Epílogo

598 105 23
                                    

Sosteniendo entre sus manos un cuadro más, la princesa del infierno lo depositó en el saco que sostenía Vaggie, mientras Angel dust le apoyaba a bajar los demás retratos de las paredes.

- ¿Estás segura de esto amor? - preguntó su pareja - ¿No te gustaría conservar aunque sea uno?

- No, está bien- sosteniendo el que le fue entregado Charlie sonrió observando a aquella pequeña niña entre los dos seres que la cuidaron de pequeña - me tomará un tiempo más asimilarlo, pero es lo mejor- lanzando el cuadro con decisión al saco, la princesa suspiró - además ciertamente a mi padre no le gustará seguir viendo esto

Inevitablemente Vaggie y Ángel dejaron escapar un par de risas

- Quién hubiera pensando que el señor fresita proxeneta fuera tan celoso - comentó el demonio arácnido sin dejar de lado su labor- Don no estoy interesado en nadie, lo tenía demasiado guardado

- Es curioso verlo así - siguió Vaggie

- ¿¡No te parecen sumamente lindos?! - por supuesto como fiel fan número uno de sus padres, Charlie se animó ante el tema, deshaciéndose mucho más rápido de los cuadros- muero de ternura cada vez que los veo

- Amor

- ¡Es que Vaggie! No recuerdo nunca haber visto a papá tan feliz, además parece un niño viendo dulces, sus ojos brillan en cuanto ve a mi padre

- Ni que lo digas - Ángel Dust rodó los ojos, vaya que toda la semana había tenido suficiente de la pareja acaramelada.

Hoy los habían dejado descansar pues decidieron hacer una visita a Cannibal Town, según escuchó su majestad deseaba realmente ver a la overlord de aquel lugar.

De hecho no estaba para nada equivocado, pues en este momento las orejas del demonio ciervo estaban fuertemente aplastadas contra su cráneo mientras Lucifer y Rosie hablaban hasta por los codos, riendo un momento, llorando al siguiente, gritando como adolescentes y cantando cada dos minutos.

Si no fuera porque a cada segundo lo arrastraban a la conversación, el demonio pelirrojo bien podría haberse puesto a disociar mientras terminaba aquellos bocadillos de carne de venado que la overlord había conseguido especialmente para él.

Regresando al hotel, la princesa terminó de guardar el último retrato, cerrando con decisión aquel saco de terciopelo rojo y encaminándose directo al techo del hotel donde aquellas piezas terminarían incineradas.

- Cariño - la llamó Vaggie - ¿Quieres un momento?

Observando a su pareja, Charlie sostuvo su mano dejando un suave beso en el dorso, gesto que aprendió de su padre y el cual al parecer encantaba a su novia, pues el ligero temblor que le provocó no pasó desapercibido ante sus ojos.

- Gracias Vaggie, iré en un momento

- Bien

Dejando una caricia en su mejilla, la ex exterminadora se alejó junto con Ángel quien le regaló una sonrisa de apoyo.

Una vez que la princesa se quedó sola, justo al centro del techo colocó aquel saco sin atreverse a abrirlo nuevamente. Al momento de soltarlo sus manos temblaron inseguras, creyó que había dejado todo detrás, pero al parecer era más difícil de lo pensado.

Tomando asiento frente a aquel objeto, Charlie abrazó sus rodillas.

- Posiblemente esta será la última vez que me escuches llamarte así, pero... - su voz salió baja, confidente, mientras su mirada seguía perdida en el saco de terciopelo- mamá mereces mi agradecimiento por haberme cuidado a pesar de todo. No puedo y jamás podré entender los motivos que te llevaron a dejarnos de esa forma, sin embargo si no lo hubieras hecho papá no habría regresado.

Papá - RadioappleWhere stories live. Discover now