Destiny
Bajo las escaleras bostezando. Era la primera vez en años que me sentía de buen humor y con energía para salir. Había dormido de maravilla, me desperté temprano, me di una ducha, me arreglé, y ahora bajo hacia el comedor en donde papá me espera para desayunar.
—Buenos días. —lo saludo con una sonrisa.
Me detengo con sorpresa al ver a la persona que está a su lado.
—Sara. —la miro confundida pero con amabilidad— Buenos días.
Me acerco a la mesa y me siento a un lado de papá, dejando un beso en su mejilla.
—Destiny, no sabía que habías venido. —sonríe contenta— Alex no me dijo nada, que bueno tenerte aquí otra vez.
—Gracias... Estoy feliz de volver.
Sara Harts no era mi madre, pero siempre se a portado muy linda conmigo, especialmente cuando quedé embarazada de Nelly.
Lo que aún es sorprendente para mi porque soy producto de una de las tantas infidelidades de papá hacia ella.
Mi madre, Jessica Swan es ex general de la central de Francia. Prácticamente papá las engañó a ambas. A Sara con una infidelidad, y a mamá al no decirle que estaba casado.
Mamá odia a papá, así que lo evita lo más que puede. La única excepción es el cumpleaños de Nelly o el mío.
—Entonces... —tomo el plato que me sirve Clo— ¿Ustedes están juntos otra vez?
—No, yo sólo vine a entregarle unas cosas a Alex. —contesta rápido.
No le creo.
Miro a papá, pero él evita mi mirada y cambia de tema.
Claro que están juntos otra vez. No hay ninguna razón para ocultármelo, ni que quisiera a mis padres juntos. De hecho, nunca los he querido juntos, para lo único que se juntan es para discutir sobre lo que ocurrió hace diez años, y es algo por lo que no quiero pasar otra vez. Estar en medio de sus peleas.
Agradezco que mamá se haya casado con otro hombre hace unos años.
Los amo a ambos por separado.
Desayuno en silencio mientras los escucho hablar sobre los restaurantes de Sara.
—¡Abuela!
Frunzo el ceño al escuchar la voz de la niña. Miro sobre mi hombro, Christopher entra al comedor y Nelly pasa corriendo hacia donde Sara.
Ella la llama abuela, siempre lo ha hecho. Mamá lo odia aunque no dice nada, Sara nunca se ha visto incómoda por eso, ella quiere mucho a Nelly. Y a mi me da igual a quien llame abuela, como quiera llama abuelo a mi padrastro.
—Mira que linda estas, Nelly. —le sonríe.
—Muchas gracias, tú también estás linda.
Christopher se sienta a mi lado, me mira unos segundos y asiento lentamente antes de que pueda inclinarse y darme un beso en la cabeza.
—¿Dormiste bien?
—Mejor que nunca.
Siento a Nelly detrás de mi, besa mi mejilla.
—Buenos días, mamá.
—¿Desayunaste? —pregunto.
—No, todavía no.
—Pues siéntate a hacerlo. —miro a Clo cuando aparece con una tasa de café para Christopher, le hago una seña para que le traiga el desayuno a la niña.
