11. Piques y enamoramientos

2.3K 86 0
                                    

Juanjo se ha ido tras la cena a ensayar su canción, "La nave del olvido", solo. Se ha mosqueado y ha preferido irse antes de decir algo de lo que se pudiera arrepentir. Martin ha querido dejarle algo de espacio, porque lo ha notado bastante agobiado. De todos modos, se ha pasado a ver si Juanjo quería ir con él a la ducha, y de paso a asegurarse de que el aragonés estaba bien. Juanjo no ha querido ir. Ya de noche, vuelve a buscarlo.

Martin se encuentra a Juanjo solo en el box de Pablo. Las luces se han apagado y sabe que no los graban. Entra con cautela y Juanjo alza la mirada. Está sentado en el suelo con la espalda contra la pared.
—Hola. —dice Martin.
Juanjo le saluda con la cabeza.
Martin se sienta a su lado, mirándolo. Juanjo no lo mira.

—Juanjo... ¿estás bien?
—Sí. —contesta con rapidez.
—Oye... ¿qué te pasa?
—A mi nada. —dice Juanjo con indiferencia.
—Do...
—Es que no podéis pretender hablar de la puta salida todo el rato sin que a alguien le joda. Lo que más quiero es salir de aquí, aunque sea un rato. Y contigo. Pero no, te vas con Álvaro y Violeta.
—Yo también preferiría ir contigo.
—Ya.
—Pero no lo elijo yo.
—Y encima le has dicho a Álvaro que él va a salir favorito esta semana. Y sabes que yo quiero salir favorito.
—Do... se lo he dicho a él pero podría habérselo dicho a cualquiera... Eso es lo bueno de esta edición, nunca ha salido repetido. Podrías ser tú.
—Ya...
—No te ralles tanto con lo del favorito. A ti te han dicho Noe y Manu en el repaso que has hecho de todo y siempre bien. Salir favorito no gana a eso, eh.

Juanjo suspira.
—Te quiero, Do. —le dice Martin.
—Y yo a ti. —responde Juanjo con algo de tristeza.
Mira al suelo, perdido en sus pensamientos. A Martin se le ocurre una idea. Se levanta y se acerca al ordenador de la sala. Juanjo lo observa con curiosidad y confusión. Martin le lanza una mirada pilla y comienza a sonar por los altavoces "God only knows": su canción.

Martin camina hacia Juanjo al ritmo del primer verso, con una sonrisa en su cara. Se inclina para tirar de los brazos de Juanjo y ponerle de pie. Agarra los brazos de Juanjo y los coloca alrededor de su propia cintura, y rodea el cuello de Juanjo con los suyos. Mirando a su novio a los ojos, Martin susurra la letra del segundo verso de la canción.

If you should ever leave me
Well, life would still go on, believe me
The world could show nothing to me
So what good would living do me?
God only knows what I'd be without you

Cuando empiezan los "ooh, ooh", Martin empieza a balancearse hacia los lados, sonriendo, haciendo bailar a Juanjo. Le agarra de la mano y le hace dar una vuelta, y siguen bailando abrazados. Juanjo sonríe, dejándose llevar por Martin.

Cuando llega el siguiente verso, se separan y Martin le canta su frase, actuando exagerado. Juanjo pone los ojos en blanco, pero responde cantando la suya. A medida que llega el gran final de la canción, se acercan. Cuando se encuentran, se agarran el uno al otro de las mejillas, vocalizando la letra de la canción actuando como si estuvieran gritándola con intensidad.

Oh oh oh
Only knows what I'd be, without you, without you
Oh oh oh
Only knows what I'd be, without you

Se quedan así, inmóviles, unidos en una sola respiración. Juanjo besa a Martin con delicadeza. "Así deberíamos terminar siempre esta canción", piensa el aragonés. Y salta la siguiente canción, que casualmente Martin había añadido a la lista. "Te regalo", cantada por Ruslana y Bea. Juanjo sonríe contra los labios de Martin al oír la entrada de piano y rompe el beso para abrazar a Martin con fuerza, prácticamente derritiéndose contra el otro. Con la barbilla apoyada en el hombro de Martin, Juanjo canturrea la melodía de la canción.

Déjame tomarte de la mano
Déjame mirarte a los ojos
Déjame, a través de mi mirada
Darte todo mi esplendor
Déjame quedarme aquí
Déjame besarte ahí

Juanjo, siguiendo la canción, besa el hombro de Martin. Y mientras esta sigue, se balancean lentamente al ritmo de la música. Cuando llega el tercer verso, Juanjo rompe el abrazo para poder mirar a Martin a los ojos. Se agarran las manos, y Juanjo le canta la canción a Martin, en voz baja.

Déjame cuidarte
Déjame abrazarte
Déjame enseñarte
Todo lo que tengo pa' hacerte muy feliz

Martin no puede parar de sonreír. Cuando llega el estribillo de nuevo, Juanjo atrae a Martin más aún hacia sí. Martin abraza la cintura de Juanjo, y este apoya sus manos en los hombros del vasco.
—Siento haberme puesto gilipollas. —dice Juanjo.
—No lo has hecho, es normal que te hayas rallado.
—Aún así, no tendría que haber jodido tu momento de favorito.
—¿Qué dices? Solo te has enfadado un poco en la cena, no has jodido nada. —le asegura Martin.
—Vale. Te quiero. —dice Juanjo, casi un susurro.
—Yo más.
Juntan sus labios en un beso cariñoso.
Y la canción termina, mientras ellos se miran a los ojos.

Te regalo las piezas que mi alma conforman
Que nunca nada te haga falta a ti
Te voy a amar hasta morir

—Te voy a amar hasta morir, Do. —dice Martin.
El aragonés sonríe con timidez y besa a su novio de nuevo.
—Oye, no me he duchado. —susurra al separarse.
—Te acompaño. —dice Martin con demasiado entusiasmo.
Y marchan hacia las duchas entre risas, agarrados de la mano.

Bea, que se ha levantado a ir al baño, se extraña al oír risas y se asoma al pasillo.
—¿Qué hacéis, guapitos? — pregunta.
—Vamos a ducharnos. —dice Juanjo.
—Qué limpio, Martin. Tercera ducha del día, ¿no?
Martin contesta con un corte de manga y Juanjo tira de él para llevarlo a las duchas.
—Buenas noches, Bea. —dice Juanjo. —Te quiero, guapa.
—Buenas noches. —dice esta suspirando.

Cuando Bea entra en la habitación, se encuentra a todos incorporados en sus camas, susurrando entre ellos. La miran con consternación.
—¿Qué ha pasado? ¿Están bien ya? —pregunta Kiki.
—Sí. Arreglado. —dice Bea.
—Se los dije, el Juanjo no es capaz de cabrearse con el novio más de cinco minutos. —ríe Lucas.

En las duchas, Martin y Juanjo se quitan la ropa entre sonrisas. Se meten en la primera ducha y cierran la puerta. El agua sale calentita y se abrazan debajo, con los ojos cerrados disfrutando del contacto piel con piel.
—Ay, Martin. Te quiero tanto. No puedo esperar a salir para irnos juntos a hacer mil cosas... ir de viaje juntos, ir a la playa, presentarte a mi familia y conocer a la tuya, vivir juntos... —murmura Juanjo.
—Te amo te amo te amo. Te amo muchísimo, Do. Yo quiero enseñarte todo. Mis hermanos y mis padres te van a adorar. Y llevarte a Getxo. A mi casa. —dice Martin.

—Mi familia también te va a querer muchísimo. Hasta mi hermano.
—¿Hasta tu hermano? —pregunta Martin riendo.
—Es que no sé qué pensará de que seas un chico. Pero seguro que os llevaréis bien.
—Juanjo, ¿puedo decirte algo?
—¿Qué?
—Tu familia casi seguro que ya lo sabía.
—¿El qué? —pregunta Juanjo confundido.
—Que te gustan los chicos.
—¿Y tú qué sabes?
—...Se nota. —sonríe Martin.
—¿Qué dices?
—Juanjo, amor, tu familia no es ciega.
Juanjo estalla en una carcajada.
—Que te jodan. —contesta entre risas, abrazando a Martin con más fuerza. —¿Tú no decías que no hay que asumir?
—Tienes razón. —sonríe Martin.

Detrás de cámaras - Juanjo y MartinWhere stories live. Discover now