53. La vida del artista

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Esa tarde salen a pasear por El Retiro con Nacho Capuchino, el community manager de los triunfitos que ya se ha convertido en amigo de todos. Juanjo y Martin le cuentan de sus proyectos, de sus vidas, Nacho les cuenta chismes y les habla de la gira...
—Y ahora la gente en Twitter está teorizando que Omar le puso los cuernos a Rus mientras ella seguía en la academia... —les dice Nacho.
—¿Y con Julia Medina otra vez? —pregunta Juanjo, implicadísimo en el tema.
—No, no. Ahora creen que fue con Chanel.
—¿Chanel? ¿Chanel de "Slo-Mo"? —pregunta Martin, ralladísimo.
—Sí.
—Pero, ¿qué cojones? Eso no es verdad, ¿no? —dice Juanjo, alucinando.
—Yo no tengo ni idea. Solo sé lo que dice la gente. Tampoco creo que Omar vaya a contar nada, sea verdad o no.

—Qué fumada, tío. Bua, yo cada vez soy más incapaz de tomarme en serio a Omar. —ríe Juanjo. —Es que cada cosa suya que sale es más surrealista que la anterior.
—Lo de la gente mayor. —dice Martin, soltando una carcajada.
—Ah sí, los chistes de que es "viejo" están por todos lados. La gente es muy creativa. —ríe Nacho.
—No, no, pero es que, ¿te acuerdas del trend de mi single? Que ponías "Lo que no ves de mí" y luego cosas sobre ti en plan profundas.
—Sí, sí. Me acuerdo.
—Pues yo lo hice y puse que mi debilidad eran las personas mayores. —explica Juanjo.
—Y ahora hay edits que ponen esa frase y luego clips de Juanjo abrazando a Omar y cosas así. La gente tiene mucho cachondeo. —ríe Martin.

Unos diez minutos más tarde Martin y Nacho están sentados en un banco, y Juanjo se levanta para ir a comprar unos helados. Martin, distraídamente, graba un plano en el que se ve el parque, la fuente, el precioso cielo y a Juanjo alejándose. De pronto ve que Juanjo se ha parado a saludar a alguien... Ostia. Es Omar. El aragonés se ha quedado flipando al verlo. "Qué cojones, esto es demasiada casualidad", piensa.

Al llegar a casa, los chicos se van directos a la cama. Juanjo se acuesta de espaldas y Martin encima de él, con la cara enterrada en su cuello.
—¿Estás cansadico? —pregunta Juanjo, acariciándole la espalda,
—No. —contesta Martin, dándole un beso profundo a la sensible piel del cuello de su novio.
Sigue bajando, besando sus clavículas con la clara intención de dejar marca.

—Lo de hacerlo con música... —murmura Juanjo, acariciándole el pelo a Martin que sigue besando su pecho. —¿iba en serio?
—Joder. Y tanto. —dice Martin con un entusiasmo algo excesivo.
—Venga.
—¿De verdad? Vale, voy a poner una playlist. —dice Martin sonriendo, y sacando el móvil para buscar la lista. —Vale, ya.
—Has hecho una puta playlist... ¿para follar? —pregunta Juanjo entre risas.
—Eso mismo. Se llama "agaportnit".
—Será privado eso, ¿no? Que las putas locas de las fans son capaces de encontrarte hasta en Spotify.

—Shhh, relájate... —dice Martin, dejando el móvil en la mesita de noche y trepando encima de Juanjo. Empieza a sonar "In my room", de Troye Sivan y Guitarricadelafuente, haciéndolos entrar en el momento, sonriéndose, y al ritmo de la música se quitan las camisetas el uno al otro.
—Qué guapo... —murmura Juanjo viendo a Martin, antes de besarlo con muchísima intensidad.
El aragonés agarra a Martin de la cintura y lo eleva, empujándolo hacia un lado y haciendo que se acueste sobre su espalda, para seguidamente colocarse encima de él.

Martin no va a hablar sobre lo que le hace sentir que Juanjo lo levante con tanta facilidad. El mayor, con Lana del Rey de fondo, le quita los vaqueros a Martin y se inclina para besarlo mientras lentamente le quita la ropa interior. Martin podría gritar de la excitación. Ahora mismo está en la cama totalmente desnudo, ante la mirada atenta de Juanjo, que lo observa desde arriba como si nunca hubiese visto algo tan bonito.

—¿Qué? —pregunta Martin sonrojado.
—Que vaya suerte tengo. Te amo. —contesta Juanjo, y comienza a besar el abdomen de Martin bajando lentamente, provocándolo. Al fin llega abajo, e inmediatamente empieza a utilizar su boca para darle placer a su novio. Martin se agarra a las sábanas con fuerza, reprimiendo jadeos y gemidos tanto como puede. Juanjo frota el miembro de Martin con la mano y lo lame en zonas concretas que hacen que el vasco empiece a balbucear cosas sin sentido.
—D-do... Mmmm... Sí, s-sí... La sábana... No pares por favor... Cabrón, madre mía... Juanjo... Hmmm, ¡Ay...!

El aragonés no para hasta que consigue llevar a Martin al final, quien es incapaz de contener un último gemido cuando al fin llega al orgasmo. Martin se queda inmóvil, recuperando la respiración. Juanjo se acuesta a su lado y le acaricia el pelo tranquilamente, mientras suena "I wanna be yours" de Arctic Monkeys en bajito.
—¿Hay condones? —pregunta Martin pasados un par de minutos, rompiendo el silencio. Obviamente ya sabe que los hay, la pregunta más bien se traduce a "¿lo hacemos?"

Juanjo se levanta sin pensárselo dos veces y abre el cajón de la mesa de noche para coger un preservativo. Corre a la cama, se quita el pantalón y la ropa interior, y se lo pone. Martin se incorpora para empujar a Juanjo y que sea este quien se acueste sobre su espalda. Entonces el vasco se sienta a horcadas sobre Juanjo, su entrepierna en contacto con la del chico, y se inclina para besarlo antes de ponerse a ello. Empieza lento, entrando despacio para no hacerse daño. Martin coloca las manos sobre el abdomen de Juanjo para estabilizarse mientras comienza a subir y bajar, con velocidad en aumento, al ritmo de "34+35" de Ariana Grande.

Juanjo comienza sonriéndole a Martin con picardía, canturreando la canción. Pero llega a un punto en el que se le quita todo el vacile, cuando comienza a acercarse al orgasmo y pierde el control de sí mismo. Juanjo tiene una extraña costumbre de declararle sus sentimientos a Martin en la cama. Aunque también lo hace en cualquier otro lugar, para ser justos.
—¡Dios! Te amo, te amo, te a-¡AH! Ay, Martin, sí... Mi amor, me haces tan feliz... ¡Ay! Sigue, sigue... Qué bonito eres, mírate... te como...

Esa noche Martin se va a la fiesta del estreno del nuevo álbum de María Escarmiento. Juanjo no podía asistir porque tenía sesión en el estudio hasta tarde y otra temprana al día siguiente. El vasco estaba algo nervioso por ir a una fiesta sin él. Menos mal que también estaban Salma y Violeta para acompañarlo, y también Natalia Lacunza y África, que ayudan a incluir a los nuevos triunfitos. María Escarmiento se interesa mucho por Martin, y este, tras un par de cervezas, le termina contando su vida y cómo empezó lo de Juanjo. Sabe que suena a obseso total con su novio, a chiflado, a profundamente enamorado, pero no podría importarle menos. Siempre ha sido transparente en ese sentido.

A eso de las 3 de la mañana, Martin entra en casa, tambaleándose un poco. Intenta hacer el menor ruido posible al lavarse los dientes y desvestirse para meterse en la cama. Juanjo duerme boca arriba, con una mano apoyada en su abdomen y el otro brazo extendido. Martin se acomoda cuidadosamente contra el pecho de Juanjo, rodeándole el vientre con el brazo. El aragonés, por instinto o por costumbre, flexiona el brazo extendido para apoyar la mano en el hombro de Martin.

A la mañana siguiente, Juanjo estruja a Martin en un abrazo nada más despertarse.
—Buenos días, amor. ¿Cómo lo pasaste ayer? Quería esperarte despierto, pero me dormí. —dice.
—Qué loco, cómo ibas a quedarte despierto hasta tan tarde... Lo pasé muy guay, la verdad. Me hubiera gustado que estuvieras.
Juanjo no se resiste a darle un beso.
—Hay que ver. Tú en una fiesta premiere, yo en el estudio... la vida del artista está de puta madre.
—Ay... mi artista. Mi amorcito, vamos a desayunar. —dice Martin riendo.

Los chicos preparan la mesa con todo tipo de alimentos, aunque no necesariamente combinen. Son de desayunar fuerte, como ya demostraron en la academia: tostadas, magdalenas, Nutella, embutidos, aguacate, fresas...
—Supe que estábamos destinados porque eres la única persona que conozco que desayuna tanto como yo. —comenta Juanjo con la boca llena, sonriéndole a Martin.

Detrás de cámaras - Juanjo y MartinWhere stories live. Discover now