Doctora Bloom || Hannibal.

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El FBI llevó a cabo un plan para enfurecer al Dragón rojo, y vaya que funcionó. Frederick Chilton publicó un artículo desacreditando al asesino, y nada había salido bien, después de una reaccion nula, lo secuestró. Y nadie lo pudo encontrar nunca más, no hasta que encontramos su cuerpo destrozado y la filmación.. la maldita filmación.

Alana arrojó un sobre el escritorio.

— Aquí está, el dragón le mandó este "recuerdo" a Hannibal, por si quedaban dudas de que ellos dos tienen contacto. Dos partes del labio de Chilton y una nota.

Miré el contenido con un poco de asco, había un pedazo de labio perteneciente a Chilton, leí la nota "Esto me ofende"

— Cuando le mostré la nota a Hannibal él simplemente contestó, "Lo entiendo, Chilton también me ofendió varias veces"

Resople con fastidio, pero luego note un detalle — ¿No dijiste que había dos partes del labio? Aquí hay una sola.

Alana me miró alzando una ceja, me apreté el puente de la nariz enseguida al darme cuenta de que podría haber pasado con esa parte perdida.

— Ni siquiera me lo digas, ya me lo imagino.

— Ya es todo, ya no necesitamos más pistas para saber que la debilidad del dragón rojo es Hannibal Lecter como asesino.

Suspiré — Lo sé, pero ¿Que hacemos ahora?

Jack entró a la oficina de Alana — Ya está la filmación que nos envió lista para que la veamos, vamos.

Con Alana caminamos hacia la sala dónde se proyectaría ese vídeo, tenía miedo y no tenía por qué ocultarlo. Si bien mi relación con Chilton nunca fue de la mejor, odio que haya terminado de esa manera. Ninguna persona viva merece ser torturada de la forma en la que él lo fue, ni tampoco ser quemado vivo.

Entramos a la sala, Will estaba sentado esperándonos. Jack dió inicio a la grabación y lo primero que vimos fue a Frederick, tenía miedo, sus ojos estaban desviados y empezó a hablar. Estaba siendo obligado a hablar, como si el dragón hubiera puesto un cartel  para que repita como un loro.

— Todo lo que dije sobre el gran dragón rojo fueron mentiras de Will Graham — arrastró las palabras Frederici, miré a Will atónita —  he profanado al dragón, y aún así, es misericordioso. Cómo me obligaron a mentir, el dragón será mas misericordioso conmigo que contigo, Will Graham.

Esto no era un video solo para mostrar como hacía sufrir a uno de nosotros, era una advertencia, era para advertirle a Will que sería el próximo si no hacíamos nada.

— Aprenderás a temerme más..

Frente a la cámara, apareció un hombre visto desde atrás, en su gigante espalda tenía tatuado al dragón rojo. Se acercó a Chilton y todos supimos exactamente lo que ocurriría cuando comenzó a chillar. Estaba loco, estaba quizás más loco que Hannibal.
Cerré los ojos con fuerza al oír el gemido de lamento que soltaba, era desgarrador. Will se tapó los oídos incapaz de seguir. La culpa era mucha, y todos lo entendimos.

Jack detuvo la grabación cuando terminó. Después de eso todos sabíamos lo que sucedió, el dragón prendió fuego el lugar para no dejar evidencia de lo que cometió. No teníamos certeza de que ocurrió, pero quizás alguien lo descubrió.

Chilton no había muerto, pero tenía el 80% de su cuerpo quemado. Estaba clínicamente muerto, y aún así estaba más vivo que nunca.

— Will — murmuré preocupada, al ver cómo estaba pálido.

— Tiene razón, es mi culpa. Yo convencí a Frederick sobre el artículo, fingi ser bueno con él, le mostré una cara que...

— Cállate, no digas eso, esto quiere hacer: delibitarte. Vamos a terminar con este dragón, no importa lo que implique.

— Y no importa que tengamos que sacar a Hannibal de este lugar para hacerlo — habló Alana con voz firme — haremos lo necesario para acabar con todo esto, sin que hayan mas muertes.