55-¿me estás dejando?

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*Dani*

-Amor, me voy al fisio, abajo te he dejado preparadas unas tortitas con chocolate y fresas-me dijo Pablo abriendo la puerta de la habitación de invitados, donde había decidido trabajar.

-Gracias, ¿como vas?-le pregunté, porque la mayoría de las veces lo llevaba yo.

-Viene Pedri que coincide con el entreno de ellos, además Xavi quiere hablar con todos sobre lo de ayer-me dijo acercándose a mi y abrazándome por detrás tocando mi barriga.

-Pablo..-murmuré negando.

-Déjame arreglarlo, porfavor-me pidió y me giró la silla giratoria poniéndome de cara a él mientras se agachaba a mi altura teniendo cuidado con su rodilla-lo siento, siento haberte gritado después de que llevas todo este tiempo aguantando mi mal humor, no te lo mereces, te mereces muchas cosas, pero no que te trate así, y lo siento muchísimo, quiero hacer las cosas bien, me da igual todo Dani, el fútbol, mi lesión, nada me vale si no os tengo conmigo a vosotras, sois la razón por la que vivo-me dijo con lágrimas resbalando por sus mejillas, lágrimas que yo sequé con mi pulgar, porque aunque estuviese enfadada con su actitud lo conocía y sabía que se había arrepentido de su comportamiento.

-Vete a la recuperación, luego hablamos, ¿Vale?-le pedí acercándome a sus labios y dejando un pico en ellos.

El alargó el beso mientras con su pulgar acariciaba mi abdomen, y después se incorporó con cuidado.

-Merienda porfavor, no estés toda la tarde ahí sin comer-me pidió y yo asentí volviendo la vista a mi portátil-Te amo-me dijo desde la puerta.

-Yo también-le contesté y cuando escuché que cerró la puerta me dejé caer en la silla.

Sabía que estaba arrepentido, y siempre intentaba comprenderlo y por eso no discutía, pero yo tampoco estaba bien, necesitaba su apoyo más que nunca, sobre todo porque íbamos a tener un bebé que también necesitaba conocer la mejor versión de su padre, y desde luego esta vez no había estado a la altura.

Terminé de trabajar más temprano ese día, y bajé a comerme el plato de tortitas que me había preparado Pablo, y justo cuando me las estaba comiendo, una videollamada de Ansu empezó a sonar en mi teléfono.

-Hombre, llevo todo el día contando las horas hasta que acabases de trabajar para preguntarte por mi sobri-me dijo nada más descolgarle y yo sonreí.

-Hola Daniela, ¿Cómo estás? Bien gracias por preguntar-le dije con ironía y el rodó los ojos sonriendo.

-Hola Daniela, ¿Cómo estás? ¿Puedes decirme ya si voy a tener que mimar a una despelucha barbies o a un rompe coches?-me preguntó y yo reí por sus ocurrencias, haciéndolo reír a él también.

-Al final Pablo ha ganado-le dije y el sonrió.

-¿¡Es una nena?!-me preguntó y yo asentí haciendo que el diera palmas contento-que guay, una mini Wendy, decidido, va a ser mi campanilla-dijo contento y yo reí mientras comía-¿Qué comes?-me preguntó.

-Tortitas con chocolate-le dije.

-¿Ya has superado los donuts?-me preguntó y yo cogí mi móvil y enfoque el mueble de la cocina, donde había unos seis paquetes de donuts haciéndolo reir a carcajadas-ya me extrañaba a mi-dijo y yo reí.

-Esta niña va a ser muy dulce-dije volviendo a sentarme y el asintió.

-¿Y Gavi como está? Saltando en una pata imagino, nunca mejor dicho-dijo haciendo referencia a su lesión.

-Si, esta contento-le dije encogiendome de hombros.

-Ui esa carita de mi Wendy, cuéntame a ver-me dijo alzando las cejas.

Le conté la 'discusión' que habíamos tenido pablo y yo el día de antes, y como esta mañana había intentado arreglarlo y también antes de irse al fisio.

-No lo justifico, pero he pasado por lo que esta pasando él, y las lesiones te amargan la vida y más viendo que el equipo no está en su mejor momento, dejando a partir lo de xavi, todos sabemos lo mucho que significa para Gavi-me dijo él- aún así claro que no te tiene que gritar, ni mucho menos pagarlo contigo, eso me parece fatal-me dijo y yo suspiré cansada.

-Sinceramente creo que necesita un tiempo para el mismo-le dije encogiendome de hombros y Ansu frunció el ceño.

-¿Cómo un tiempo para él mismo?-me preguntó y yo suspiré nerviosa.

-Ansu ya sabes, tener intimidad con el mismo, estar tranquilo en su recuperación, nose, quizá ahora mismo convivir no es la mejor opcion-le dije y el alzó la cejas sorprendido por lo que le acababa de decir.

-Dani, ¿Quieres decir que le vas a decir de daros..un tiempo?-me preguntó y yo asentí con los sentimientos a flor de piel y tratando de no llorar-Dani...no sé si es lo que necesitais-me dijo haciendo una mueca.

-¿Y qué hago Ansu? Lo veo que está amargado todos los días, y al final lo paga conmigo, y yo tampoco puedo seguir así, alomejor dejándolo solo en su casa está más tranquilo-le dije encogiendome de hombros y él negó.

-Vuestra casa-me corrigió y yo rodé los ojos.

-Bueno si, nuestra casa-le dije.

-Si lo tienes tan claro pues nose..hazlo, pero no comparto la opinión, no necesitáis eso, todo lo contrario-me dijo y yo hice una mueca, aunque ya tenía la decisión prácticamente tomada.

Poco más pudimos hablar, porque el tenía que irse a una publi que tenía, y yo después de recoger un poco la casa me tumbé en el sofá poniéndome una película, aunque tardé poco en quedarme dormida.

                              *******

Sentí una caricia suave en mi mejilla que me hizo abrir los ojos encontrándome con los de Pablo.

-Siento haberte despertado cariño, pero con la pierna así no puedo subir las escaleras para llevarte a la cama y aquí no te puedes quedar-me dijo y yo asentí incorporándome.

-¿Qué hora es?-le pregunté.

-Las diez-me dijo.

-¿Qué tal el fisio?-Le pregunté mientras me estiraba.

-Igual que todos los días, poco a poco, venga, vamos para arriba anda-me dijo y yo asentí yendo hasta la escaleras, pero antes tuve que pasar por la cocina a coger un donut, y el sonrió desde las escaleras mirándome.

-La culpa es de tu hija-le dije encogiendome de hombros y el sonrió inocente.

-No he dicho nada-dijo alzando las cejas-venga, tira para arriba-me dijo mientras me señalaba las escaleras.

Me fui a meter en la habitación de invitados, pero Pablo me frenó cogiendome del brazo.

-Dani, vuelve a la cama conmigo-me pidió mirándome con pena.

-No creo que sea lo mejor Pablo, de verdad-le dije negando.

-Venga, morenita, ya te he pedido perdón y te prometo que no va a volver a pasar-me dijo viniendo hasta mi, pero yo negué apartándolo-quiero estar con vosotras-me dijo apenado y yo suspiré mirándolo con los ojos vidriosos.

-De nada me vale que ahora me digas esto si mañana o pasado vas a volver a pagar tu mal humor conmigo, llevamos meses así Pablo-le dije y el hizo una mueca con la boca-nose...quizá...-cogí aire-quizá necesitas un tiempo para ti con esto de la lesión-le dije encogiendome de hombros y el frunció el ceño mirándome.

-¿Qué? Yo no necesito tiempo para mi-me dijo a la defensiva, y al darse cuenta de su tono de voz me miró arrepentido de nuevo-lo siento-murmuró de nuevo.

Me quedé callada, porque tampoco tenía más que decir, y al final el formuló la pregunta que tampoco se atrevía a formular.

-Dani, ¿me estás dejando? ¿Es eso?-me preguntó con la voz quebrada...

(CONTINUARÁ...)

¿Qué opináis?❤️
¿Queréis capi de pedri hoy?

JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora