JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVI

4-Culpa mía

*Dani*

**4 días para la fiesta**

Llevaba una semana evitando a toda costa a Pablo. El fin de semana la excusa fue que el tenía partido fuera de casa, y yo le dije que tenía toda la semana ocupada.

Era la primera vez que no nos veíamos en toda una semana, pero tampoco yo había salido de casa para algo que no fuese trabajar o ir a estudiar.

Estudiaba un doble grado superior de marketing y publicidad y administración y finanzas.

Y trabajaba algunos días sueltos en una cafetería que tenia a unas cuantas calles de casa. Sobre todo para mis caprichos, mis padres me pasaban dinero todos los meses desde Sevilla y también tenía una beca por mis buenas notas, pero me gustaba mucho trabajar y tantos mis jefes como los clientes eran encantadores. Llevaba desde que llegué de Sevilla prácticamente trabajando ahí, y era una cafetería muy familiar, siempre con los mismos clientes, y era muy acogedor.

Hoy los chicos tenían partido en casa, y yo siempre iba a verlos jugar, asique pablo me mandó mi pase recordándome la hora del partido como hacia siempre.

-No se si pueda ir-le escribí por WhatsApp y a los pocos minutos me llegó una llamada de él.

Ni siquiera me dio tiempo a decirle hola,  cuando él habló.

-¿se puede saber porque no puedes venir? Siempre vienes-me dijo y yo suspiré.

-A lo mejor tengo que cambiarle el turno a Álvaro-le dije excusandome con mi compañero de trabajo, pero no era verdad, solo una excusa.

-Ya, que casualidad, que casualidad que no has fallado ni una vez desde que llegaste aquí y está semana que me estas evitando es cuando Álvaro te ha pedido que le cambies el turno-me dijo enfadado.

-Si no quieres creerme no me creas.

-No te creo porque no es verdad, no te he hecho nada Dani, ¿Qué pasa?-me dijo con un tono más preocupado y desesperado-llevo toda la semana detrás tuya para vernos, y tu con excusas baratas, he querido dejarte tu espacio, pero de verdad que no sé qué hacer, nunca antes...-se quedó callado de golpe.

Yo tampoco dije nada porque sabía exactamente lo que el iba a decir, y me dolía un poco reconocerlo.

-Nunca antes habíamos estado así-acabó de forma más suave y yo suspiré cogiendo aire.

-Estamos bien, Pablo, intentaré ir¿Vale?

-Por favor ven, sabes que necesito buscarte en la grada si el partido se pone feo, o sonreírte cuando entre al vestuario en el descanso para guiñarte un ojo después, joder Dani siempre estas ahí, conmigo-me dijo.

-Te prometo que haré todo lo posible por ir, Pablo-le dije-tengo que colgarte, voy conduciendo-fue lo último que dije antes de colgar.

Me sentía mal, muy mal por él.

En el fondo el problema lo tenía yo, que no podía verlo con Esther, pero eso no era culpa de él, era la mía por sentir cosas que no debería sentir, asique una vez más hice de tripas corazón y me presenté en el partido con la camiseta de mi mejor amigo para animarle.

Iba a hacerlo por él, porque lo quería más que a mi misma y quería que estuviese bien, y estaba dispuesta incluso a darle una oportunidad a Esther, quizá solo hacia falta que nos conociéramos un poco y no era tan mala como yo pensaba.

Cuando llegué ahí estaban Aurora y Fer, siempre veniamos los tres juntos, bueno, y Sira, aunque de esta última ya no sabíamos mucho desde que lo había dejado con ferran.

-Hola-murmuré al llegar sofocada porque llegaba tarde.

-Te has perdido el calentamiento, ¿Dónde estabas?-me preguntó Fer.