KNEEL | TOM RIDDLE ✓

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CELOSO

—Muy bien, este es el plan.—le susurró Abraxas a Seraphina, mientras se escondían detrás de una pared.—Caminaremos juntos hacia donde está Magda con sus amigas y luego me besarás.

Seraphina giró la cabeza para mirarlo.—¿Qué? No, eso no es lo que acordamos, Brax. Te dije que estaría cerca de ti, no que realmente te besaría.

Era un sábado por la mañana temprano y los dos mejores amigos acordaron poner celosa al interés amoroso de Abraxas. Al menos eso era lo que él quería, aunque Seraphina estaba totalmente de acuerdo en que algo así nunca funcionaría.

—Phiny, debes entender que estar celoso es exactamente el incentivo que nuestra relación necesita para mejorar.—trató de explicar, moviéndose ligeramente detrás de la pared para mirar al grupo de chicas de Ravenclaw.—Ella se está haciendo la difícil y debemos demostrárselo ella no soy un blanco fácil.

Seraphina resopló y puso los ojos en blanco.—Cariño, escúchame.—lo agarró de los hombros para que él la mirara.—Como chica, te prometo que si viera a la persona que me gusta besando a otra, seguramente lo haría. No me sentiré más atraída. Más bien al contrario, en realidad. Además, hasta donde yo sé, tú y Magda ni siquiera están en una relación. Sólo se acostaron juntos una o dos veces.

El joven Malfoy frunció el ceño.—Mi querida amiga, te amo con todo mi corazón, pero no sabes de lo que estás hablando. Saliste con Vainilla Greengrass y apenas lo besaste. Ahora estás haciendo lo que sea que hagas con Riddle, lo cual sé que no es follarse ni amarse profundamente. Lo único que sé es que lo que sea que tengan es tóxico pero ambos todavía piensan que su conexión simplemente se malinterpreta.—habló con sarcasmo.—¿Pero quién soy yo para cuestionarte? Tienes tu propia manera de hacer las cosas y me alegro por ti mientras tú seas feliz.

Seraphina lo miró poco impresionada por su arrebato.—No necesitabas ser tan duro.

—Solo te doy los hechos, Phiny. De todos modos, en el mundo real, fuera de tu pequeña relación tóxica, la gente necesita estar celosa para estar más interesada en alguien.—explicó y Seraphina solo lo miró con cara de duda.— ¡Lo digo en serio! Si me besas sin duda se pondrá celosa, te lo juro.

—No necesitamos besarnos para poner celosa a Magda.—señaló Seraphina, sin entender realmente su punto.—¿No podemos simplemente tomarnos de la mano o susurrarnos al oído?.

—No, debes besarme o no funcionará.—insistió.—Es sólo un favor para un amigo.

—Está bien, lo haría, pero ya sabes lo que pasa si Tom se entera. Sería bastante problemático, para mí y para ti.—trató de persuadirlo.

—¿Por qué se enteraría? No se lo dirás, ¿verdad?.—Preguntó en voz baja, pensando de repente en las consecuencias de besar a su mejor amigo.

Ella suspiró.—Por supuesto que no. Sólo te estoy contando los hechos.—repitió sus palabras y él puso los ojos en blanco.—Lo haré, pero espero que seas consciente de los riesgos. Eso es todo.

—Seraphina, relájate. Él no se enterará. Está en la enfermería probablemente en un sueño profundo. Ahora vamos.—sonaba extremadamente confiado en sus acciones.—caminaremos por el pasillo y dejarás caer tu libros porque eres muy torpe, y te ayudaré a conseguirlos. Luego, nos miraremos a los ojos, fingiremos que estamos muy enamorados y luego nos besaremos. No es difícil, ¿verdad?.

Seraphina todavía no creía que fuera una buena idea, pero aun así accedió a hacerlo, porque era una amiga impecable.

—Lo que hago por ti, Brax.