Capítulo 6: Adán

747 100 34
                                    

Honesta y genuinamente por primera vez en muchos siglos Alastor se encontraba completamente sorprendido.


En realidad Adán, un ángel, que no tenía ni un ápice de ello, pero ángel al fin y al cabo ¿Quería hacer un trato con él?

Para empezar ni siquiera sabía si eso era posible.

Es decir, las almas puras y los pecadores no son compatibles por lo que estar ligados sonaba a una rotunda negativa, pero si había la posibilidad...

- Interesante - frotándose la barbilla en un gesto de total curiosidad por fin Alastor sonrió más tranquilo - continúa

- ¡Wow! sabía que eras un diablillo inteligente, bien es fácil- Apareciendo una malteada de quién sabe dónde le dio un sorbo antes de continuar- Sé que en este momento estoy en el jodido cielo debido a mi estatus como el primer hombre y esas mamadas, pero no he sido para nada benevolente, me la pasé fornicando durante años para conseguir engendrar a toda la humanidad, es más tú-

Un aura amenazante hizo que el ángel reconsiderara sus palabras. Ok, Alastor ni siquiera había sido humano, así que su broma no tenía sentido.

- Como sea- prosiguió- soy un pecador y lo sé, una vez que ya no sirva para nada no dudarán en deshacerse de mí, así que... protección - apuntó hacia sí mismo- es lo que pido a cambio de hacer un trato contigo

- ¡Vaya! nunca un pecador ha estado tan consciente de serlo, de hecho me parece curioso que no tengas la mentalidad de aspirar a ser un ángel por siempre

- Son patrañas, el cielo no está asegurado, un error y estos malditos hipócritas te echarán, por eso una vez que llegue a esa perrera que llaman infierno quiero estar a salvo; Así tú no seas el gobernante tu amada zorra lo es, por lo que estará contento de cumplir tus peticiones.

Ni siquiera lo vio venir, un parpadeo y el ángel yacía en el suelo, estampado con fiereza contra el podio mientras la sangre dorada escurría por sus labios a la par que un terrible dolor se acentuaba en su pecho.

- Atrévete a dirigirte una vez más así a mi amado y me encargaré que ni siquiera tengas la oportunidad de llegar al infierno.

El aspecto demoníaco del ser frente a él hizo que el primer hombre se encogiera un poco sobre sí mismo.

No se disculpó, definitivamente Adán no lo haría, pero en cambio bajó la mirada admitiendo su error. En ese momento Alastor lo supo, este "ángel" terminaría tarde o temprano en el anillo del orgullo.

- En fin- retomando su semblante tranquilo el demonio de sangre miró cómo aquel ser se reincorporaba con dificultad- suena curiosito tu asunto, pero ¿Qué obtendré a cambio?

- Sé que cederás- mencionó respirando agitado Adán mientras maldecía en su mente a diestra y siniestra al demonio frente a él. "Ese hijo de puta pega duro y estoy seguro que eso no fue ni la décima parte de su poder" - Si esto involucra a tu... adorable ex angelito - sonrió forzado - estoy seguro que cederás a lo que te pide el cielo con tal de no lastimarlo

- Muy bien, lo haré ¿y luego?

- El cielo te pedirá que te vayas, eso es seguro, por ello tengo el perfecto chivo expiatorio para que puedas fingir marcharte en lo que ideas un plan para recuperar tu posición

Observando fijamente al ángel frente a él, Alastor no pudo evitar que una sonrisa se escurriera por su boca. Tal parece que Adán aún tenía un poco de cerebro

- de acuerdo, te escucharé.

...

Después de una hora las orejas del demonio ciervo estaban fuertemente aplastadas contra su cabello, su rostro mostraba su ya característica sonrisa, pero el tic en su ojo izquierdo solo servía para revelar que estaba por explotar.

Papá - RadioappleWhere stories live. Discover now