26-Amor

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*Gavi*

-Este está pletórico-le dijo ferran a pedri y fermin mientras yo corría con la pelota en el entrenamiento.

Mis amigos se rieron con el comentario del valenciano, aunque a mi me dio igual y seguí entrenando de lo más feliz.

Todo me iba bien, con Dani las cosas iban de maravilla, no podía estar más feliz en ese sentido y después, ya estaba completamente recuperado de mi lesión, de hecho jugaría el partido de mañana, quizá no de titular, pero si que entraría más tarde.

Me tiré encima de araujo para que perdiese el control de la pelota, y después me puse a dar pases con fermin.

-Vamos a comer en casa de pedri, Fer ha hecho berenjenas rellenas, ¿te vienes?-me preguntó ferran.

-Otro día hermano, quiero recoger a Dani de clases para que comamos juntos que después nos vamos a Almería-le recordé, porque el partido de mañana era fuera de casa.

El asintió mientras daba toques a la pelota y acabamos dando pases juntos, con él las cosas habían mejorado desde que me contó lo de Aina, por lo menos sabía que no iba detrás de mi novia, bueno, de mi novia falsa porque no se había pedido de verdad todavía.

Cuando acabó el entreno me duché y cogí el coche hasta donde estudiaba Dani, le mandé un mensaje para avisarla de que estaba aquí, y ella me contestó que salía en cinco minutos.

La esperé hasta que empecé a ver como iba saliendo la gente, siempre la esperaba al final de la calle para que la gente no se tirara encima de mi coche.

Ella se subió súper feliz y me dió un beso cogiendo mi cara con sus manos.

-He aprobación contabilidad, ¡una menos!-me dijo aplaudiendo súper feliz y yo sonreí ampliamente al verla tan contenta.

-Si es que mi niña es la mejor- y lo era, había estado estudiando un montón estos días en casa.

-¡Un 9 pablo, un 9!-me dijo y yo sonreí mientras arrancaba-¿Qué tal tu mañana? ¿El entreno bien?-me preguntó.

-Muy bien, xavi me ha dicho que no seré titular pero tendré minutos en la segunda parte-le expliqué y ella asintió-podrias venirte conmigo...-le dije poniendo mi mano en su pierna.

-Sabes que me encantaría, pero le prometí a mi jefe que podría trabajar mañana, ya no puedo fallarle.

-Bueno, pero puedes preguntarle si te puede cambiar el turno-ella puso una mueca-vale, no insisto, es que me encanta que me acompañes, me motiva saber que estás en la grada.

-Desde casa te animo igual, te prometo que la próxima vez intento poder ir-me dijo dándome un beso en la mejilla porque estaba conduciendo.

Sonreí dejando mi mano en su pierna, y ella conectó su móvil al Bluetooth del coche para que escucharamos música.

Al llegar a casa ya tenía yo echa la comida, ni más ni menos que arroz con pollo, y como sabía que a Dani le gustaba con nata y queso los había comprado para acabarselo a ella así, porque yo no podía permitírmelo.

-¿Y eso?-me preguntó al entrar y ver la nata y el queso.

-Para mi novia-le dije mientras lo cocinaba y ella reprimió una sonrisa mordiendose el labio.

Me dejó un beso mientras acariciaba mi nuca y empezó a poner la mesa.

Era la primera vez que vivía estas cosas, y aunque pareciera una tontería, compartir una comida, o añadir productos a la lista de la compra solo porque a ella le gustaban me parecía un gran paso para mi, porque nunca me había importado lo más mínimo por una pareja.

JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora