16

160 28 2
                                    










Bajaron hacía la cocina, encontrándose con Niurka hablando por celular, pero en cuánto los vió entrar, se despidió con rapidez cortando luego y les sonrió cómo si estuviese haciendo algo malo.

- ¡Hola, cariños! ¿Tienen hambre? - cuestionó moviéndose con algo de nerviosismo.

Emilio entrecerró los ojos, la conocía muy bien y sabía que algo raro estaba haciendo.

- Prepararemos panqueques. - contó haciendo un gesto al menor para que se acercara a la isla.

La mujer ahogó un chillido, pero no pudo evitar su pequeño saltito.

- ¡Oh, eso es muy bonito! - dijo volviendo a agarrar su celular y comenzando a teclear algo. - ¡Les prepararé todos los ingredientes!

- No se preocupe, Niurka, usted tiene que descansar. - agregó el castaño mientras jugaba con sus dedos.

- Sí, mamá, vé a recostarte ó a ver tele en la sala, ¿Quieres que te prepare un té ó algo?

Negó haciendo un gesto vago con la mano.

- No se preocupen por mí, ustedes hagan lo suyo tranquilos. - su vista se clavó en el collar que su hijo tenía. - ¿Y eso? - señaló.

Llevó su mano para atrapar el dije entre sus dedos y sonrió.

- Joaquín me lo regaló.

Bondoni se mostró algo inquieto por la manera en la que su ex suegra estaba viéndolo, pero se tranquilizó cuándo la mujer sonrió más amplio.

- Que hermoso detalle, es muy bonito, Joaquín.

Asintió ladeando su cabeza.

- Gracias, Niurka.

- Bueno, los dejaré sólos, que se diviertan. - terminó de decir dando un aplauso antes de marchar fuera de la cocina.

Osorio negó divertido antes de comenzar a tomar los ingredientes y colocarlos sobre la isla.

- A mamá le hace feliz verte de nuevo por aquí. - contó cuándo el castaño se puso a su lado.

- ¿De verdad?

- Por supuesto, ella te adora.

- Me hace muy feliz saber que tus papás no me odian, Emilio.

- Es imposible que alguien te odie a tí.

Hizo una mueca, pero no dijo nada más, cuándo estuvo todo preparado, comenzaron a cocinar hasta que tuvieron una pila de panqueques en un plato, Emilio se encargó de llevar éstos junto a la Nutella mientras Joaquín llevaba las 2 tazas de chocolatadas escaleras arriba hacía la habitación del oji-café.

Cuándo estuvieron cómodos; con el plato en medio y sus respectivas tazas, comenzaron a ver la película que eligieron.

En un momento, a mitad del film, Emilio giró su rostro para ver al menor, quién estaba concentrado en la trama; prestando atención a la pantalla y haciendo muecas de sorpresa ó de confusión; Osorio sólo lo observaba, pensando en que tenía nuevamente al castaño a su lado.

¿Era una sensación rara? Por supuesto, era raro sentir que el tiempo se detiene cuándo estás junto a la persona que amas. Pero no le desagradaba para nada el sentimiento.

Joaquín volteó su rostro y sus miradas chocaron.

- ¿Qué? - preguntó ladeando la cabeza.

- Nada es sólo que... Me alegra mucho que estés aquí.

¿Can I Hold You Again? // Adaptación Emiliaco - 2° Temp. de ¿Puedo Abrazarte?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora