49. Primera parada: Bilbao

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Cuando llegan a Bilbao en el bus de la gira, Martin está que salta de la alegría y Juanjo se muere de la ternura. Van dos días antes para ensayar en el recinto y recibir a periodistas y demás "¡Exclusiva! Arranca la Gira de OT 2023". Martin no para de soltar datos sobre Bilbao, señalando edificios, monumentos, puentes y calles, emocionado. A todos sus compañeros les parece la persona más adorable del mundo, y lo escuchan con interés y ternura. Juanjo directamente se lo quiere comer entero.

Los ensayos son diversión continua, para fijar posiciones de cámaras hacen todas las actuaciones (solo con movimientos), y para animar un poco la cosa se les ocurre intercambiarse actuaciones. Así ven combinaciones que nunca imaginaron, como "Unholy" pero con Lucas sustituyendo a Álvaro. Juanjo aprovecha para actuar sensualmente, tocando al uruguayo y acercándose mucho a su boca, y Lucas le sigue el cachondeo encantado.

Martin lo ve todo mordiéndose el labio, celoso y algo caliente a la vez.
—Sois unos cabrones. —les dice cuando acaban.
—¡Es que lo sabía! Sos un celoso, boludo. —ríe Lucas. —¿Viste cómo me lo disfruté? Es que es tan hot, el Juanjo. Hay que compartir, eh, bigotes.
—Qué gracioso. —dice Martin fingiendo enfado.
—Yo que tú tendría cuidado, puedo seducirme al Juanjo cuando quiera.

—Deja al niño, coño. —ríe Naiara. —Eres un hijo de puta, Luki.
—Mi amor. —dice Juanjo yendo a abrazar a Martin y besándole la mejilla.
—No, vete a la mierda. —dice Martin.
—Calla, si sabes que solo tengo ojos para ti. Amor de mi vida. Mi bebé.
—Bueno, ya empiezan. —suelta Naiara.
—Dame un beso, uno bien dado. —demanda Martin.
Juanjo coge a Martin de las mejillas y junta sus labios en un beso corto pero cariñoso.
—Te amo. —dice Martin.
—Yo sí que te amo. Solo a ti. No te olvides nunca.

Un rato más tarde ensayan "Padam padam", y deciden que Martin haga de Violeta.
—El friki se sabe la coreografía entera, no me lo puedo creer. —comenta Violeta entre risas, viendo a Denna y Martin a través de las pantallas del backstage.
Juanjo no quita los ojos de encima del chico, obsesionado con como baila sensualmente y como se toca de manera erótica. Cuando termina la canción una mano le toca bajo el labio inferior. Es Bea, haciendo como que le limpia la baba.
—Qué graciosita. —dice Juanjo.

Cuando llega el día del concierto, los chicos están en una nube, no son conscientes de lo que van a vivir. Juanjo y Martin están contentísimos con sus outfits, el aragonés tiene un gusto particular por el primer look de Martin, con esa falda asimétrica sobre los pantalones. Le hace muy atractivo. Justo antes de salir a cantar "Libertad", la canción que abre el concierto, Juanjo y Martin se agarran de las manos, con las frentes pegadas y los ojos cerrados, en una especie de ritual de concentración y conexión.
—A disfrutar. —susurra Juanjo. —Hoy no nos juzga nadie.

Cuando salen al escenario el público grita. Es una locura. Los triunfitos no pueden concebir que haya tanta gente ahí por ellos. La gente canta toda la canción, el recinto suena precioso, el público no chilla sino que canta, disfrutando de la música. Bueno, al menos hasta que llega la frase de Juanjo, seguida directamente por la de Martin:

Me siento vivo, y no me tiembla el pulso
Son mis latidos los que marcan el compás

Juanjo pega un brinco cuando abre la boca para cantar y de pronto el recinto entero grita, chilla, estalla. ¿Qué coño? Martin se queda igual de sorprendido, y más aún cuando el griterío se mantiene al mismo nivel en su frase. Ni siquiera se ha escuchado a sí mismo. Los chicos intercambian una mirada alucinando. Juanjo podría saltar de la ilusión, Martin está flipando, se siente hasta un poco mal por el resto de sus compañeros... Parece que el público del BEC es "majo".

Cuando llega "God only knows", Martin tiene las lágrimas a punto de estallar en prácticamente toda la canción, y le duele la cara de tanto sonreír sin parar. Juanjo lo toquetea, jugando toda la canción, actuando como un enamorado, excepto que no está actuando lo más mínimo. Los chicos se sienten totalmente arropados por el público, libres, queridos. Al final Martin espera por si Juanjo lo besa, pero no lo hace, y Martin sonríe enternecido. En el fondo sigue siendo su chico tímido. Lo abraza y ambos irradian felicidad y amor.

"El patio" es toda una experiencia emocional para todo el mundo. Juanjo nunca se había sentido tan libre cantando. Tener a todo el recinto cantando esas letras tan significativas para él, arropándolo y acompañándolo... "Juanjo no salió favorito en aquella gala", piensa Martin, recordando la rabia que sintió cuando Naiara lo fue por tercera vez, "pero mira lo que tiene ahora. El público lo ama".

El concierto en general es un éxito, una maravilla. Juanjo chilla durante todo "Alors on danse", orgulloso de lo lejos que ha llegado la dura semana 6, en la que Martin lo pasó tan mal. "Escriurem" rompe el corazón de todos en el recinto, incluido Martin, que se pasa de nuevo la canción con los ojos llenos de lágrimas de emoción. El tiempo vuela y enseguida se ven cantando "Historias por contar" al final del concierto. Su frase juntos les hace muchísima ilusión a Juanjo y Martin, que la cantan mirándose a los ojos, el aragonés agarrando al otro de la cintura para acercarlo a él.

Al terminar "Quédate", la última canción, bajan del escenario como en una nube, y los gritos de celebración son automáticos. Abrazos de grupo, unos chillando emocionados, otros saltando de la alegría, un alboroto increíble que se forma en cuestión de segundos. Entre toda la gente y la locura, Martin busca a Juanjo, y al localizarlo se acerca a él.

—Mi amor... —dice en voz bajita el vasco.
—¡Mi amor! —contesta Juanjo efusivamente, abrazando a Martin por la cintura y levantándolo en el aire.
—Es que... madre mía... ¿cómo...? —intenta decir el vasco, alucinando con lo que acaban de vivir.
—Ya lo sé. —le dice Juanjo, y le planta un besazo en los labios.

Enseguida se ven en mitad de una reunión de sus compañeros y sus familiares que han ido a verlos cantar. La madre de Juanjo, Nieves, y la de Martin, Rebeca, entran juntas a la sala, charlando emocionadas.
—Olé. Míralas. —dice Juanjo sonriendo.
Los chicos se acercan a ellas dados de la mano, pero se ven obligados a soltarse cuando sus respectivas madres los estrechan en fuertes abrazos.

—Hijo mío. Qué pasada lo que has hecho, eh. Eres un artista, Martin.
—¿Os ha gustado? —pregunta el chico, feliz.
—Nos ha flipado. Te lo digo en serio.
—Jo, qué guay. Ha sido... buf. No me lo creo.

—Mi amor, estoy súper orgullosa de ti, qué actuaciones has hecho, eh. Y el público te adora. No han parado de corear tu nombre. —le dice Nieves a Juanjo, sin dejar de estrecharle entre sus brazos.
—Es que, mamá... ¿tú viste cómo nos gritaron a Martin y a mí en "Libertad"?
—Sí, mil veces más que al resto... —susurra Nieves. —Te lo he dicho hijo, os quieren muchísimo.

Martin y Rebeca se acercan a los aragoneses, llamando su atención.
—Juanjo, qué pasada cómo lo has hecho, me tienes loca. —dice Rebeca, abrazando al chico.
—Jolín, muchas gracias. Qué ilusión que estéis todos aquí. —dice Juanjo abrazándola de vuelta.
Martin y Nieves están fundidos en otro abrazo. El vasco sonríe emocionado, con la lagrimilla a punto de salir. Rebeca le revuelve el pelo a Juanjo y le susurra al oído. —Mira a Martin, está tan feliz... tú lo haces muy feliz, Juanjo.
El aragonés sonríe ilusionado.

Nieves deja respirar a Martin, aflojando el abrazo.
—Ay, Martin. Es que ha sido un concierto precioso y lo hacéis tan bien... —comenta la mujer.
—Yo me he emocionado mucho. —dice Martin sonriendo.
—No me extraña. "Escriurem" ha sido súper bonita. Bueno, y "God only knows" también. Se os ve tan... tan libres. Has ayudado mucho a Juanjo, cariño. Siempre te lo voy a agradecer.

Martin ya está llorando de nuevo con estas palabras. Juanjo se acerca a él y lo abraza con fuerza, entrando en su burbujita de amor.

Detrás de cámaras - Juanjo y MartinWhere stories live. Discover now