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COMPROMISOS

Seraphina trabajó en su ensayo para Historia de la Magia, haciendo todo lo posible para concentrarse, a pesar de que tenía a un tal Weasley haciendo bromas todo el tiempo a su lado.

—Sólo uno más.—suplicó limpiando sus ojos de las lágrimas que le salían de tanto reírse de los chistes de Slytherin y serpientes.—¿Qué le dice una bruja a su mascota serpiente que llora?.—Él ni siquiera esperó su respuesta y ya se reía sin completar el chiste.—¡Deja de llorar y de víbora en la nariz!.—Golpeó la mesa con los puños y se río a carcajadas.

Seraphina negó con la cabeza ante esta estúpida broma y no pudo evitar reírse por su risa muy divertida.

—Merlín, eso fue horrible.—dijo ella todavía riendo.

—¡Weasley, cállate!.—La bibliotecaria le advirtió, pero él simplemente la ignoró, limpiándose nuevamente los ojos y tratando de calmar el aliento debido a su intenso momento lleno de risas.

Slytherin y Hufflepuff estaban actualmente 'estudiando' en la biblioteca después de cenar ya que ninguno de ellos tenía clases nocturnas y coincidieron juntos en la biblioteca. Sin embargo, no podían concentrarse en sus libros porque George no podía dejar de hacer bromas estúpidas.

Sorprendentemente, Seraphina se sintió bastante cómoda con el chico, aliviada por no tener que comportarse como una persona tensa, podía simplemente relajarse y disfrutar el momento. Era extremadamente raro que la bruja se divirtiera, eso explicaba por qué se río más esa noche que en muchos años de su vida.

Después de dejar a Tom para encontrarse con George después del almuerzo, la chica decidió decirle que no tenía intenciones románticas con él, sólo para aclarar un poco las cosas. El chico de Hufflepuff quedó un poco decepcionado, pero lo aceptó bastante bien, estableciéndose como amigos.

Luego la acompañó a su clase y ella se sentó al lado de Tom, quien no le lanzó ni una sola mirada en toda la clase. Lo que más la enojó fue que él salió furioso del salón de clases sin esperarla. Por lo general, él tampoco la espera, simplemente recoge sus cosas lentamente para que ella acompañe su ritmo. Pero esta vez, recogió sus materiales bastante rápido y salió del aula sin mirar atrás, dejándola con el ceño fruncido.

Ella tampoco lo vio durante la cena, sentándose con sus seguidores sin decir una palabra durante toda la cena. Este no era un comportamiento habitual de ninguno de los dos, pero nadie comentó al respecto.

Después de cenar, corrió a la biblioteca para finalmente poder encontrarse con su amigo George, quien hizo un gran trabajo animándola.

—¿Te gusta el quidditch, Seraphina?.—George le preguntó cuando se habían calmado un poco y ella levantó la cabeza de su libro para mirarlo.

Ella se encogió de hombros.—Nunca me gustó. No sé por qué, pero nunca me ha interesado mucho.

Sinceramente, sólo había visto un partido de quidditch y nunca volvió a verlo.—Sigues decepcionándome.—George puso su mano sobre su pecho y fingió estar extremadamente herido.

—¿Juegas?.—Le preguntó con curiosidad y la chica de cabello castaño claro ya podía imaginarlo volando emocionado por el campo. Le convenía.

—Pero, por supuesto, resulta que soy uno de los vencedores de Hufflepuff y el mejor jugador que Hogwarts haya visto jamás.—Él se jactó, haciendo que la chica se riera divertida.—En realidad me ofende que no supieras que soy un jugador de Quidditch.

Ella se encogió de hombros.—Como dije, nunca pasé mucho tiempo pensando en Quidditch, pero tal vez le dé una oportunidad.

George sonrió cuando escuchó lo que dijo Seraphina.—Sí, es una buena decisión. ¿Sabes qué más podrías hacer? Podrías conocer a mis amigos y pasar más tiempo con nosotros. Es un poco extraño que alguien tan amable esté en Slytherin y siga saliendo con ese grupo de snobs.

KNEEL | TOM RIDDLE ✓Where stories live. Discover now