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El asesinato de Hazel había sido simple pero rebuscado, el suceso ocurrió en la noche, no había muchos rasgos de tortura, pero la causa principal de la muerte era asfixia. Lo peor ocurre después de su muerte, las pericias creen que fue cuando el asesino cometió las faltas más atroces sobre su cuerpo, exponiéndola frente a todos, en un lugar a la vista.
De los cinco asesinatos ya ocurridos bajo un mismo patrón, este había sido  el único cuerpo que no fue escondido, es como si el asesino quisiera que se descubra quien era. ¿O acaso fue simplemente un error? ¿O quizás alguien lo descubrió en medio de su acto y no llegó a esconder el cuerpo?

Esos eran los datos que se sabían sobre el asesinato de Hazel, irónicamente, la que menos miedo tenía de morir, es la que quizás dé con el asesino. Alana dijo que había rastros de huellas, pero que eran imperceptibles y que quizás no den con el asesino, aún así no era la única prueba.

Había muchas diferencias entre los asesinatos de las otras estudiantes y de Hazel. Porque ella, había quedado expuesta. Y había algo en su muerte que nos quería decir algo.

Jugué con mi celular sentada en el escritorio, pensando en muchas cosas, a cada momento entraba al chat de Hazel, ilusa, creyendo que ella iba a escribirme y tranquilizarme, diciendo que todo era un plan para atrapar al asesino. Porque eso era claramente algo que haría.

Mi mamá abrió mi puerta suavemente, me dió una sonrisa angelical de solo las que ella sabe dar.

— Perdón, no quiero molestarte, pero alguien quiere verte.

Miré intrigada y ví llegar a Elio, su rostro era de pura preocupación, respiré aliviada y me levanté para abrazarnos. Mi mamá entendió que debía dejarnos solos.

— Me enteré de todo, lo siento mucho Astrid. Sé que ustedes dos eran muy unidas.

Me abrazó más fuerte y sostuvo mi cabeza sobre su pecho.

— Por dios, ¿Por qué no me contestaste anoche? Estaba a punto de darme un infarto. Además, la última vez que te había visto seguías en la universidad, y luego me enteré de todo esto y...

Negó varias veces — Fue un idiota, dejé el celular en silencio y no me desperté. A la mañana me enteré absolutamente de todo, no lo podía creer.

Suspiré algo agotada, no iba a seguir discutiendo por eso, no era importante. Lo importante era que había perdido a mi amiga.

—¿Viste a Hazel mientras estabas trabajando?

Negó — No, no la ví. No habían muchas personas a esa hora pero yo realmente solo estuve en mi despacho.

No dije nada, solo me quedé pensando, no entendía por qué Hazel aún se había quedado en la universidad. No lograba comprenderlo.

— Todos los que estuvimos en la universidad hasta tarde — miró a un costado — que no éramos muchos, tenemos que dar testimonio esta tarde. Profesores, directivos y alumnos.

Asentí, lo sabía, Alana me lo había dicho.

—¿Estás bien? — preguntó acariciando mi mejilla.

— Claro que no estoy bien, mataron a mi amiga y aún el FBI no es capaz de descubrir quien viene matando a estudiantes desde hace más un mes. ¿Cuando será el límite? ¿Y si soy la próxima? — muchas cosas daban vuelta en mi cabeza.

— No te atrevas a pensar eso — su voz sonó dura, tanto que en sorprendió — mira, entiendo que el asesino ahora mismo está acorralado, y es muy probable que pronto lo descubran. Y cuando lo hagan, todos podremos estar tranquilos.

¿Cómo podía ser tan positivo ante la situación?

—¿Y qué con todas las vidas que se llevó?

— Tendrán justicia, simplemente lo sé.

Pero yo no creía en la justicia, cuando atrapen al asesino será simplemente darle cara a un sujeto que viene cometiendo crímenes atroces. Cumplirá una condena, recibiría cadena perpetua y quizás, si es un buen llorón frente al juez, salga antes por buen compartimiento. Pero nadie le devolverá la justicia a las mujeres que asesinó, nadie.

— Astrid, deja de pensar en eso. Tienes que estar tranquila y ser fuerte por ella, ¿Entiendes?

Asentí, me volvió a cubrir entre sus brazos, y por primera vez en mucho tiempo no me sentí protegida.

Doctora Bloom || Hannibal.Where stories live. Discover now