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CON LOCURA

A algunas personas les gusta despertarse con el sonido del canto de los pájaros o las olas rompiendo en la playa. Tom y Seraphina no eran parte de ese grupo de personas, en realidad eran ellos quienes disfrutaban despertarse en una habitación parcialmente oscura, sin escuchar absolutamente nada.

Y cuando Seraphina se despertó en esa tranquila mañana de domingo con un enorme dolor de cabeza, se sintió más tranquila de lo que se esperaba de alguien con resaca. Se tomó su tiempo para mirar alrededor del dormitorio y lo primero que vio fue la gran ventana que mostraba el lago, que estaba parcialmente iluminado por el sol de la mañana.

Así que pasó un par de minutos simplemente disfrutando de la fantástica vista de esas criaturas mágicas que tanto extrañaba cuando estaba en casa. Y mientras esperaba ver al Calamar Gigante nadando alrededor del Lago Negro, no pudo evitar recordar todo lo sucedido la noche anterior.

La mayoría de las personas se sienten avergonzadas por olvidar lo que hicieron cuando estaban borrachas, pero Seraphina en realidad deseaba poder olvidar todo lo que pasó. En cambio, y lo más lamentable, no pudo deshacerse de sus recuerdos. Sus pensamientos y acciones eran de alguna manera pecaminosos para la mayoría de las personas, pero sorprendentemente no se arrepentía mucho.

Suspirando, Seraphina se dio vuelta en la cama y frunció el ceño cuando vio el frío espacio vacío a su lado. Debería sentirse mal y humillada por caer una vez más ante los encantos de Tom. Sin embargo, en realidad estaba bastante contenta de que volvieran a hablar. De hecho, volvieron a estar más que hablando, ya que dormían en la misma cama, tan cerca como solían dormir cuando eran más jóvenes.

Después de todo este tiempo, la bruja no podía negar lo segura y cómoda que se sentía en los brazos de Tom. Sí, él era malo, manipulador y arrogante, pero cuando ella estaba con él, se sentía especial y querida. Era como si no importara lo que pasara entre ellos, siempre encontrarían el camino de regreso el uno al otro.

Mientras pensaba en su amistad con Tom Riddle, finalmente pudo concentrarse en los sonidos a su alrededor. Y fue entonces cuando escuchó el sonido de una pluma deslizándose sobre el pergamino.

Qué manera tan encantadora de despertarse, pensó, deseando que sus mañanas fueran siempre así.

Levantó la mirada para contemplar la magnífica vista de Tom sentado en el pequeño escritorio y estudiando. Él estaba de espaldas a ella, pero aún podía sentir la atención que él le daba a lo que estaba haciendo, y esa dedicación era una de las cosas que más admiraba de Tom.

—¿Cómo te sientes?.—Él no se giró para mirarla, lo que le hizo preguntarse cómo sabía que estaba despierta.

—Estoy bien.—respondió ella en voz baja.

Tom finalmente se levantó de su silla y caminó hacia la cama, sentándose en ella y mirando a Seraphina.—No te creo. ¿Recuerdas siquiera lo de anoche?.

—Desafortunadamente. Siento como si un unicornio me hubiera pasado por encima, pero podría estar peor. ¿Por qué no estás en la cama?.

Se encogió de hombros.—Porque estaba estudiando.

—¿Tan temprano? Tienes un problema, Tom. Sin duda estás enfermo.

—¿Sabes que hora es?.—Ella sacudió la cabeza y él se río entre dientes.—Son las diez de la mañana. Ni siquiera Mulciber está durmiendo en este momento y es vergonzosamente vago.

Seraphina abrió mucho los ojos y trató de levantarse de la cama en una acción repentina, sin perder el fuerte dolor en la parte posterior de su cabeza mientras lo hacía. Tom puso los ojos en blanco ante su estupidez y suavemente la empujó hacia atrás por el hombro para que pudiera recostarse en la cama nuevamente.

KNEEL | TOM RIDDLE ✓Where stories live. Discover now