Papá - Radioapple

Capítulo 11: Charlotte

Justo como lo esperaba, el cielo no escuchó a su hija.

Sería mentira decir que el demonio de sangre se sintió decepcionado en cuanto vio regresar a su niña devastada, era un resultado que tenía previsto y que si bien le seguía molestando en sobremanera no podría hacer más que incitar a la princesa a actuar.

Era hora de revelarle la curiosa información que recopiló en la reciente junta con los overlords.

Ingresando a su cuarto, ni siquiera fue sorpresa cuando la vio hecha bolita en su cama, vuelta un mar de llanto

- oh Charlie, eres un completo desastre - comentó burlón ganándose una mirada molesta de su princesa

- sólo déjame en paz- haciendo todo lo contrario se sentó al borde de la cama

- No, no ¿Acaso crees que esa es forma de actuar después de subir al cielo y enfrentar a la corte? Lamentándote de esta forma no quitarás la condena sobre todos.

Si bien su padre tenía razón, Charlie no pudo evitar la molestia que se alzó en su pecho.

- ¡Lo sé! ¡Pero tengo demasiado en la cabeza como para estar pensando en eso!

- ¿y luego? - apareciendo sorpresivamente a su lado, el demonio pelirrojo asustó tanto a la princesa que ésta terminó de espaldas en el suelo - Tienes una responsabilidad pendiente querida, los pecadores allá abajo están esperando una de tus charlas motivacionales

- No puedo ¿Cómo podré verlos después de haberles fallado? Se supone que quería salvarlos y solo terminé condenándolos, soy más cruel que el supremo ser más cruel del infierno o incluso peor

Un tanto divertido el demonio radio sonrió, como merecedor a ese papel, no es que fuera cruel, es simplemente que le gustaba ver las cosas en orden.

Acomodándose boca abajo en la cama, la miró sin dejar de sonreír.

- Charlotte, hemos hablado más de una vez de esto, esa parte miserable de desprecio hacia ti es solo una forma de auto sabotearte

- ¡Agh, mierda papá! ¡Por supuesto que lo sé!

- entonces si es así, ¿Por qué no dejas de autocompadecerte cariño? lo repito, llorando no arreglarás todo lo ya hecho

- ¡Lo sé, lo sé, lo sé! - respondió frustrada señalándole acusatoriamente - ¡Pero no puedo ser como tú! ¡Siempre te quedas ahí sonriendo mientras observas todo arder a tu alrededor! No sé cómo disfrutas ver el sufrimiento de los demás

Sintiendo repentinamente las garras de su padre tras su espalda, Charlie lo volteó a ver.

- Solo porque veas una sonrisa no significa que sepas lo que hay debajo de ella- tomando sus mejillas la obligó a recrear el gesto - una sonrisa es una herramienta valiosa cariño. Inspira a tus amigos, mantiene a tus enemigos adivinando y asegura que no importa lo que venga, eres tú quien tiene el control.

- ¡Pero yo no lo tengo! Quisiera tener el control, pero sé que no es así- completamente exasperada la princesa se llevó las manos a la cabeza caminando de un lado a otro- ¡La persona en la que más confío me ha mentido durante años! ¡Todo lo que creía saber de mi vida no era ni siquiera cierto! ¡y el cielo se niega a escucharme, incluso si lo hiciera no puedo probar que el hotel funciona! ¡Además Adán tiene un ejército invencible listo para exterminarnos y no puedo detenerlos!

Inevitablemente la sonrisa del demonio Radio se amplió junto a un ruido de estática, juguetón cantó divertido:

- Yo sé algo que tú noo~, esos ángeles tan grandes y temibles no son tan indestructibles como parecen