Capitulo 12. Maldita Bel

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—¿Nora, Jose? ―la voz de Bel los sobresaltó, la pelinegra estaba de pie al lado de la mesa con Iván a su lado observándolos.―Os vi desde fuera, pero no podía creer que vosotros dos estuvieseis juntos, así que entramos a comprobarlo. Y fíjate tú por dónde, sois vosotros, vosotros de verdad. No puedo creer que estéis aquí...¡juntos!

—Bel creo que deberíamos irnos.―recomendó Iván a la pelinegra.

Si ese chico alejaba a Bel de él y se la llevaba lejos quizás ya no le cayese tan mal.

—¿Por qué? ¿Acaso molestamos? ¿Estáis en una cita? ―preguntó Bel a Nora.

—¡No! ―gritaron ambos al unísono sobresaltando a Bel.

—Ya lo sé, era una broma, ¿no pensaríais que lo decía en serio? No os lo toméis a mal pero no pegáis para nada―Bel soltó una carcajada y se sentó al lado de Nora. —¿Qué hacéis aquí? 

—Él me secuestro. ―contestó Nora señalando hacia Jose

—Yo no te secuestre. ―Nora se cruzó de brazos y lo miró expectante ―Sólo te obligue a venir aquí en contra de tu voluntad, está bien, te secuestre.

—Nosotros estábamos mirando tiendas, quiero comprarme una falda nueva e Iván se ofreció a acompañarme, todavía nos quedan por recorrer unas cuantas. ¡Ay! no sabes lo difícil que es encontrar una bonita falda con la que no parezcas una furcia. Me pregunto dónde se las compra Helena, son tan bonitas todas sus faldas; en serio, un día voy a entrar a su casa y le robaré un par, ya le puesto el ojo encima a una negra de encaje.

Jose suspiró, ¿por qué de entre todas las personas tuvo que encontrarse con Bel? Esa chica hablaba y hablaba y no paraba.

—¿Sabes que Jose es todo un rompecorazones? Evan contó que todas las semanas se le declaraba una chica. ―contó Bel, Jose la miró horrorizado ¿por qué Evan tuvo que abrir su enorme bocaza? Fijó la mirada en Nora, pero la chica no mostró ningún tipo de emoción.

—¿Ah sí? ―inquirió Iván girándose hacia él y examinándolo de arriba abajo.―Pues no lo entiendo.

¡Pero qué coño! ¿Acaso hoy era el día de jodamos a Jose? ¿Y quién era él para opinar? Ni siquiera lo conocía. Jose le lanzó una mirada asesina al chico, pero éste lo ignoró.

—¿Están ricos los zumos? ―preguntó Bel por lo que Nora asintió y le entregó el menú. ―Que bien, me muero de sed. En serio estoy deshidratada, hemos caminado un montón.

Ya Bel, había captado la idea. Pídete un zumo y lárgate.

—Creo que me pediré un batido de plátano y fresa, ¿tú vas a tomar algo Iván? ―preguntó Bel entregándole el menú de los batidos y cogiendo ella el de la comida. ―Hay tarta, creo que me pediré un trocito también. ¿Quieres compartir el trozo Nora? Aunque si no es muy grande puedo comérmela yo sola, voy al servicio ahora vengo. Jose si viene la camarera dile que quiero un batido de fresa y plátano y un pedazo de tarta de chocolate.

Jose se llevó las manos a la sien y se hizo un masaje, esa chica hablaba tanto. Levantó la mano y le hizo una señal a la camarera que salió desde detrás de la barra y llegó hasta ellos, Jose abrió la boca para hablar pero antes de articular palabra Iván se le adelantó y pidió la comida de Bel y la suya propia. Miró hacia Nora y notó como ella no apartaba la mirada del joven, debía de estar buscando lo que no le gustaba de él, no sabía cómo explicarlo pero él sentía lo mismo. 

―Por cierto Iván me gustaron muchos los cd's que me grabaste la semana pasada. Eran una pasada. Tengo que prestártelos Nora para que los escuches y a ti también Jose.

Tienes que ser tú (TQST Libro #1)© [EN LIBRERIAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora