Destiny
No puedo creer que hoy sea la boda de mi hermano, en serio que jamás pensé que esto podría pasar. Anoche se veía ansioso aunque intentaba disimularlo, sólo por un rato pues luego llegó Patrick casi cayéndose de ebrio a decir que se iban a un bar para hacerle una despedida de soltero.
Estos hombres tienen serios problemas con el alcohol. Por razón son tan amigos. Por suerte Christopher no bebió, llegó en la madrugada tranquilo y sólo se acostó a dormir.
Nos levantamos muy temprano para comenzar a organizar todo antes de irnos. La que será su esposa está en el penthouse preparándose, se supone que no la puede ver hasta la boda, según sus amigos. Es una tradición a mi parecer ridícula, y estoy segura que como quiera se vieron en la noche.
Acomodo las medallas en el uniforme de gala de Christopher para que se vean derechas.
—Pero mírate. —el tío Recce entra a la habitación— Todo un hombre decente.
Él y Regina habían llegado ayer durante la tarde, jamás se perderían este momento histórico de ver a Christopher Morgan casándose.
—Tú estas hermosa. —me sonríe mi tío— La flor más hermosa de la primavera.
—Gracias, tío. —sonrío.
—Pero mírate. —me mira pidiendo permiso para tomar mi mano, asiento. La toma y besa los nudillos— Esa sonrisa no la había visto en mucho tiempo, ¿a qué se debe?
—Nada importante...
—¿Nada o nadie? —eleva una ceja.
—Los dejaré solos. —evito la mirada que lanza Christopher, una que mi tío creo que entiende.
Salgo antes de que entre los dos suelten comentarios que quiero evitar a toda costa.
Ya traía puesto mi vestido color azul claro pegado al cuerpo con unos cuantos brillos. Mi cabello estaba lacio, ya me habían puesto las extensiones así que estaba bastante largo. Sólo me faltaba ponerme los tacones que son del mismo color de mi vestido.
Entro a mi habitación encontrándome con Nelly frente al espejo intentando ponerse una corona de flores.
—Ayúdame, por favor. —pide al verme.
—Dile a Regina que lo haga, yo no he terminado de arreglarme.
—¿Qué más vas a hacerte? Ya te ves muy hermosa.
Ruedo los ojos caminando hacia donde ella, le quito la corona de flores y se lo coloco arreglándolo para que quede bien.
—Ya está.
—Me veo muy linda, seré una muy linda niña de las flores.
—¿Ya me dejas terminar de arreglar?
—Sipidi. —sonríe— ¡Te veo en la boda, mami! Dominicksito pasará por ti en un ratito.
¿Cómo dijo?
—¡Nelly! —la llamo pero ella ya ha cerrado la puerta de la habitación.
Niego, ya sabía que esta niña tramaba algo. Está loca, saldría mejor dejarla para siempre en un manicomio que estar cargando con ella y su demencia.
Me siento en la cama colocándome los tacones. Salgo de la habitación para ver a donde se fue esa niña, sólo me encuentro a Regina con papá en la sala.
—¿Y Nelly?
—Jessica vino por ella hace un momento.
Es un hecho, la dejaré en un orfanato mañana en la mañana.
