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Destiny

Regina y Recce me miran pidiendo una explicación, papá también se encontraba serio y mamá era la única que sonreía.

—¿Vas a hablar? —mi abuela se cruza de brazos.

—Preferiría no hacerlo...

—Una vez Parker llegue va a hablar conmigo. —avisa el tío Recce— Y no pongas esa cara, jovencita.

Dios... Esto es tan estúpido. No pienso dejar que hablen con él, creo que estoy poniendo mucho de mi parte para que esto funcione, como para que ellos lo dañen con sus cosas.

—Por favor no. —pido— No se metan en esto.

—Cariño, sólo queremos conocerlo formalmente. —dice mamá.

—Papá ya lo conoce, que él les cuente.

Mi padre niega.

—Una cosa es la central, otra en una salida con mi hija.

—Un momento. —volteo sobre mi hombro, Nelly entra a la sala con una expresión seria.

Se sienta a mi lado mirando a todos enojadas. ¿Ahora está que se trae?

—Nelly, vete a tu cuarto.

—Shh, calladita mami. —se cruza de brazos— Aquí estoy yo siendo de abogada de mi mejor amigo Dom.

Me pellizco el puente de la nariz. Esta niña necesita más ayuda psicológica que yo.

—Dom, o como yo le digo de cariñito, Dominicksito, pobre de ustedes que lo llamen así.... —los señala con advertencia— Él es una buena persona, me quiere mucho y sobretodo quiere mucho a mi mami, o por lo menos eso es lo que yo veo. La mira de una forma muy bonita.

Miro hacia otro lado cuando los cuatro adultos frente a mi me miran esperando una respuesta de mi parte, una que no pienso dar.

Nelly sigue hablando de lo maravilloso que es Dominick Parker cuando noto a una de las muchachas asomándose hacia donde estamos. Antes de que hable llamo disimuladamente su atención, ella asiente dando entender que el alemán ya se encontraba esperando a fuera.

Me levanto, ignorando a esos cinco.

—Judith. —mamá me llama.

—Los veo en unas horas. —me despido— En serio no hagan un escándalo.

Tomo mi bolso pasando por la pequeña mesa de cristal de la entrada en donde mi había dejado antes de que me interrogaran. Salgo de la casa viendo al hombre esperando a un lado de su auto.

Le doy una pequeña sonrisa bajando los escalones, saludándolo. Me da una mirada que entiendo, así que asiento.

—Te ves hermosa. —da un beso en mi mejilla.

Antes de que pueda contestarle, la voz de papá nos hace mirar hacia la puerta. Él junto a mi tío están serios y cruzados de brazos, mi mamá sigue sonriendo, Regina lo analiza y Nelly está igual que su abuela.

—La quiero aquí a las diez, ni un minuto más o iré por ti con un arma.

—¿Qué? —Parker eleva una ceja.

—¿Qué? —yo hago lo mismo— Papá, deja de ver películas con Nelly.

Niego rodando los ojos por esta estúpida escena.

—Cuidado con lo que vayas a hacer, muchacho. —amenaza mi tío— Quiero a mi sobrina tranquila durante toda la tarde.

—Claro... —el hombre asiente— ¿Nos vamos?

A New BeginningWhere stories live. Discover now