KNEEL | TOM RIDDLE ✓

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DULCES, DULCES SUEÑOS

—Y luego dijo que tenía que volver a ser amiga de Layla. ¿Puedes creerlo?.—Seraphina terminó su historia cuando ya estaba sentada en el carruaje, que era arrastrado hacia Hogwarts.

Avery bostezó.—No tienes amigas, Seraphina. Tal vez sería bueno que hablaras con alguien más además de nosotros.

Ella jadeó.—¿Estás cansada de mí?.—Ella fingió estar ofendida.

—Por supuesto que no, es solo que sé que a veces te gustaría tener una chica con quien hablar.—agregó Alcides y Seraphina miró por la ventana para ver el enorme gran castillo acercándose cada vez más.

—Eso es cierto.—estuvo de acuerdo.—pero siento que Layla simplemente no es la amiga que necesito, ¿sabes?.

Lestrange masticó su sándwich.—Eso es porque ella es sangre sucia.

—Y una agresiva.—estuvo de acuerdo Nott y Seraphina puso los ojos en blanco.

—Ser un hijo de muggles no tiene nada que ver con por qué ya no somos amigos. Ella fue una perra conmigo y no quiero perdonarla.—explicó.

—No puedo creer que lo estés haciendo por Greengrass.—murmuró Tom en voz baja.

—No empieces, Tom.—ella lo fulminó con la mirada y él la ignoró, mirando su viejo libro de nuevo.—De todos modos, estoy deseando que llegue este nuevo comienzo, ¿sabes? Estoy soltera otra vez y lista para empezar rompiendo corazones otra vez.—los chicos se rieron y Tom permaneció en silencio.—¿Qué hay de ustedes? No puedo creer que estén todos solteros.

—A diferencia de ti, no tenemos tiempo para romances sin sentido.—dijo Abraxas con cara de orgullo.

—Oh, ¿en serio? ¿Qué te mantiene tan ocupado entonces?.

—Quidditch.—respondieron al mismo tiempo.

Seraphina se río entre dientes.—Está bien, entonces no discutiré eso.

—Hablando de Quidditch, esa chica Layla es bastante buena si tengo que decirlo.—habló Nott.—Un poco agresiva para mi gusto, pero es la que más anota en Gryffindor.

—Sí, Layla es bastante buena.—asintió Seraphina con una pequeña sonrisa, recordando todos los partidos que se vio obligada a ver por culpa de Layla.—Le apasiona mucho, incluso más que tú, Theo.

—Eso es imposible.—el carruaje se detuvo cuando Theodore defendió sus habilidades y Seraphina vio a los estudiantes salir de sus carruajes también. Finalmente estaban en Hogwarts.—Nadie podrá vencerme jamás.

—Cállate.—gruñó Abraxas, abriendo la puerta para que el grupo pudiera salir.—Necesito dormir.

—¿Por qué?.—Saltaron del carruaje y Avery le dio una palmada en la espalda.—¿Estuvo el pequeño Malfoy ocupado anoche?.

—¡Ojalá!.—Dijo mientras caminaban en la nieve hacia la entrada del castillo, ya estaba oscuro y no podían esperar para cenar en el Gran Comedor.—Olvidé hacer mi tarea y tuve que hacerla toda anoche.—él explicó.

Seraphina se acercó a Tom, quien caminaba solo frente al grupo, y entrelazó su brazo sobre el de él.—¿Qué pasa, Tom? Pareces triste.

Él no la miró, pero aceptó su brazo alrededor del suyo.—No lo estoy.

—Sabes que puedes hablar conmigo, ¿verdad?.—Insistió ella, acostumbrada a su comportamiento cerrado, pero esperando que estuvieran un poco más unidos después de las vacaciones de Navidad, especialmente después de lo que hicieron en su cumpleaños.