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Dominick Parker

Me quedo cruzado de brazos frente a la habitación en donde las enfermeras revisan a Nelly. Habíamos llegado ya de noche, pero a pesar de que era de madrugada preferí traerla al hospital de inmediato para que la revisaran.

Reece estaba a mi lado, Alex y Christopher se fueron hace unos momentos para hacerse cargo de los prisioneros luego de asegurarse que la niña estaba a salvo.

—Entonces... —volteo a ver al hombre— ¿Ella te llamó "papá"?

Por la adrenalina y ansiedad del momento, no caí en cuenta de la forma en la que me había llamado hasta que llegamos aquí y lo volvió a repetir.

—Así es.

—¿Y? —lo miro confundido— ¿Estás bien con eso? Porque mi sobrina se va a preocupar y probablemente escandalizar cuando escuche que Nelly te llama así.

Sonrío sin poder evitarlo.

—Estoy bien. Adoro a Nelly demasiado y, si ella me ve como un padre no tengo ningún problema con eso.

Y en realidad no tengo ninguno. Amo a Nelly como amo a Destiny.

Una de las enfermas sale y ambos nos acercamos a ella.

—Le hicimos todas las pruebas que pidió. —dice refiriéndose a Reece, quien habló con ellas hace casi una hora atrás— Físicamente está todo bien con ella, algunos golpes y heridas pero, nada que no se vaya en unos días.

Puedo respirar tranquilo al escuchar eso. Por un momento había pensado que... pensé lo peor. Y no ayudaba al verla tan golpeada y con vendas en el cuerpo, las que se podían ver.

—Entra, hablaré con mi madre para avisarle que ya llegamos e iremos a la casa.

No lo pienso ni un segundo, asiento y paso a la habitación en donde Orta enfermera termina de vendarle la herida del brazo. Nelly mira ida hacia otro lado, esa mirada en sus ojos no me gusta nada.

La mujer nos deja solos, me acerco a la camilla llamando su atención.

—Hola, princesa. —paso mi mano por su cabello.

—Papá... Quiero irme a casa...

—Lo sé, nos iremos ahora. —beso su frente— Tu mamá te está esperando allá.

Ella sonríe un poco como puede.

Su alta me la dan quince minutos luego, avisándome que durante una semana la lleváramos para asegurarnos de que las heridas iban dañando bien, al igual que su tobillo.

Durante el camino se mantiene callada, acostada en la parte trasera de mi auto. Reece le intenta sacar un poco de platica pero no responde a nada, sólo asiente o niega.

Me pide que la tome cuando llegamos frente a la casa de los Morgan, lo hago. Reece me ve preocupado, y como no, jamás habíamos visto a Nelly tan apegada y sin brillo en sus ojos.

Puedo escuchar la voz de Destiny en la sala, preocupada y enojada.

—Destiny, por el amor de Dios ya cal...

—Juro por Dios Christopher que si me dices otra vez que me calme, los mellizos no conocerán a su padre. —amenaza.

Nos dejamos ver en la sala, donde se encuentran todos. Destiny voltea rápido al escucharnos, sus ojos se cristalizan.

—¡Nelly! —se acerca rápido.

—¡Mami! —estira los brazos hacia su madre.

Destiny la toma abrazándola con fuerza, pasando su mano por su cabello mientras besa su mejilla. Nelly llora escondido si pequeño rostro contra el cuello de su madre. Nadie se acerca, las dejamos en su momento, lo necesitan ambas.

A New BeginningOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz