Prólogo

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- ¡Maldita mujer!

El sonido del cristal roto resonó con fuerza contra la madera de la pared. Las sombras se arremolinaron furiosas mientras un fiero viento desordenaba aquella antes impecable oficina.

Era realmente extraño ver a aquel caballero furioso, mas el reporte de su informante logró alterarlo en sobremanera. El pequeño demonio que fungió de mensajero se encogió sobre sí mismo, aún no deseaba morir.

- ¡Teníamos un trato, su único deber era cuidarla y se atrevió a largarse! ¡Esa perra me las pagará!

El hecho que aquel hombre estuviera maldiciendo a diestra y siniestra delataba la intensidad de su furia, nunca había sido de malas palabras pues las consideraba vulgares, sin embargo ahora no encontraba ningún insulto que no pudiese acreditarse a la mujer que lo traicionó.

Recuperando lentamente su postura, el joven caballero se arregló el corbatín con discreción y suspiró profundamente. Ahora que todo estaba hecho no tenía más opción que volver.

- Convoca a los antiguos overlords y dales este mensaje- ordenó furioso al pequeño diablillo que continuaba temblando en un rincón- su principal misión será garantizar su seguridad, si uno solo de sus cabellos sale lastimado no dudaré en deshacerme de su alma.

- S-sí señor- respondió en apenas un murmuro el pequeño demonio junto a una reverencia llena de respeto- me encargaré que lo sepan

- Por supuesto que lo harás, es necesario que recuerden a quién están sirviendo. Puedes retirarte- con un gesto de su mano el demonio desapareció entre sombras regresando a los confines del infierno donde inmediatamente convocó a los overlords y almas que su amo había sometido durante miles de años.

A pesar que más del 80% de sus almas habían sido hechas polvo, los que aún quedaban eran más que suficientes para el cometido de su señor.

Mientras tanto, de regreso con el caballero de elegante porte, las sombras antes furiosas ahora reorganizaban el estudio devolviéndole su impecable estado mientras su dueño yacía lánguidamente recostado sobre su silla de piel.

Con un suspiro frustrado aquel hombre clavó su profundo mirar en el retrato en su mano. Había pasado muy poco tiempo al lado de aquella mujer que llegó a adorar profundamente, pero no tenía más remedio que marcharse.

- Lo siento mi adorada Davinia, tendrás que verme morir más pronto de lo anticipado. Necesito volver al infierno lo antes posible.

Continuará...

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Y con esto damos por iniciada la historia🥳

Sólo diré: resistan. Van a tener que luchar con muchas dudas de aquí en adelante, quiero escuchar teorías jajaja.

Recuerde siempre la fama de esta autora: "Eres mala, pero justa"

Los amo mucho ¡Sigan sintonizados!🎙️✨

Papá - RadioappleWhere stories live. Discover now