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— El profesor Donovan nunca me dijo que alguien venía a buscar algo a su despacho — dijo el conserje algo confundido.

— Mire, soy Astrid Bloom, soy alumna y practicante de psiquiatría, él me está ayudando con mi trabajo final así que — le mostré las hojas — me pidió que le traiga esto.

— No lo sé señorita Bloom — negó — no es propio dejar a una alumna entrar al despacho de un profesor de esta universidad.

Suspiré — Le prometo que serán solo diez minutos, dejo esto y me voy.

Pareció pensarlo unos segundos hasta que suspiró y me abrió paso.

— Está bien, pero llega a pasar algo y yo no tomaré responsabilidad. Será todo tu culpa.

Le resté importancia y entré rápidamente al despacho ante la respuesta positiva, necesitaba buscar algo, algo que confirme que mis sospechas son válidas. En realidad, no quería encontrar nada, porque eso confirmaría que él mató a Hazel.

Últimamente estaba actuando sospechoso, casi no me hablaba, se ponía nervioso al verme y postergaba nuestras salidas. ¿Qué estaba sucediendo?

Empecé a revolver con cuidado entre sus cosas, habían muchos papeles, libros, y cosas sin importancia, pero nada que me demuestre que algo iba mal o que él era sospechoso. Suspiré mirando dónde  buscar hasta que escuché unos pasos, y la voz de Elio. Entré en pánico y me oculte bajo el escritorio.

— .... Si, creo que es perfecto — decía su voz, parecía estar hablando por teléfono — no, no tengo que modificarle nada, gracias de todos modos. Está bien, no tiene por qué enterarse.

Mis sentidos se pusieron en alerta cuando escuché eso, minutos después cortó la llamada y empezó a recorrer el despacho, quizás buscando algo. Lo espíe con mucho cuidado y ví que sacó una cajita de su pantalón, suspiré y la volví a guardar. ¿Qué ocultas?

Me mantuve sin respirar esperando lo peor, pero tomó su chaqueta y se fue sin decir nada. Espere para asegurarme de que no vuelva a entrar, y no lo hizo, así que salí de mi escondite.
Seguí revisando sin mucha perspectiva, creyendo que todo había sido un error y sintiendo que me debía disculpar con él por actuar como una tonta y creer que él era el agente de tantos crímenes atroces cometidos.

Me iba a ir, dejando todo ordenado y entonces lo ví.. en una esquina de su escritorio, al lado de las lapiceras. Perdí el aliento y sentí que me ibas a desmayar.

— No puede ser...

Era el collar de Hazel, el collar que yo le regalé y que compartíamos. Lo tomé con manos temblorosas, ¿Por qué tendría el collar de mi amiga que había sido asesinada?

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—¿Estás segura que lo encontraste en su despacho? — preguntó mi hermana sorprendida mirando el collar.

Asentí cabizbaja, aún todo era muy reciente y el trayecto desde la escuela a mi casa había sido devastador.

— Enviaré un comunicado a Jack Crawford para que lo retengan y lo investiguen. Si estoy es verdad, Astrid... Podriamos haber dado con el asesino.

— Lo sé.

Alana me miró con lastima, yo no quería seguir pensando en todo, solo quería acostarme y dormir.

—¿Por qué dudabas de él?

Me encogí de hombros — No lo sé, solo estuvo actuando raro conmigo, como si me ocultara algo. Elio no es así, y en las últimas semanas me demostró que algo estaba mal.

— Entiendo.

Mi hermana me abrazó y acarició mi cabello.

— Lo siento mucho, Astrid. Entiendo lo difícil que es todo esto para mi.

— Está bien, si es para vengar a Hazel, todo valdrá la pena. No lo sé, no me siento culpable por acusarlo, pero de todos modos no quisiera que él lo sepa.

Alana asintió pero parecía buscar cuidadosamente sus palabras — No voy a decir que lo encontraste, pero dadas las circunstancias estoy segura que vas a tener que estar en la rueda de reconocimiento. Si Elio llegara a ser el asesino, no entiendes lo involucrada que estarás teniendo a tu mejor amiga muerta y a tu novio como el asesino.

Era cierto, muy cierto, y tenía un buen punto. Asentí sin decir nada más, me concentré en como Alana guardó el collar en un recipiente como evidencia.

— Esto puede llegar a ser el fin de tantas muertes — murmuró, y yo lo sabía.

Doctora Bloom || Hannibal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora