada y atrapada.

Intentó interesarse lo más posible en esa clase, pero Historia de la Magia seguramente no era una de sus materias favoritas y además no podía concentrarse en lo que decía el profesor. Cualquier otro día podría haber sido un poco interesante, pero esa mañana ni siquiera tenía ganas de levantarse de la cama.

Tom, por otro lado, actuó como si nada hubiera pasado entre ellos dos, lo que la hizo no sólo enojar sino también entristecer. ¿Honestamente pensó que estaba haciendo lo correcto?

Seraphina se preguntó si estaba exagerando, pero no podía quitarse de la cabeza la imagen de sus manos apretadas alrededor de su cuello.

La clase gimió cuando el profesor Binn les dio un largo ensayo para hacer y luego de eso, abandonaron el salón de clases.

Tom siguió a Seraphina fuera del salón de clases.—Recibí una lechuza de tu madre esta mañana. Me preguntó si pasaría las vacaciones contigo y tuve que decirle que no.

Seraphina frunció el ceño, Tom nunca pasó vacaciones desde el día que se conocieron lejos de ella.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Dónde te vas a quedar?.—Ella preguntó y él miró hacia adelante mientras seguían caminando, sin molestarse en mirar su rostro confuso.

—Tengo algunos asuntos sin resolver de los que ocuparme.—él simplemente respondió y ella resopló.

—Gracias por ser tan específico, Tom.—le dijo sarcásticamente, todavía molesta por lo que le hizo la noche anterior.—¿Qué asuntos?.

—No te concierne.—Él se encogió de hombros, descartando sus preguntas, lo que sólo la enojó más.

—¿Qué pasa con nuestros cumpleaños? ¿O Navidad?.—Le sorprendió que todavía estuviera preocupada por pasar tiempo con él después de lo que hizo.—Estás ocultando algo y no me gusta.

—Eso es terrible.—Puso los ojos en blanco mientras caminaban hacia el Gran Comedor para almorzar.

—Tom, por favor. Sólo dime adónde vas y dejaré de molestarte.—preguntó y él la ignoró por unos segundos antes de darle una respuesta.

—Hangleton.

Ella frunció el ceño.—¿Qué es eso?.

—Eso es para que yo lo sepa y tú lo sepas, cariño.—él le dio una media sonrisa cuando entraron al Gran Comedor, haciéndola gemir pero aun así seguirlo hasta la mesa de Slytherin.

Se sentó entre Avery y Tom, dejando a Abraxas, Lestrange y Rosier al otro lado de la mesa. Seraphina también pudo ver a Theodore Nott y Anthony Mulciber.

—¿Qué tienes ahora?.—Avery le preguntó mientras bebía su jugo de calabaza.

—Defensa contra las artes oscuras.—Seraphina le respondió.—¿Por qué?.

KNEEL | TOM RIDDLE ✓Where stories live. Discover now